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Fraude cometido por un fiduciario puede ser especialmente costoso

Qué hacer si sospechas que un profesional legal o financiero está haciendo uso indebido del dinero de un ser querido.

Hombre con cara de confundido enseña algo en la pantalla de su móvil a una mujer

Getty Images

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Desde el 2012 al 2019, un exabogado y funcionario electo del condado de Belmont, Ohio, llamado Mark Alan Thomas actuó como representante legal para un cliente de edad avanzada, una mujer con demencia que vivía en un centro de cuidados a largo plazo.

Durante ese plazo, según una acusación federal de septiembre del 2021 (en inglés), Thomas usó su estatus para convencer a los bancos, las compañías de seguros y otras entidades que le transfirieran más de medio millón de dólares del dinero de la mujer. El presunto fraude continuó incluso después de haber perdido su licencia de abogado en el 2015.

Según la Oficina Federal de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), el 7% de los casos reportados de explotación financiera de adultos mayores (EFE) involucran a un fiduciario: un abogado, un profesional financiero o un fideicomisario encargado de administrar las cuentas de un adulto mayor. La pérdida monetaria en tales casos es generalmente más de dos veces y medio mayor que en otros casos de explotación financiera de adultos mayores, según un análisis del 2019 de la CFPB (en inglés).  


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Un golpe financiero

(Algunos enlaces en inglés)

Los adultos mayores pierden colectivamente al menos $4,800 millones al año como resultado de explotación financiera denunciado ante autoridades estatales y federales. Pero como la mayoría de los incidentes no se denuncian, el costo verdadero "seguramente empequeñece esa cifra", según un estudio de Comparitech, una empresa de investigación en ciberseguridad.

“A la explotación de adultos mayores se la llama el crimen del siglo XXI”, dice Paul Greenwood, un exfiscal adjunto en el condado de San Diego, California, que se especializaba en fraudes dirigidos a adultos mayores. “Y en muchas formas, eso es vedad, solo por la demografía”.

Para una persona mayor que ha trabajado duro para acumular toda una vida de ahorros, un crimen de ese tipo puede ser devastador. El monto promedio que un adulto mayor pierde en una instancia reportada de EFE es de $34,200, reveló el estudio de la CFPB. En los casos que involucran fiduciarios, la pérdida promedio es de $83,600.

Los fiduciarios que participan en estos delitos eligen a sus víctimas con cuidado, dice Greenwood, quien participó en enjuiciar más de 750 casos de delitos graves de abuso de adultos mayores y dependientes, muchos de los cuales incluían un componente financiero.

“Ellos conocen el estilo de vida del cliente”, dice él. “Ellos conocen los deterioros cognitivos de su cliente. También saben si ese cliente tiene o no familiares que están cerca, o que se mantienen en contacto constante”.

Las habilidades financieras de muchos adultos mayores disminuyen con la edad, lo que los hace aún más vulnerables a un profesional financiero sin escrúpulos, dice Surya Kolluri, directora ejecutiva con la unidad de patrimonio personal y jubilación de Bank of America.

Supervisión de la industria financiera

La gran mayoría de los profesionales financieros no roban de sus clientes y se esfuerzan por velar los intereses de sus clientes. De hecho, ellos son una línea de defensa considerable contra la explotación financiera.

La Ley de Secreto Bancario federal obliga a las instituciones financieras a presentar un informe de actividades sospechosas (SAR) ante la Financial Crimes Enforcement Network (Red contra los Delitos Financieros) del Departamento del Tesoro si detectan actividad cuestionable en la cuenta de un cliente. La CFPB también aconseja que las instituciones denuncien casos ante las autoridades locales, estatales o federales.

La Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA), un grupo de la industria autorizado por el Congreso para proteger los intereses de los inversionistas también cuenta con reglamentos que pueden ayudar a detectar EFE. Por ejemplo, las reglas de la FINRA requieren que las instituciones que son miembro busquen el nombre de un “contacto de confianza” para toda persona que abra una nueva cuenta. 

De esa forma, si la institución detecta actividad sospechosa con respecto a la cuenta o si a un asesor financiero le preocupan las habilidades cognitivas del titular de una cuenta, “[tiene] permiso de contactar” a la persona designada, dice Kolluri.

Lo que pueden hacer las familias

Los expertos recomiendan que familiares y amigos tomen estas medidas para minimizar el riesgo de que un ser querido vulnerable sea estafado por profesionales a quienes han confiado sus finanzas.

Debes estar atento a las señales de alerta

Haz preguntas si un asesor financiero traslada con frecuencia el dinero de un ser querido o recomienda grandes cambios en sus activos o su patrimonio, dice Adam P. Scherer, presidente de Greenbeat Financial, una empresa de planificación financiera en West Hartford, Connecticut.

Una falta de disponibilidad y accesibilidad —por ejemplo, no devolver llamadas— es otra señal importante de advertencia, dice Scherer, que indica, como mínimo, negligencia por parte del profesional financiero.

Alerta a los bancos sobre cambios en la vida

Notifica al banco o a la cooperativa de crédito de un ser querido acerca de cambios en el estilo de vida o el manejo monetario de un ser querido mayor, tales como tener un nuevo cuidador, curador o fiduciario profesional, o acerca de un traslado a un centro de cuidados a largo plazo, aconseja Greenwood.

Pide a la institución, por escrito, “que esté muy atenta a la cuenta de mi madre o la cuenta de mi padre, y si ven algún cambio en algún tipo de patrón de comportamiento, quiero que marquen eso inmediatamente y cumplan su deber de reportarlo a los Servicios de Protección de Adultos”, dice él.

Mantente en contacto con los proveedores de servicios

Ya sea un cuidador, un asesor financiero o un fiduciario profesional, infórmales que la familia desempeña un papel activo en la vida del cliente, dice Greenwood. Haz preguntas como: “¿Qué van a hacer por mis padres?” y “¿Con qué frecuencia van a facturar?”.  

Si es práctico, preséntate a sus oficinas “sin anunciarte, solo para asegurar que las cosas vayan bien”, recomienda él. Si no vives en el área, pídele a un amigo de confianza que lo haga.

Obtén una segunda opinión

Esta opción puede ser costosa, pero si sientes en las entrañas como que algo no está bien con la forma en que el fiduciario de un ser querido está manejando sus finanzas, “pregúntale a tu propio abogado o contador: ‘¿Estos números tienen sentido?’", dice Patrick M. Simasko, abogado especializado en los derechos de los adultos mayores en Mount Clemens, Míchigan.


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Denúncialo

Si crees que tu ser querido ha sido víctima, llama o escribe una carta a Servicios de Protección de Adultos en tu área y notifica a las autoridades locales del orden público.

La clave para detener la explotación financiera de adultos mayores es crear conciencia, dice Greenwood: “Lo que he aprendido a través de los años es que tenemos que seguir difundiendo este mensaje por todos los medios”.

Tamara E. Holmes es una escritora y editora son sede en Washington D.C. Lleva más de dos décadas escribiendo artículos sobre dinero, emprendimiento y carreras laborales. Su trabajo se ha publicado en distintos medios, como USA Today, Working Mother y Essence.

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