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Se necesita precaución al volante

Por qué no es seguro conducir y qué dice la ley.

Mano de un hombre, llaves de un carro y un aparato para fumar marihuana

PHOTO ILLO: YASU + JUNKO, Getty Images

In English |  ¿Qué te pagen por conducir mientras estás bajo los efectos de las drogas? Cuando un estudio entre la relación entre cannabis y conducir automóviles de University of California de San Diego logró 750 mil visitas en un Twitter en julio del 2018, el investigador principal, Thomas Marcotte, se dio cuenta que contaba con muchos voluntarios.  "Teníamos una lista de espera de más de dos mil personas", dijo. "Estamos agradecidos por el interés. Conducir bajo la influencia de la marihuana es un tema complejo. N siquiera sabemos si la recomendación estándar de esperar tres o cuatro horas es acertada".

No todos están esperando respuestas. La AAA Foundation for Traffic Safety (Fundación para la Seguridad del Tráfico de la AAA) estima que aproximadamente 15 millones de personas en Estados Unidos condujeron un vehículo bajo los efectos del cannabis en los 30 días durante los cuales se realizó una encuesta.

En un estudio de 790 consumidores de marihuana medicinal realizado en el 2019, uno de cada cinco admitió haber conducido mientras estaba “muy drogado”, y el 56% dijeron que salieron a la carretera menos de dos horas después de una dosis. ¿Afectó eso su habilidad para conducir?

 “Está claro que el cannabis puede disminuir la capacidad de conducir”, dice Thomas Marcotte, codirector del Center for Medicinal Cannabis Research (Centro de Investigación del Cannabis Medicinal) de University of California en San Diego. Según demuestran las investigaciones, la marihuana interfiere con habilidades vitales para la conducción de vehículos, tales como el tiempo de reacción, la concentración mental, la capacidad de permanecer en el carril y hasta la percepción del tiempo y la distancia.

El cannabis aumenta hasta catorce veces el riesgo de sufrir un accidente. También duplica las probabilidades de un choque fatal.

Los peligros de conducir drogado son generalmente aceptados, pero si un conductor está "drogado" todavía es un tema de debate. Marcotte explica que conducir drogado no es como conducir bebido; no existe una prueba simple que se pueda hacer en la carretera —como el alcoholímetro en el caso del alcohol— para determinar si un conductor no está en condiciones de conducir a causa de las drogas. Tampoco hay acuerdo sobre cuánto cannabis se necesita (o cuán potente tiene que ser) para que el conductor sea un peligro al volante. La cantidad de THC en la sangre, el aliento o la saliva, dice, no se correlaciona estrechamente con el deterioro de la capacidad para conducir. También depende de la experiencia que tenga la persona con el cannabis y si ha desarrollado tolerancia a sus efectos.

“El THC no es como el alcohol”, dice Marcotte. "Los niveles de THC en la sangre no tienen mucho que ver con el deterioro de las habilidades del conductor. A diferencia del alcohol, que permanece en el torrente sanguíneo durante horas y se disipa de una manera lineal, al THC le gustan las grasas. Si alguien fuma o vapea, los niveles de THC en la sangre se elevan y luego bajan considerablemente en 30 a 60 minutos, cuando el THC se absorbe en la grasa del cuerpo —y en el cerebro, que tiene un alto contenido de grasa—. De modo que los niveles de THC se ven bajos en momentos en que la euforia y los efectos cerebrales del cannabis persisten. Para complicar más las cosas, niveles bajos de THC pueden permanecer en la sangre durante horas, días o semanas en quienes consumen cannabis con frecuencia, pero pueden no afectar la capacidad de conducir".

Marcotte observa también que es incluso más difícil "establecer la relación entre el nivel de THC en la sangre y el deterioro de la capacidad para conducir en el caso de los productos comestibles, donde los efectos en el cerebro aparecen más tarde y duran mucho más que cuando se fuma o se vapea".

Las leyes

Todos los estados tienen leyes sobre la conducción bajo el efecto de las drogas, pero no coinciden. En doce estados con tolerancia cero (entre ellos, Arizona, Georgia, Iowa y Wisconsin), esencialmente cualquier cantidad de THC en el organismo es ilegal. Otros pocos estados (en los que se incluyen Illinois, Montana, Nevada, Ohio y Washington) han establecido límites para el nivel de THC en la sangre; por lo general esos límites varían entre 2 y 5 ng/ml. Colorado tiene una regla similar pero requiere prueba adicional del deterioro de las habilidades. En los demás estados, la conducción bajo los efectos de la marihuana se considera simplemente ilegal, pero es muy difícil de medir y comprobar. Aunque esto pronto podría cambiar. Marcotte y su equipo de investigadores completaron recientemente un estudio autorizado por la legislatura de California en el cual 180 voluntarios de entre 21 y 55 años inhalaron humo de cannabis con alto contenido de THC, poco contenido de THC y nada de THC. De ahí, condujeron en un simulador. Durante seis horas, les hicieron numerosas pruebas de sangre, aliento y saliva. También midieron la memoria, la capacidad para estimar el tiempo y el tambaleo del cuerpo de los participantes con una computadora tableta, lo que podría llevar a la creación de nuevas pruebas de detección de drogas que podrían hacerse en la carretera. "Las pruebas de sobriedad en la carretera que se realizan para el alcohol no funcionan tan bien con la marihuana. Las personas no tambalean o pierden el equilibro de la misma manera", señala Marcotte.

La mejor práctica

Se están realizando más estudios que ayudarán a determinar cuánto tiempo debe transcurrir desde el consumo de cannabis para poder conducir en forma segura. Mientras tanto, lo más prudente es evitar combinar la marihuana con la conducción de vehículos.

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