Cómo convertirte en agente inmobiliario si tienes más de 50 años

2. Aprueba el examen para la licencia

Inicialmente, Beauchamp obtuvo la licencia de agente inmobiliario porque la alentó un amigo. Su amigo era un agente inmobiliario a quien Beauchamp le enviaba regularmente otros amigos que necesitaban sus servicios. Una noche en que Beauchamp hizo una reunión en su casa, señaló un auto lujoso estacionado afuera. Su amigo —el agente— le dijo que los clientes que ella le había enviado habían pagado ese auto. Beauchamp decidió tomar las 45 horas de clase previas a la licencia que requería su estado y aprobó el examen.

Generalmente, las licencias las otorgan agencias gubernamentales en el estado o territorio donde se venderán o comprarán las propiedades inmobiliarias. La Asociación de Estudios Jurídicos de Licencias Inmobiliarias (en inglés) lpublica una lista de esas entidades.

3. Conoce tus opciones

Cuando Vickey Barron —ahora corredora de bienes raíces en Compass Real Estate, en Nueva York— se mudó de California a Nueva York, también decidió iniciar una nueva carrera en el área inmobiliaria. Fue una decisión osada, considerando que se mudaba a un lugar donde no conocía a nadie. Siempre había tenido interés por el mercado inmobiliario y la arquitectura, y pensó que esa sería una forma de conocer la ciudad con las “botas sobre el terreno”. “En la entrevista, dije: ‘Entiendo de negocios y resolución de problemas y entiendo a las personas, y encontraré alguna solución creativa’”, recuerda. La compañía asumió un riesgo al aceptarla, y ella cree que su experiencia ayudó. “De verdad pienso que cuando tienes un poco más de experiencia y madurez y haces esta transición, y abres un nuevo capítulo en tu vida, realmente se presenta una oportunidad”.

Los agentes inmobiliarios también pueden especializarse dentro de su profesión, dice Beauchamp. Por ejemplo, ella comenzó como agente de referencias y cobraba por los clientes que derivaba a otros agentes. Un agente inmobiliario puede representar a compradores o vendedores, o especializarse en vecindarios o regiones específicas. También hay certificaciones avanzadas y varias trayectorias profesionales que los agentes pueden seguir si lo desean, como ser corredores de bienes raíces comerciales o industriales.  

4. Desarrolla tu base inmobiliaria

Barron sabía que para diferenciarse en un mercado competitivo tendría que especializarse. Por lo tanto, se concentró en un edificio de apartamentos. Llegó a conocer todos los detalles del edificio, desde el plano de las unidades hasta los matices de su historia. Al hacerlo, se convirtió en la persona a quien acudir para comprar o vender en esa propiedad. A partir de allí, 

Beauchamp y Barron concuerdan en que, si bien la actividad inmobiliaria puede ser una opción flexible como carrera, es algo que requiere tiempo y esfuerzo. “Comenzar como agente inmobiliario no es un trabajo a medio tiempo”, dice Barron. Ella estima que trabajar uno o dos días a la semana probablemente permita vender solo una o dos casas al año. Pero si eres una persona motivada y puedes aprovechar el gran material educativo que existe sobre cómo establecer un negocio inmobiliario —y aplicar las lecciones—, ella afirma que la carrera ofrece la oportunidad de tener más control sobre tus horarios. Beauchamp dice que eso puede ser especialmente importante para las personas de la “generación sándwich”, que hacen malabares entre el cuidado de los hijos y el cuidado de los padres u otros familiares de edad más avanzada. En su caso, la flexibilidad de su carrera le permitió cuidar de sus padres cuando estuvieron enfermos y la necesitaron. No obstante, advierte que de todos modos es necesario estructurar el negocio correctamente.

5. Establece relaciones con corredores de bienes raíces y clientes

Si decides iniciarte en la actividad inmobiliaria, puedes crear las condiciones para tener éxito de varias maneras. Cuando Beauchamp decidió dar el salto, se sentó y creó un plan de negocios. Eso fue hace veinte años, y dice que el proceso la ayudó a comprender las cifras de ventas que debería lograr para poder vivir. Tanto Beauchamp como Barron dicen que también es buena idea contar con ahorros que ayuden a cubrir el primer año, cuando las ventas pueden ser lentas.

Barron agrega que aprender con un corredor de bienes raíces establecido puede ser una buena manera de abrirte camino en el sector. Si bien el mercado inmobiliario ofrece la oportunidad de trabajar por tu cuenta, formar parte de un equipo puede ser útil para establecerte y familiarizarte con la actividad. También recomienda utilizar la tecnología, como la inteligencia artificial generativa, para ayudarte en el negocio. Dice que la tecnología puede ayudar a crear mensajes de correo electrónico y otras comunicaciones con los clientes con mayor rapidez (solo debes asegurarte de editar y verificar lo que genera la inteligencia artificial).

Y, por supuesto, haz que tu red trabaje para ti. A pesar de que la mayoría de los contactos de Barron estaban en California, ella pudo enfocarse en establecer contactos y hacerse conocer como una experta en su edificio. Las derivaciones de Beauchamp a otros agentes fueron lo que la introdujeron inicialmente al negocio. Y los clientes que retornan pueden ayudar a colocar un negocio de transacciones inmobiliarias sobre una sólida base financiera.

Si estás pensando en planificar una transición profesional hacia las operaciones inmobiliarias, la asociación de agentes inmobiliarios ofrece recursos para ayudarte a comenzar, obtener créditos por enseñanza continua y credenciales avanzadas, y mantenerte al día con las tendencias. Comunícate con la agencia estatal que otorga licencias inmobiliarias e infórmate sobre los requisitos necesarios para vender bienes raíces en tu estado.

Teniendo en cuenta la mediana de edad de los agentes inmobiliarios actualmente, la flexibilidad que ofrece la carrera y el valor de una red robusta, los profesionales experimentados que enfrentan discriminación por edad en su lugar de trabajo podrían encontrar una nueva oportunidad profesional que los reciba con los brazos abiertos mientras avanzan —y hacen la transición— hacia la jubilación.