Washington: un viaje económico para dos

Dedica el primer día al National Mall. Está repleto de museos gratuitos como los de Smithsonian (en inglés), y me he pasado fines de semana en charlas, caminatas, clases de yoga y, mi escape favorito, los programas de cine de la National Gallery of Art, y las galerías Freer y Sackler. En los monumentos, el Servicio de Parques Nacionales dirige excursiones gratis caminando, corriendo y en bicicleta. Los temas tratan de los presidentes, la historia e intrigas políticas. DC by Foot, con sus recorridos de pago voluntario, también profundiza en el pasado —y los escándalos— de Washington.

Puede que los amantes de la cultura deseen dedicar otro día a las artes. La Phillips Collection privada no cobra tarifa de admisión de martes a viernes a sus colecciones permanentes. En el Kennedy Center, a las 6 p.m., podrás ver bailarines, músicos y otros artistas en el Millenium Stage durante una presentación gratuita. Dumbarton Oaks en Georgetown nunca cobra por entrar al museo, y extiende el beneficio durante el invierno para ver los jardines.

Puedes comer bien sin gastar mucho al día. Puedes almorzar en un restaurante de comida informal y rápida, como Sweetgreen o Rasa. Algunos son de chefs reconocidos, como Beefsteak de José Andrés, donde las verduras son el centro de atención, y Good Stuff Eatery de Spike Mendelsohn. Los precios usualmente varían entre $10 y $15 (a veces menos). Para la cena, aprovecha la tradición de la hora feliz. Siéntate en la barra de mariscos para comer ostras a mitad de precio en Old Ebbitt Grill, o celebra la hora feliz con tacos a $2 y ceviche a $4 en Oyamel Cocina Mexicana. En lugar de tres comidas completas al día, ve a Eastern Market, Tastemakers o la red de mercados agrícolas Freshfarm para probar lo que ofrecen.