Robin Roberts, agradecida por las lecciones aprendidas durante su batalla contra el cáncer

El día del 2012 en el que GMA fue nombrado el mejor programa de la franja de la mañana, te diagnosticaron cáncer

De hecho, había soñado cómo me sentiría si GMA llegara al número uno. Pensé que sería el momento más feliz de mi vida. Luego, más tarde ese día, mis médicos me dijeron que me quedaban uno o dos años de vida. Recuerdo ir a la fiesta esa noche en la terraza. Todo el mundo se estaba divirtiendo, bailando el limbo y todas esas cosas, y no quería decirle a nadie que esta podría ser una de mis últimas celebraciones. Recuerdo que simplemente me hice a un lado y me dije a mí misma que nunca más tendría expectativas de cómo me iba a sentir.

¿Cómo evolucionaron esos sentimientos?

De una manera extraña, la combinación de que GMA se convirtiera en el número uno y recibir ese diagnóstico me dio una mayor apreciación de la vida. Cuando algo así se interpone en nuestro camino, el hecho real no es la tragedia. La tragedia es no tomarse el tiempo para entender por qué llegó allí. ¿Qué se supone que debo aprender? ¿Y qué se supone que debo compartir que pueda ayudar a otros que algún día tengan que recorrer un camino similar?

¿Es por eso que decidiste hacer pública tu enfermedad en la televisión?

Para mí, como periodista, fue un momento en que sentí que podía enseñar algo. Sé que se supone que no debemos convertirnos en la noticia, pero fue una forma de mostrarle a la gente que mi enfermedad no me iba a definir.

Háblanos de ese momento

Hicimos un segmento en GMA sobre el desfile de modas de Isaac Mizrahi. Estaba a punto de salir a la pasarela con un vestido largo rojo cuando me miré en el espejo e instintivamente me quité la peluca. Nadie sabía que lo iba a hacer. Yo no sabía que lo iba a hacer. Simplemente fui caminando por la pasarela mientras las luces iluminaban mi cabeza calva. Poco después de eso, escuché a una mujer que dijo que había llorado al ver el programa con su hijita. Dijo que sabía que si algo así le sucedía, podría decirle a su hija: “¿Recuerdas a esa mujer Robin? Ella está bien y tu mamá también estará bien”.

Hablas de la gratitud en relación con el cáncer

No soy alguien que diga: "El cáncer es lo mejor que me ha pasado". No lo fue, pero estoy agradecida de que me haya enseñado a reducir la velocidad, escuchar y abrir los ojos un poco más. Oprah dijo algo muy cierto: esto no cambiará quién eres. Simplemente lo amplificará.

El presidente Obama en el 2012 declaró su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo en una entrevista contigo. Pero tú habías dudado en aceptar la asignación

En ese momento, no había hecho público que era una mujer gay. Entonces, cuando me pidieron que hiciera la entrevista, pensé: "Oh, Dios, la gente se preguntará por qué me eligieron. ¿Voy a quedar en evidencia?". Entonces me dije a mí misma: "Robin, esto no se trata de ti. Se trata de lo que el presidente pueda decir, lo cual podría cambiar la vida de muchas personas". Si fuera más joven, quizás no lo habría hecho. Habría tenido demasiado miedo. Pero como era mayor y debido a mi problema de salud, no iba a dejar que el miedo me alejara de mi destino.

—Entrevista de Hugh Delehanty