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Aumentos en precios de medicamentos recetados continúan superando la inflación

Nuevo informe muestra que los consumidores han tenido que pagar más incluso durante la pandemia.

Una mujer con una máscara dentro de su auto mira un frasco de pastillas

Getty Images

In English | Según un nuevo informe del Instituto de Política Pública de AARP, los precios al por menor de algunos de los medicamentos recetados de marca más usados continúan aumentando el doble que la inflación, lo que hace que estos medicamentos que pueden salvan vidas sean potencialmente inasequibles para muchos adultos mayores en Estados Unidos.

En el 2020, los precios de 260 medicamentos de uso común cuyos precios AARP ha estado dando seguimiento desde el 2006 aumentaron un 2.9%, mientras que la tasa general de inflación fue del 1.3%, según un informe reciente “Rx Price Watch” de AARP (en inglés).

“Es injusto que los precios de los medicamentos sigan aumentando, incluso en el caso de los medicamentos que han estado en el mercado durante décadas”, dice Leigh Purvis, directora de costos y acceso de la atención médica de AARP y coautora de los informes. Según el informe del 7 de junio, el costo total al por menor de los medicamentos recetados para el adulto mayor típico que toma entre cuatro y cinco medicamentos recetados al mes sería de $31,000 al año, más que el ingreso anual promedio de $29,650 de los beneficiarios de Medicare.

Precios de 8 medicamentos populares

A continuación, un vistazo a cómo los precios de venta al público han aumentado del 2015 al 2020 entre estos medicamentos de marca ampliamente usados

  • Duexis, se usa para aliviar el dolor. El precio aumentó un 60%, de $18,287 a $29,342.
  • Lyrica, trata la fibromialgia y la neuropatía diabética El precio aumentó un 47%, de $5,827 a $8,562.
  • Symbicort, se usa para tratar el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El precio aumentó un 46%, de $2,940 a $4,282.
  • Victoza, trata la diabetes. El precio aumentó un 42%, de $7,936 a $11,300.
  • LUMIGAN, trata el glaucoma y la presión ocular alta. El precio aumentó un 42%, de $1,689 a $2,400.
  • Bystolic, se usa para tratar la presión arterial alta. El precio aumentó un 41%, de $1,239 a $1,747.
  • Linzess, trata el síndrome del intestino irritable. El precio aumentó un 39% del $3,747 a $5,207.
  • Eliquis, trata la fibrilación auricular y previene los derrames cerebrales. El precio aumentó un 33%, de $4,109 a $5,473.

Por ejemplo, entre el 2015 y el 2020, el precio anual de Victoza, un medicamento para la diabetes, aumentó un 42%; el precio de una provisión anual aumentó de $7,936 a $11,300. Durante ese mismo período, el precio de Lyrica, que se usa para tratar la fibromialgia, aumentó un 47%, de $5,827 al año a $8,562.

“AARP está pidiendo al Congreso que apruebe una reforma integral del precio de los medicamentos”, dice Nancy LeaMond, vicepresidenta ejecutiva y directora de Activismo Legislativo y Compromiso de AARP. “Las personas mayores de 50 años usan más medicamentos recetados que cualquier otro segmento de la población. Esta no es una población que pueda costear el aumento de los precios de los medicamentos”.

Los aumentos se están desacelerando

Los datos muestran que si bien los precios de los medicamentos recetados continúan aumentando, esos aumentos se han moderado en los últimos años. En el 2020 se observó el aumento promedio anual más lento desde el 2006. Purvis dice que la tasa de aumento más lenta podría atribuirse al escrutinio adicional que las organizaciones como AARP y legisladores estatales y federales han puesto sobre el problema del aumento vertiginoso de los precios de los medicamentos.

AARP ha renovado su campaña para convencer a los Gobiernos federales y estatales de que adopten políticas que ayuden a reducir los precios de los medicamentos recetados. Como parte de su iniciativa “Fair Drug Prices Now” para exigir precios justos para los medicamentos recetados, AARP está pidiendo a las personas en el país que se comuniquen con sus representantes para instarlos a actuar. Hasta ahora, casi un cuarto de millón de personas se han comunicado con sus legisladores para instarlos a aprobar leyes de reforma de los medicamentos.

“Estamos poniendo todo el peso de nuestros 38 millones de socios detrás de la lucha por reducir los precios de los medicamentos”, dice LeaMond. “La conclusión es que las personas en Estados Unidos están más que cansadas de pagar los precios más altos del mundo por los medicamentos recetados”.

El informe también describe un comportamiento a largo plazo de las compañías farmacéuticas, dice Purvis. “Los datos muestran que, desde siempre, las empresas farmacéuticas claramente han tenido el poder de detener estos aumentos de precios más pequeños, pero no lo han hecho. Muestran exactamente cuánto control tienen sobre sus precios y pueden elegir cuándo usar ese control”, dice.

“Cuando estos aumentos de precio continúan año tras año, las personas se encuentran en la posición en la que tienen que tomar la decisión difícil entre pagar un medicamento o alimentarse durante el mes. Nadie debería estar en esa situación, pero lamentablemente es exactamente en la que estamos”, agrega Purvis.

Los aumentos de precios afectan a todos

Si bien la información en el informe de AARP se refiere a los precios “minoristas” y la mayoría de las personas en Estados Unidos tienen seguro público o privado que ayuda a pagar sus costos de medicamentos, estos aumentos de precios se abren camino hacia primas más altas de seguro de salud y costos más altos para los contribuyentes de los programas de Medicare y Medicaid.

“Incluso si pagas solo una parte relativamente pequeña de ese precio de lista, estos aumentos en última instancia incrementarán las primas hasta el punto en que la cobertura de salud se vuelva inasequible”, dice Purvis.

AARP sugiere soluciones

AARP continúa presionando para que se realicen varios cambios en las políticas que cree que conducirán a precios más bajos de los medicamentos recetados. Estos cambios incluyen:

  • Negociaciones de precios de Medicare. Permitir que el programa negocie los precios de los medicamentos recetados y permitir que los planes de seguro privado tengan acceso a esos precios más bajos.
  • Reembolsos basados en la inflación. Obligar a los fabricantes farmacéuticos a pagar una multa cuando los precios de sus medicamentos recetados cubiertos por las Partes B y D de Medicare aumenten a un ritmo superior a la tasa de inflación.
  • Límites en gastos de bolsillo. Crear un límite de gastos de bolsillo para los beneficiarios de los planes de medicamentos recetados de la Parte D de Medicare.

Dena Bunis informa sobre temas relativos a Medicare, atención de la salud, políticas en materia de salud y el Congreso estadounidense. Además, es autora de la columna “Medicare Made Easy” para AARP Bulletin. Galardonada por su labor periodística, Bunis trabajó durante décadas para diarios en grandes ciudades. Entre los puestos que ocupó se incluyen los de jefa de la oficina de Washington del Orange County Register y reportera sobre temas de salud y entorno laboral para Newsday.