Vicente Fernández, un gigante de la música popular
Una mirada a la vida y carrera del ícono mexicano fallecido a los 81 años.
por: Ernesto Lechner, 12 de diciembre de 2021
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Amor al canto
Nació el 17 de febrero de 1940, hijo de un ranchero llamado Ramón Fernández. Su madre, Paula Gómez de Fernández, era ama de casa. Tenía solamente 14 años cuando ganó un concurso para aficionados en Guadalajara y empezó a cantar en restaurantes y las bodas de sus amigos. Dejó la escuela al terminar quinto grado, pero siempre decía que fue mucho todo lo que aprendió de la vida misma. En 1960 decidió dedicarse enteramente a la música, presentándose en el programa televisivo La Calandria Musical, donde ganaba 35 pesos por aparición.
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Un hombre de familia
En 1963, la madre de Vicente falleció de cáncer. Tenía solamente 47 años. Meses más tarde, El Chente se casó con una vecina de Guadalajara: María del Refugio Abarca Villaseñor, conocida como ‘Cuquita’. Sería la madre de sus cuatro hijos (la sobrina que criaron y adoptaron, Alejandra, y los tres varones, Vicente Jr., Alejandro y Gerardo, aquí con sus parejas en 1995), el amor de su vida y la persona que lo acompañaría fielmente hasta el final de sus días. Le dedicaría muchas de sus canciones.
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Sus inicios
Los amigos de Vicente lo convencieron de que se mudara a la capital mexicana en busca de nuevas oportunidades. A fines de 1965 empezó a presentarse en las discográficas, pero lo rechazaron unánimemente. En los estudios CBS se acercó a un mariachi que estaba trabajando con otro cantante y le suplicó que lo acompañara en un par de canciones para que los ejecutivos de la compañía pudieran escucharlo. Cuando terminó de cantar, uno de ellos le recomendó que se dedicara a vender cacahuetes, porque la parecía que su voz no tenía suficiente registro.
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El camino al éxito
La suerte del Chente cambió de la noche a la mañana el 19 de abril de 1966, cuando falleció Javier Solís. En el espacio de trece años, la música y el cine de México habían perdido también a Jorge Negrete y Pedro Infante. Era necesario que apareciera un cuarto gallo de la cultura mexicana, y fue entonces que las disqueras recordaron al joven cantante que causaba furor en los cabarés de Guadalajara. Vicente recibió telegramas con ofertas y decidió firmar su primer contrato con CBS México en el verano de 1966.
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Fiel a sus fans
El 24 de agosto de 1970, Vicente visitó a su padre en el hospital horas antes de presentarse en el Teatro Blanquita de la Ciudad de México. Minutos antes de subir al escenario, le avisaron que había fallecido inesperadamente. Queriendo cumplir con su deber profesional, El Chente comenzó su concierto interpretando “Los laureles” mientras las lágrimas cubrían su rostro. Cuando terminó su presentación y el animador anunció lo que había sucedido, el público lo ovacionó durante varios minutos.
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Nace un clásico
La consagración definitiva llegó en 1976, cuando Vicente grabó un tema del compositor Fernando Z. Maldonado. Gracias a una apasionada interpretación del Chente, “Volver, volver” se convirtió en clásico de la música ranchera y el cantante trascendió finalmente las barreras de su patria para convertirse en uno de los artistas más populares del continente americano. Al año siguiente recibió la distinción de “Mister Amigo” en la ciudad de Brownsville, Texas.
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Los Tres Potrillos
En 1980, Vicente construyó un rancho de 500 hectáreas cerca de Guadalajara bautizado Los Tres Portillos en honor a sus tres hijos varones, que crecieron allí junto a Alejandra. El mayor, Vicente Jr. debutó en los escenarios de niño junto a su padre y hasta apareció en dos de sus películas. En 1998, la familia Fernández sufrió la peor tragedia de su vida cuando Vicente Jr. fue secuestrado durante más de cuatro meses. Su liberación fue negociada y el primogénito regresó sano y salvo a su hogar.
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Ejemplo a seguir
El hijo menor del Chente, Alejandro Fernández nació en 1971 y dio sus primeros pasos en la música siendo todavía un niño. Luego de estudiar arquitectura, se dedicó de lleno a la música y editó su primer LP en 1992. Al principio siguió el estilo de su padre con un sonido tradicional apoyado en las texturas del mariachi. Con el tiempo incursionó en el género pop, la balada y el bolero. Sin alcanzar el éxito descomunal de su padre, ha vendido más de quince millones de discos. Ahora la tercera generación comienza a abrirse paso en la música con Alex Fernandez Jr. siguiendo los pasos de su padre y abuelo
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Chente, la estrella
En 1983, Vicente lanzó el primero de varios LPs que superarían un millón de discos vendidos. El 15 de septiembre de 1985, 54,000 personas disfrutaron de su presentación en la Plaza de Toros de la capital mexicana. Las siguientes tres décadas estuvieron llenas de conciertos y grabaciones. El Chente ganó dos premios Grammy, ocho Grammys Latinos y en el 2010 superó los 75 millones de discos vendidos en todo el mundo. En noviembre de 1998 recibió una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood.
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Retiro épico
Cuestionado por la prensa en cuanto a un posible retiro, Vicente anunció en febrero del 2012 su intención de realizar una extensa gira mundial para despedirse de sus admiradores. Su último concierto —el 16 de abril del 2016 en el Estadio Azteca— fue un evento épico y sentimental, con un Chente visiblemente emocionado interpretando más de 45 canciones. Lejos de abandonar la música, continuó lanzando nuevas grabaciones hasta el final de su vida, el 12 de diciembre del 2021, cuando tenía 81 años. Su inmensa discografía, variada y polifacética, nos permitirá recordarlo como un eterno gigante de la música popular.