Este es el mayor error que cometemos al planificar la jubilación

Los últimos integrantes de la generación baby boomers se están acercando a la jubilación, y se espera que el último cruce la línea de meta (o al menos cumpla 65 años) para el 2030. Como jubilada relativamente nueva, casi puedo garantizar que estas personas ya duermen con una libreta y un lápiz junto a sus camas, para que cuando se despierten a las 2 a.m., puedan “hacer sus evaluaciones” por enésima vez; es decir, calcular cuánto han ahorrado para la jubilación y si será suficiente.

Y ahí está el problema con la manera en que planeamos la jubilación: nos concentramos en el dinero casi exclusivamente e ignoramos lo demás. Pensamos poco en los cambios emocionales y prácticos que se avecinan después de que nos alejamos de nuestro trabajo. Para quienes les preguntan: “¿Qué vas a hacer cuando te jubiles?”, la respuesta estándar suele ser una versión de “relajarse, viajar y pasar tiempo con los nietos”.

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Déjame decirte ahora: no será así. La relajación puede volverse rápidamente en aburrimiento; viajar es costoso y agotador físicamente, y todas tus plantas domésticas estarán secas cuando llegues a casa. Consentir a los nietos pronto puede convertirse en un arma de doble filo, especialmente cuando te encuentras como su niñera sin paga y de guardia.

La jubilación también puede ser un cambio alarmante con respecto a las rutinas laborales de mucho tiempo. Los empleos no solo nos dan un sueldo; también nos proporcionan una red de amigos, la oportunidad de ejercitar nuestro cerebro y una razón para salir de la casa. El trabajo nos ofrece la oportunidad de mantenernos relevantes, ser productivos y proporciona una audiencia para nuestras opiniones. Los empleos nos ayudan a identificarnos. Aquellos con una relación de “yo soy lo que hago” con el trabajo probablemente tendrán más dificultades en la jubilación.

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En cuanto a ese último punto, me declaro completamente culpable. Recuerdo decirle a alguien que una de las mejores partes de trabajar en un periódico prominente, y más tarde en el sitio web de Vanguard News, fue poder decirle al extraño en el asiento de avión junto a mí a lo que me dedicaba y ver su mirada de asombro. ¿Esa Ann superficial podría sobrevivir a la jubilación?

La respuesta es no, no fue así. Yo fui uno del 3.2% de los jubilados que, según un análisis realizado por Indeed Employing Lab (en inglés), regresaron a un empleo remunerado dentro de un año después de dejar mi empleo a tiempo completo. Eso se traduce en unos 1.5 millones de jubilados.