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6 pasos para fortalecer tu solicitud de beneficios por incapacidad del Seguro Social

En medio de tiempos de espera récord para las decisiones por incapacidad, estas medidas podrían ayudar a reducir los retrasos y mejorar tus probabilidades de aprobación.


spinner image una mujer mayor en silla de ruedas llena un formulario con un hombre a su lado
Foto montaje: AARP;(Fuente: GettyImages)

La mayoría de las personas probablemente no piensen mucho en los detalles de la solicitud de beneficios por incapacidad del Seguro Social... hasta que los necesitan.

Pero si una enfermedad grave te impide (o a un ser querido) trabajar durante un período prolongado, es importante estar preparado para un proceso de reclamaciones complejo, difícil y que lleva más tiempo que nunca completarlo.

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A finales de la década del 2010, el tiempo promedio de espera para una decisión sobre una solicitud inicial de beneficios por discapacidad fue de unos 120 días. En medio de una escasez de personal, que la Administración del Seguro Social (SSA) atribuye a años de insuficiencia crónica de fondos, agravada por la pandemia, había aumentado a casi el doble, 233 días —más de 7½ meses—, en febrero del 2024. Si se deniega tu reclamación, como ocurre con la mayoría en esta etapa, una apelación puede tardar muchos meses más, o incluso años.

“Hay un margen de mejora en cada etapa del proceso en la vida de una reclamación, y hay dificultades en cada paso”, dice la abogada Amy Marinacci, especialista del Seguro Social con la organización sin fines de lucro Legal Council for Health Justice en Chicago.

La SSA administra dos tipos de beneficios por incapacidad. El Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI) está disponible para la mayoría de los trabajadores, independientemente de sus circunstancias financieras, con pagos mensuales basados en ganancias pasadas. La Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) es un beneficio de red de seguridad con un pago establecido a nivel federal para las personas con ingresos y activos muy limitados que tienen una discapacidad, son ciegas o tienen 65 años o más.

Si bien estos programas difieren de maneras importantes, usan los mismos criterios para determinar si un solicitante reúne los requisitos según la definición de incapacidad del Seguro Social; en esencia, una enfermedad que es lo suficientemente grave como para evitar que trabajes por lo menos un año o que probablemente cause la muerte. Estas normas requieren documentación exhaustiva de las circunstancias médicas del solicitante y, a menudo, múltiples capas de apelaciones. Estos consejos pueden mejorar tus probabilidades de una espera más corta y una reclamación exitosa.

1. No esperes a presentar la solicitud

Cuando una enfermedad o lesión grave altere tu capacidad de trabajar, entrega una solicitud al sistema, incluso si aún no has comenzado a recopilar pruebas.

“Quieres presentar una declaración de inmediato para ponerte en fila”, dice Christopher Doherty de Doherty Cella Keane, de Beverly, Massachusetts, un bufete de abogados especializado en discapacidad del Seguro Social. Dice que un caso nuevo puede tardar “muchos, muchos meses” en solo ser asignado a un examinador de discapacidad, durante el cual los solicitantes pueden recopilar informes médicos para su presentación posterior.

2. Obtén ayuda legal desde el principio

“Es un proceso complicado y las personas a menudo se sorprenden cuando se deniega su reclamación”, dice Steve Weiss, abogado administrativo regional del despacho del Seguro Social en Bay Area Legal Aid en Oakland, California. “Un abogado realmente puede ayudarte a navegar el proceso y asegurar que el Seguro Social tenga la información que necesita para tomar una decisión adecuada”.

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Contratar a un abogado o defensor profesional de personas discapacitadas (alguien que no es abogado que cumple con los criterios establecidos por la SSA para representar a los solicitantes), o trabajar con una organización de ayuda legal sin fines de lucro, es la manera más segura de evitar brechas y errores que podrían retrasar o arruinar tu reclamación. Un representante profesional puede monitorear cada paso del proceso por ti, y asegurarse de que la documentación sea correcta, trabajar con los médicos para recopilar registros críticos y comunicarse con la SSA en tu nombre.

“Los abogados tienen acceso a lo que llaman el registro electrónico expreso y podemos subir los registros electrónicamente, pero si presentas la solicitud por tu cuenta, tendrías que presentar esta documentación a la antigua, enviándolas por fax o llevándolas a la oficina local del Seguro Social”, dice Doherty.

Un estudio del 2022 realizado por la Oficina Nacional de Investigación Económica sin fines de lucro descubrió que tener un abogado o defensor profesional temprano en el proceso aumentó la probabilidad de obtener una decisión positiva sobre una reclamación inicial de beneficios en un 23% y redujo el tiempo total de procesamiento de casos en casi un año, en gran parte porque ganar en la primera etapa significa evitar un largo proceso de apelación.

Los abogados privados especializados en materia de discapacidad generalmente ofrecen una consulta inicial gratuita y, si aceptan tu caso, no cobran cargos por adelantado. Más bien, reciben el pago si ganas, cobrando una parte del “pago atrasado”, es decir, los beneficios vencidos que datan del momento en que la SSA determina que te quedaste incapacitado. El Seguro Social generalmente limita la tarifa al 25% de los pagos retroactivos o $7,200, la cantidad que sea menor.

La Organización Nacional de Representantes de Solicitantes al Seguro Social opera un servicio de referencia (en inglés) que puede ayudarte a encontrar un abogado o defensor en tu área. Las asociaciones de abogados estatales y locales (en inglés) también pueden conectarte con especialistas en discapacidad.

3. Preocúpate por los detalles

En el 2021, la SSA rechazó más de 709,000 solicitudes iniciales de beneficios por incapacidad sin siquiera evaluar la salud del solicitante. Estas “negaciones técnicas” podrían surgir de problemas no médicos con los requisitos —por ejemplo, un historial laboral demasiado corto para calificar para el SSDI o recursos financieros por encima del límite de la SSI—, pero también pueden deberse a documentos inexactos o incompletos.

“El Seguro Social hace que las solicitudes y el proceso de presentación sean lo suficientemente difíciles para que muchas personas no puedan seguir las reglas, lo que permite que el personal de la SSA niegue técnicamente incluso cuando muchos de esos solicitantes cumplen con los requisitos [desde un punto médico]”, dice Joshua Eyestone, abogado de Heard & Smith, una empresa de San Antonio que se especializa en casos de discapacidad.

Algo tan simple como dejar una pregunta sin responder o perderse una solicitud de información adicional puede provocar un retraso en el procesamiento, dice.

Las negaciones técnicas se han vuelto considerablemente más comunes en los últimos años. En el 2001, por cada 8.4 solicitudes de SSDI hubo una denegación técnica, según datos de la SSA. En el 2021, el año más reciente para el que se dispone de datos detallados sobre los resultados de las reclamaciones, la proporción fue de aproximadamente 2.4 a 1.

4. Asegúrate de que los registros médicos estén completos

“Les digo a los clientes que no necesariamente reciben beneficios por ser discapacitados, sino que reciben beneficios por poder demostrarlo”, dice Weiss. Eso significa proporcionar documentación detallada de tu enfermedad y cómo afecta tu vida laboral.

“No es cuestión de decir, 'Tengo este diagnóstico, así que no puedo trabajar'”, dice. “Se trata de la enfermedad. 'Tengo hipertensión o fibrilación auricular, lo que provoca fatiga', o 'Tengo más dificultad para concentrarme y necesito descansos más frecuentes'”.

Los datos que proporciones deben ser exhaustivos y completos. Solo obtener un resultado de la sala de emergencias o de una visita a un consultorio de urgencias no es suficiente, dice Weiss. Haz copias de los resultados de las pruebas, los registros de tratamiento y los informes de los médicos de las visitas al consultorio. Asegúrate de que el Seguro Social haya recibido todo registro que hayas presentado en lugar de esperar a que te digan que las cosas están progresando.

Ayuda tener un médico de atención primaria al que visitas con regularidad; alguien que conoce tu situación y cómo limita tu capacidad de trabajar. Tu abogado puede solicitar declaraciones juradas de tus médicos para presentarlas si el caso llega a la etapa de audiencia ante un juez de derecho administrativo, donde la SSA puede llamar a sus propios expertos médicos o vocacionales como testigos.

“Me encantaría que el médico que atiende a un [cliente] apareciera en cada audiencia”, dice Doherty, “pero la realidad es que están demasiado ocupados y podrían requerir pago. No es práctico. Depende de los registros médicos y del propio testimonio del solicitante sobre cómo lo afecta”.

5. Comunícate con tu representante del Congreso

Si una reclamación se está tardando sin que sepas nada de la SSA, comunícate con tu congresista, quien puede ayudarte o asistir a tu abogado a averiguar por qué (pero que no puede influir en el resultado).

“El momento de usar esta estrategia es cuando te topas con una pared con el Seguro Social y el caso se congela sin razón aparente”, dice Eyestone. “Ahí es cuando acudes a una oficina del Congreso en nombre del cliente. Consiguen que el archivo se mueva un poco. No cambiará si ganan o pierden”.

Puedes usar el directorio de la Cámara de Representantes de EE.UU. (en inglés) para encontrar el sitio web oficial de tu congresista. Busca un menú llamado “Servicios” o “Servicios a los votantes” y haz clic en el enlace para obtener ayuda con una agencia federal para obtener instrucciones sobre cómo enviar una petición. Algunos miembros proporcionan información específica sobre asuntos del Seguro Social. Por ejemplo, el representante Henry Cuellar, de Texas, invita a los electores a comunicarse con su oficina sobre las reclamaciones por discapacidad, con la advertencia de que “hay límites a lo que puedo hacer”.

“A petición mía, los funcionarios del Seguro Social señalarán un caso en particular y me mantendrán actualizado durante todo el proceso. Esta comunicación realmente puede ayudar a una persona a entender lo que está sucediendo con su caso, para que pueda tomar otras decisiones con respecto a su vida y familia”, dice Cuellar en el sitio, pero agrega que no puede actuar como “representante” de un solicitante de discapacidad ni anular una decisión de la SSA.

6. Reduce el papeleo

Si estás apelando una denegación de reclamación inicial, tienes opciones para prescindir de parte de la burocracia con la esperanza de obtener un resultado más rápido.

Por ejemplo, se requiere que el Seguro Social te notifique al menos 75 días antes de una audiencia programada con un juez de derecho administrativo, pero es posible que puedas obtener una fecha más temprana al prescindir del aviso de 75 días. Solo asegúrate de estar completamente preparado para presentar tu caso antes si es necesario.

Si crees que tu caso es lo suficientemente fuerte, tal vez puedas saltarte la audiencia por completo al buscar una decisión “en acta”; en esencia, pedirle al juez que revise las pruebas y tome una decisión sin un procedimiento formal. El juez puede otorgar beneficios basados en la revisión o decidir continuar con la audiencia.

Un solicitante que pueda mostrar una “necesidad extrema” —una amenaza inmediata para la salud o la seguridad porque el individuo no tiene dinero para comida, refugio o atención médica— puede pedir que se le adelante en la fila la audiencia.

Algunos veteranos militares y personas con ciertas enfermedades graves o terminales pueden reunir los requisitos para la toma de decisiones aceleradas sobre los beneficios, pero en estas situaciones el Seguro Social destaca las solicitudes para su proceso acelerado; no es necesario que tomes ninguna acción.

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