Los viajes de invierno a través del Atlántico con frecuencia culminan en mercados navideños, esquí y la contemplación de las auroras boreales en las zonas más altas del continente. Pero los viajeros que busquen un clima más cálido y escapadas con poca gente también pueden encontrarlos. Eso sí, no olvides llevar un suéter; en el sur de Europa, hasta en los climas templados puede llegar a hacer frío.
Tavira, Portugal
El Algarve, en el sur de Portugal, es conocido por su costa escarpada, donde enormes acantilados caen al cálido Atlántico y playas de arena blanca se deslizan en aguas de color turquesa. La ciudad ribereña de Tavira, a unas 16 millas de la frontera con España, es el campamento base ideal para unas vacaciones de invierno en esta zona por sus lugares históricos, sus preciosas playas y su situación estratégica, dice Betsy Ball (60 años), cofundadora y socia de Euro Travel Coach. "Además, es una de las ciudades más bonitas del Algarve". Tavira, que fue un puerto fundamental en la antigüedad, es famosa por su arquitectura árabe y sus lugares de interés cultural, como el puente romano de siete arcos que cruza el río Gilão, aún intacto. La pequeña ciudad también cuenta con más de 30 iglesias, ruinas de castillos, calles empedradas y un pintoresco pueblo antiguo. Los senderos atraviesan bosques y rutas costeras. "El clima en invierno es realmente agradable para el senderismo", dice Ball.
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Más allá de Tavira, los viajeros descubrirán pequeñas ciudades junto a la playa, islas accesibles en ferri y mariscos excepcionales, señala Ball. Como la mayoría de los visitantes del Algarve vienen en verano, los viajeros de invierno tendrán menos opciones de hoteles y restaurantes, pero los que están abiertos todo el año son frecuentados por los lugareños. "Portugal es absolutamente maravilloso en hospitalidad", afirma Ball. "La gente es excepcional y amable, y le encanta compartir su cultura".
Jerez de la Frontera, España
También conocida simplemente como Jerez, es la capital española del jerez y una delicia gastronómica. "No me gustaba el jerez hasta que visité esta zona y cambié de opinión", dice Ball. El jerez es un vino fortificado que procede de esta región ("sherry" es la versión inglesa de la palabra "jerez"). Los viajeros pueden visitar los lugares donde se produce y participar en catas. Jerez es igualmente famosa por su floreciente tradición flamenca, centrada en la música y el baile tradicionales españoles; el festival flamenco de invierno en la ciudad ofrece dos semanas de interpretaciones y de clases. Jerez es también sede de la Fundación Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, un centro de equitación de renombre mundial.
Más allá de los límites de la ciudad se encuentra el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, conocido por sus inmensas vistas montañosas y sus abundantes rutas de senderismo. Ve más lejos para visitar otros "pueblos blancos de las colinas", llamados así por los edificios pintados de blanco diseñados para mantenerse frescos en el abrasador verano. "Esta es la parte de Andalucía en la que puedes sumergirte en la cultura y visitar lugares con un aire más auténtico y local", dice Ball. "Podrías pasar meses aquí y aun así no verlo todo".
Uzès, Francia
El sur de Francia está inundado de olivares, campos de lavanda y ciudades medievales. Si añadimos el suave clima mediterráneo, la Provenza ( la región costera del sureste de Francia) es un destino ideal de clima cálido. Uzès es una encantadora ciudad al noroeste de Marsella, pero sin el ajetreo de esa ciudad ni las multitudes. "Los franceses hacen muy bien la comida y el vino, y Uzès no es una excepción", dice Ball. En los mercados artesanales encontrarás vendedores de verduras y frutas frescas, quesos y mucho más. Las calles estrechas y empedradas y las carreteras serpenteantes se remontan a la ocupación romana del siglo I. Célebre por la conservación de sus monumentos antiguos, su arquitectura y su arte, Uzès fue también el punto de origen del acueducto romano del valle del Eure, de 52 kilómetros de longitud, que transportaba agua de Uzès a Nimes; los visitantes pueden maravillarse ante las habilidades de ingeniería en el puente del Gard, ruinas del acueducto que transportó agua durante cinco siglos. Mientras estés allí, explora las ciudades cercanas, como Nimes, famosa por su anfiteatro romano. Los viajeros más intrépidos pueden optar por la bicicleta, ya que las pintorescas carreteras son perfectas para el ciclismo durante todo el año. Y no debes preocuparte por estar en forma para pedalear. "Las bicis eléctricas son muy populares en la región", dice Ball, "y contribuyen a que los recorridos y las cuestas sean más fáciles".
Opatija, Croacia
Esta ciudad del Adriático lleva más de un siglo atrayendo a los europeos por su aire y sus aguas saludables, dice Wanda S. Radetti, fundadora de visitcroatia.com. "Era el patio de recreo de Europa antes de que la Costa Azul se hiciera tan popular". Pasea por el Lungomare, un paseo marítimo de unas 7 millas que conecta Opatija con otros pueblos pesqueros de la costa. Terminado en 1911, el Lungomare encarna el renombre de Opatija como lugar de retiro de finales del siglo XIX, ya que atraviesa arboledas exuberantes de encinas y laurel. Durante todo el año, los aceites de la magnolia y el laurel perfuman el aire, dice Radetti. Abundan las pastelerías croatas y, en invierno, las ostras son una especialidad local. Además de las bellezas naturales y artificiales, los visitantes invernales de Opatija, y de Croacia en general, se asombrarán por la luz que se refleja en el agua y en los acantilados. "Lo llamamos 'iluminación', y es absolutamente hermoso", dice Radetti. Aunque Croacia ha experimentado un repunte del turismo en los últimos años, las cifras van a la zaga de otros destinos europeos, lo que significa que los visitantes invernales tendrán muchas oportunidades de experimentar la auténtica hospitalidad croata.
Antes de viajar a Europa...
Renueva tu pasaporte con anticipación. Según los agentes de viajes Mike Salvadore y Connie Antinopoulos, la regla general es renovarlo si caduca menos de seis meses después de la fecha de regreso del viaje. Destina unos dos meses para el proceso de renovación. Por $60 más, puedes elegir el servicio acelerado; eso recortará aproximadamente un mes.
Solicita una autorización de viaje. A partir del 2025, se les exigirá a las personas de Estados Unidos que viajen a Europa. Los turistas pueden solicitar la autorización de $8 por internet a través del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). La autorización es válida hasta por tres años.
Prepara tus tarjetas. Si aún no lo has hecho, actualiza tus tarjetas de crédito para que puedas pagar con un toque; gran parte de Europa ha adoptado las transacciones sin efectivo y sin contacto. Cuando utilices una tarjeta, paga siempre en la moneda local; así obtendrás el tipo de cambio más favorable. Lleva algunos euros para las transacciones más pequeñas, como en los mercados.
Descarga una aplicación de traducción. El inglés se habla mucho en Europa, pero quizá quieras descargar una aplicación de traducción a tu teléfono por si acaso. Intenta usarla antes de viajar, para que te sientas cómodo utilizándola sobre la marcha. —Julie Goldenberg