Vida Sana

| Usualmente pensamos que un hospital es un lugar seguro donde las personas van a curarse de una lesión o enfermedad. Pero esa percepción no siempre es correcta.
Una estadía, aunque sea corta, puede poner a los pacientes en riesgo de problemas peligrosos, como caídas e infecciones. La falta de sueño y los medicamentos desorientadores pueden inducir delirios, y el constante reposo en cama puede resultar en un número de enfermedades complicadas.

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Pero puedes hacer varias cosas para evitar los peligros comunes para la salud y mejorar tu tasa de recuperación en el hospital. Los expertos comparten sus principales consejos:
Reduce tu riesgo de caídas
No importa cuán saludable y activo seas en tu hogar, es importante tener cuidado al tratar de levantarte y caminar en el hospital, dice Sharon O'Brien, neumóloga y directora de asuntos de calidad y seguridad del paciente en MedStar Georgetown University Hospital en Washington D.C. Y eso se debe a que "tu riesgo de caídas cambia drásticamente una vez que te hospitalizan".
Puedes estar tomando medicamentos nuevos que te hacen sentir débil o mareado, explica O'Brien. Y los tubos y cables de los catéteres, las infusiones intravenosas (IV) y los dispositivos de monitoreo pueden hacer que te tropieces.
Además, "quizás no estés comiendo y bebiendo con regularidad, ya sea por tu enfermedad o porque estás en ayuno para pruebas", dice O'Brien. "Por eso, puede que la forma en la que te desplazas en tu hogar no sea adecuada para el hospital".
Las caídas, especialmente entre adultos mayores, pueden resultar en complicaciones físicas y cognitivas graves —incluso en la muerte, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades—. Al mismo tiempo, quedarse en una cama en el hospital todo el día puede retrasar la recuperación y causar fragilidad, por lo que O'Brien dice, "Queremos que las personas se levanten y caminen, pero de manera correcta y segura".
Debido a que tu equilibrio puede afectarse "por muchas razones" en el hospital, O'Brien recomienda pedir ayuda antes de ponerte de pie para que un miembro del personal te dé una mano si la necesitas. Pregúntale a tu equipo de cuidado sobre andadores y otros dispositivos de asistencia que ayuden a protegerte contra tropiezos. También puedes pedir terapia física, indica O'Brien.
Si no puedes levantarte y caminar, pero puedes sentarte, transferirte de la cama del hospital a una silla puede mejorar tu estado de ánimo y ayudar a recuperarte, explica Melissa Bartick, una doctora que se especializa en el manejo del cuidado de pacientes hospitalizados en el afiliado de Harvard, Cambridge Health Alliance, en Cambridge Massachusetts.
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