Millones de fumadores más necesitan pruebas de detección de cáncer de pulmón, incluso décadas después de dejar el hábito

La detección precoz es la clave para salvar vidas

El cáncer de pulmón es el cáncer más letal del país, según el Instituto Nacional del Cáncer. Se calcula que en el 2023 se diagnosticarán 238,340 casos nuevos y que unas 127,070 personas morirán por la enfermedad.

El cáncer puede aparecer en cualquier persona a cualquier edad; sin embargo, fumar cigarrillos es el factor de riesgo principal y se vincula con alrededor del 80 al 90% de las muertes por cáncer de pulmón. Además, la mayoría de los pacientes con un diagnóstico de esta enfermedad son mayores de 65 años.

El cáncer de pulmón es particularmente traicionero porque no causa síntomas hasta que alcanza una etapa avanzada, que es cuando es más difícil de tratar. Karam-Hage dice que en los estudios de gran escala, la detección precoz puede conducir a una mejora del 20 al 25% en las tasas de supervivencia y dar como resultado menos muertes por cáncer de pulmón.

Pero un informe del 2022 de la Asociación Americana del Pulmón halló que solo el 5.8% de los que reúnen los requisitos para la prueba de detección se someten a ella. La tasa de detección es de apenas el 1% en algunos estados.

Smith, de la Sociedad Americana contra el Cáncer, dice que aunque los casos y las muertes por cáncer de pulmón siguen cayendo porque hay menos fumadores y por los avances en los tratamientos, “tenemos que mejorar” y la actualización de las pautas “es un paso en la dirección acertada”. Alrededor de 19 millones de personas se beneficiarían de la prueba de detección anual de cáncer de pulmón, en función de las últimas recomendaciones.

¿Te corresponde? Habla con tu médico

Si ahora encajas en el grupo apto para la prueba de detección de cáncer de pulmón según las nuevas recomendaciones, comienza hablando con tu médico de atención primaria aunque no hayas fumado en mucho tiempo, aconseja Karam-Hage.

“Tradicionalmente, se creía que después de 15 años sin fumar, el riesgo de cáncer de pulmón caía a un nivel en el que la detección ya no era costoefectiva. Sin embargo, los nuevos datos sugieren que aunque el riesgo de cáncer de pulmón en exfumadores disminuye, el riesgo de neoplasias malignas por la edad aumenta”, señala Karam-Hage.  

Las pautas actualizadas de la ACS se alinean más con las del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU., que suelen influir en la cobertura de seguros, pero aún se diferencian en cuanto al requisito de años de haber abandonado el hábito. Las pautas actuales (en inglés) del grupo de trabajo, emitidas en el 2021, dicen que los adultos de entre 50 y 80 años con un antecedente de consumo de cigarrillos de 20 años-paquete, y que fuman actualmente o han dejado el hábito en los últimos 15 años, deben hacerse la prueba de detección de cáncer de pulmón.  

La Parte B de Medicare cubrirá la prueba de detección de cáncer de pulmón con una tomografía computarizada de baja dosis una vez por año para las personas de entre 50 y 77 años que fuman ahora o dejaron de fumar en los últimos 15 años y tienen un antecedente de 20 años-paquete. Los pacientes deben tener una orden de su médico o de un profesional de la salud y no presentar síntomas de cáncer de pulmón. Los que tienen seguro privado deberían consultar con su aseguradora sobre la cobertura y los posibles costos de bolsillo de su plan.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades describen la tomografía computarizada de baja dosis como una prueba no invasiva, en la que el paciente se acuesta y lo mueven a través de una máquina de rayos X en forma de dona, mientras contiene la respiración. El estudio toma varias imágenes de rayos X de los pulmones y puede ayudar a identificar posibles anomalías en el tejido pulmonar.

Existen algunos riesgos con esta prueba, como la posibilidad de resultados falsos positivos, que pueden llevar a más tomografías o procedimientos invasivos, dice Karam-Hage. Según la Asociación Americana del Pulmón, entre el 12 y el 14% de las tomografías para detectar cáncer de pulmón producen un falso positivo, alrededor del mismo porcentaje que las mamografías.

“Es esencial sopesar estos riesgos contra los beneficios y, en mi opinión, las ventajas superan los posibles inconvenientes”, señala Karam-Hage.