Esto es lo que debes saber sobre el coronavirus
Las subvariantes altamente contagiosas de ómicron circulan por todo Estados Unidos.
Últimos detalles
Nuevas pruebas para hacer en el hogar que detectan la COVID y la gripe. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha autorizado una prueba para uso en el hogar, disponible sin receta médica, que puede detectar en unos 30 minutos con un hisopo nasal tanto la influenza tipo A como la B (también conocida como la gripe) y la COVID-19. La prueba para detectar la COVID-19 y la gripe de Lucira es la primera de su tipo y es un “un hito importante para lograr que más consumidores tengan acceso a pruebas de detección que pueden hacerse totalmente en casa”, dijo el Dr. Jeff Shuren, director del Centro de Dispositivos Médicos y Salud Radiológica de la FDA.
Los CDC agregan las vacunas contra la COVID al programa de vacunación recomendado para los adultos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han agregado las vacunas contra la COVID-19 a su programa de vacunación recomendado para adultos y niños. El programa actualizado, publicado el 10 de febrero en un Morbidity and Mortality Weekly Report (Informe semanal sobre morbilidad y mortalidad), también refleja cambios en las recomendaciones sobre la vacuna contra la gripe. De ahora en adelante, los adultos mayores deben recibir lo que a menudo se conoce como una vacuna de alta dosis contra la gripe. Puedes encontrar el programa de vacunación actualizado para adultos (en inglés) en el sitio web de los CDC.
Terminará la emergencia de salud por COVID-19. La emergencia de salud pública por la COVID-19 terminará el 11 de mayo, lo que pondrá fin oficialmente a la pandemia de coronavirus. Pero para las personas que tienen Medicare, Medicaid o seguro privado, muchos de los beneficios que han estado en vigor durante los tres años de la crisis de salud seguirán vigentes. En un proyecto de ley de gastos de fin de año aprobado en diciembre, el Congreso extendió la expansión de algunos servicios de telesalud de Medicare hasta fines del 2024. Según su cobertura, los beneficiarios de Medicare y las personas con seguro médico privado pueden incurrir algunos costos de bolsillo por las pruebas de COVID y ciertos tratamientos asociados con la enfermedad.
Las vacunas de refuerzo bivalentes son eficaces contra las variantes más recientes. Los refuerzos bivalentes recién actualizados contra la COVID-19, diseñados para combatir las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5 que estaban en circulación en el verano y el otoño, son eficaces para prevenir la enfermedad leve causada por algunas de las variantes más nuevas, incluida la XBB.1.5, que ahora es la cepa dominante en Estados Unidos. Un nuevo informe (en inglés) de los CDC encontró que las llamadas vacunas bivalentes reducen el riesgo de una infección sintomática casi a la mitad en los adultos de 18 a 49 años. Los refuerzos fueron un 40% eficaces contra los síntomas de una infección por coronavirus entre las personas de 50 a 64 años, y un 43% eficaces entre las personas de 65 años o más.
Las personas en el país pueden solicitar al Gobierno más pruebas caseras de detección de COVID sin costo. El Gobierno federal ha reiniciado su programa gratuito de pruebas en el hogar. Todos los hogares del país pueden solicitar cuatro pruebas caseras gratuitas en covidtests.gov; el envío también es gratis.
Las vacunas bivalentes ahora están disponibles para niños desde 6 meses. Los niños de 6 meses a 5 años que están completamente vacunados con la vacuna de Moderna contra la COVID-19 pueden recibir una vacuna de refuerzo bivalente actualizada, dijeron los CDC el 9 de diciembre. Los niños de 6 meses a 4 años vacunados con Pfizer y que no recibieron la tercera dosis en la serie primaria pueden recibir una vacuna bivalente para su tercera dosis. Las vacunas bivalentes atacan algunas de las cepas del coronavirus que circulan recientemente. Estas vacunas han estado disponibles para los adultos desde septiembre.
Las infecciones recurrentes de COVID pueden ser peligrosas. Un estudio (en inglés) sugiere que si has tenido COVID-19, eso no significa que las infecciones futuras de coronavirus serán menos graves. Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis y del sistema de atención médica del Departamento de Asuntos de Veteranos de San Luis descubrió que las infecciones recurrentes por coronavirus pueden tener consecuencias, y que los riesgos de salud pueden aumentar con cada infección subsiguiente. El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, comparó los resultados de salud de las personas que han evitado la COVID-19 con las personas que dieron positivo una vez y las que tuvieron dos o más infecciones. Los investigadores descubrieron que las personas con infecciones recurrentes tenían 3.5 veces más probabilidades de padecer problemas pulmonares, tres veces más probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas y 1.6 veces más probabilidades de sufrir enfermedades cerebrales que los pacientes que se infectaron con el virus una vez. “Durante los últimos meses, ha habido una sensación de invencibilidad entre las personas que han tenido COVID-19 o que se han vacunado o administrado los refuerzos, y especialmente entre las personas que se infectaron y también se vacunaron; algunos comenzaron a decir que estas personas cuentan con un tipo de superinmunidad al virus”, dijo el Dr. Ziyad Al-Aly, autor principal del estudio y epidemiólogo clínico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. “Sin lugar a duda, nuestra investigación demostró que contraer una infección por segunda, tercera o cuarta vez contribuye a otros riesgos adicionales para la salud en la fase aguda —es decir, los primeros 30 días después de la infección— y en los meses posteriores —es decir, la fase de la COVID prolongada—”. Los autores del estudio recomiendan a las personas que sean conscientes de sus riesgos y tengan precaución a medida que llega la temporada de invierno, cuando los casos podrían aumentar.
Respuestas a las preguntas más frecuentes sobre la COVID-19.
¿Cómo puedes contraer la COVID-19?
La COVID-19 es el nombre de la enfermedad causada por un coronavirus llamado SARS-CoV-2. Según los CDC, se transmite de tres maneras principales. Puedes contraer la COVID-19 tras inhalar, si estás cerca de una persona infectada que exhala pequeñas gotitas y partículas que contienen el virus. También puedes contagiarte si esas pequeñas gotitas y partículas caen en los ojos, la nariz o la boca (probablemente al toser o estornudar), o si tienes partículas de virus en las manos y luego te tocas los ojos, la nariz o la boca.
¿Quién corre riesgo de contraer COVID-19?
Toda persona puede contraer COVID-19, pero algunas corren un mayor riesgo de sufrir lo que los expertos llaman “enfermedad grave”, cuando es posible que se requiera hospitalización o cuidados intensivos. Los adultos mayores son más propensos que las personas más jóvenes y saludables a padecer una enfermedad grave a causa de la COVID-19. La gran mayoría de las muertes por COVID-19 en Estados Unidos han ocurrido entre personas de 50 años o más, y el riesgo aumenta con la edad.
Los adultos de cualquier edad con una enfermedad subyacente corren un mayor riesgo de complicaciones por una infección de coronavirus. Entre los factores:
- Cáncer
- Enfermedad renal crónica
- Enfermedades pulmonares crónicas, entre ellas la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma (moderada a grave), enfermedad pulmonar intersticial, fibrosis quística e hipertensión pulmonar
- Demencia u otros trastornos neurológicos
- Diabetes (tipo 1 o tipo 2)
- Síndrome de Down
- Trastornos cardíacos (como insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial coronaria, cardiomiopatías o hipertensión)
- Infección por VIH
- Un estado inmunodeprimido (sistema inmunitario debilitado)
- Enfermedad hepática
- Trastornos de salud mental, incluidos depresión y trastornos del espectro de esquizofrenia
- Sobrepeso y obesidad (definido como un índice de masa corporal de 25 o más)
- Embarazo
- Enfermedad de células falciformes o talasemia
- Fumar, en el pasado o en la actualidad
- Trasplante de un órgano sólido o de células madre sanguíneas (incluidos los trasplantes de médula ósea)
- Derrame cerebral o enfermedad cerebrovascular, que afecta el flujo sanguíneo al cerebro
- Trastorno por consumo de sustancias (como alcohol, opioides o cocaína)
- Tuberculosis
Para información actualizada sobre la COVID-19 visita aarp.org/ElCoronavirus
¿Qué puedes hacer para reducir tu riesgo?
Vacúnate y recibe el refuerzo. La FDA aprobó oficialmente dos vacunas: una serie de dos dosis de Pfizer-BioNTech y otra serie de dos dosis de Moderna. La FDA también emitió una autorización de uso de emergencia (EUA) para una vacuna contra la COVID-19 desarrollada por Johnson & Johnson (J&J) y otra desarrollada por Novavax. Las cuatro vacunas son eficaces para prevenir la hospitalización y la muerte a causa de la COVID-19. Las autoridades de salud pública recomiendan que todas las personas de 6 meses o más se vacunen, incluidas las personas que han tenido COVID-19.
Una vez que te hayas vacunado, deberías recibir el refuerzo. Los niños de 5 años o más —y algunos niños de tan solo 6 meses (en inglés)— pueden recibir un refuerzo al menos dos meses después de su última dosis.
Otras maneras de reducir la probabilidad de enfermarse por COVID-19: usa una mascarilla facial de alta calidad en espacios públicos cerrados (consulta las nuevas pautas de los CDC sobre cuándo podrías necesitar una en tu comunidad), evita las multitudes y los espacios mal ventilados y lávate las manos con frecuencia.
¿Las vacunas tienen efectos secundarios?
Es común experimentar efectos secundarios leves a moderados después de vacunarse, como dolor en el brazo, dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular y en las articulaciones, náuseas, fiebre o escalofríos, pero estas son “señales temporales y normales de que tu cuerpo está creando protección”, dicen los CDC. Un pequeño número de personas que recibieron la vacuna han experimentado reacciones adversas a los fármacos. Estos eventos graves después de la vacunación contra la COVID-19 “son poco comunes, pero pueden ocurrir”, dicen los CDC. La anafilaxia, una reacción alérgica, ha ocurrido en 2 a 5 personas por millón vacunadas en Estados Unidos (se han administrado casi 600 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19). Por eso es posible que te pidan que esperes unos 15 minutos después de la inyección o el refuerzo para poder monitorear tus síntomas. Los proveedores de vacunas están equipados con medicamentos para tratar rápidamente la reacción.
Los funcionarios de salud también están monitoreando los informes de miocarditis o pericarditis en algunos adolescentes y adultos más jóvenes después de la vacunación con los productos de Pfizer, Moderna y Novavax. La mayoría de estos pacientes que recibieron cuidados respondieron bien a los medicamentos y se sintieron mejor rápidamente, dicen los CDC. Otro evento poco común que se ha relacionado con la vacuna de J&J es un trastorno de coagulación muy infrecuente, pero grave, llamado síndrome de trombosis-trombocitopenia. Hasta marzo del 2022, se habían producido 60 casos de aproximadamente 14 millones de dosis administradas; nueve personas han muerto a causa de ellas. Las mujeres de entre 30 y 40 años corren mayor riesgo. Después de analizar la evidencia del evento negativo, los CDC decidieron el 16 de diciembre del 2021 recomendar las vacunas de Pfizer y Moderna sobre el producto de J&J; la FDA ha limitado su autorización desde entonces. Sin embargo, la vacuna de J&J todavía está disponible para quienes “no pueden o no están dispuestos” a vacunarse con Pfizer o Moderna.
¿Puedes contraer COVID-19 incluso si estás completamente vacunado?
Las vacunas contra la COVID-19 pueden ayudar a prevenir una infección por coronavirus, pero lo más importante es que son muy eficaces para prevenir enfermedades graves a causa de la COVID-19. Las personas no vacunadas de 50 años o más tienen 14 veces más probabilidades de morir a causa de la COVID-19 que sus pares vacunados, quienes están al día con sus vacunas contra la COVID-19, según datos federales de junio del 2022. Las tasas de hospitalización también son mucho más altas entre los adultos no vacunados.
A pesar de estas protecciones, las vacunas no son un 100% eficaces para detener el virus —y los datos preliminares demuestran que ómicron elude la protección de la vacuna más que las variantes anteriores—, por lo que todavía es posible que las personas completamente vacunadas contraigan la COVID-19. Esto se denomina una “infección posvacunación”.
Aunque las personas con infecciones posvacunación tienen menos probabilidades de desarrollar una enfermedad grave a causa de la COVID-19 que las personas no vacunadas, aun así pueden ser contagiosas y propagar el virus a otros. Usar una mascarilla en entornos públicos cerrados puede ayudar a evitar que las personas con enfermedades asintomáticas o leves propaguen el virus a otras personas sin saberlo.
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¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Las personas con COVID-19 han reportado una amplia variedad de síntomas que típicamente aparecen de dos a 14 días luego de la exposición al virus, incluidos:
- Fiebre o escalofríos
- Tos
- Falta de aire o dificultad para respirar
- Fatiga
- Dolor corporal o muscular
- Dolor de cabeza
- Pérdida del gusto o el olfato
- Dolor de garganta
- Congestión o secreción nasal
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
Esta lista no es exhaustiva, y se han observado síntomas más inusuales durante toda la pandemia, desde complicaciones cognitivas hasta erupciones cutáneas. Una prueba de COVID-19 puede ayudarte a determinar si tienes una infección. La mayoría de las personas con COVID-19 pueden recuperarse en sus hogares. Sin embargo, si presentas síntomas alarmantes —dolor o presión en el pecho; desorientación o confusión; piel, labios o uñas pálidos, grises o azulados; dificultad para respirar; o incapacidad para despertarte o permanecer despierto— debes buscar atención médica de inmediato.
¿Qué debo saber sobre las pruebas?
Las pruebas pueden ayudar a mantenerte seguro y mantener seguras a otras personas a tu alrededor. Si tienes síntomas, hazte una prueba. También debes hacerte una prueba antes de un evento o una reunión en un lugar cerrado, o después de haber estado expuesto a alguien con COVID-19.
La mayoría de las compañías de seguros de salud cubren el costo de las pruebas en el hogar para los participantes del plan. Los beneficiarios de Medicare pueden recibir hasta ocho pruebas de venta libre cada mes, sin costo alguno.
¿Qué debes hacer si te enfermas?
Es importante que permanezcas en casa y te separes de los demás durante al menos cinco días si tienes un resultado positivo en la prueba de COVID-19, incluso si no tienes síntomas y no te sientes enfermo, y durante al menos 10 días debes usar una mascarilla cuando estés cerca de las demás personas.
Si tus síntomas persisten después de cinco días, es posible que tengas que aislarte durante más tiempo. Los CDC tienen pautas de aislamiento para escenarios específicos, incluso para personas inmunocomprometidas. Mantente hidratado, realiza un seguimiento de tus síntomas y mantente en contacto con tu proveedor de atención médica. Tal vez califiques para recibir un tratamiento que puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar complicaciones. Si notas alguno de los siguientes síntomas, busca atención médica inmediata: dificultad para respirar; dolor persistente o presión en el pecho; confusión; incapacidad para despertarte o mantenerte despierto; piel, labios o uñas pálidos, grises o azulados, según el tono de la piel.
¿Hay tratamientos?
Sí. Hay varios medicamentos disponibles para tratar la COVID-19, aunque la lista cambia a medida que surgen nuevas variantes. En Estados Unidos hay tres tratamientos disponibles para tratar las subvariantes de ómicron actualmente en circulación:
- Paxlovid, una pastilla antiviral recetada de administración oral
- Veklury (Remdesivir), un medicamento antiviral administrado por vía intravenosa
- Lagevrio (Molnupiravir), una pastilla antiviral recetada de administración oral
Si tienes un resultado positivo en la prueba de COVID-19, habla con tu médico de inmediato sobre las opciones de tratamiento. Estos medicamentos funcionan mejor cuanto antes empieces a tomarlos.
¿Cuáles son las variantes?
Los funcionarios de salud pública han identificado varias nuevas cepas del coronavirus; algunas son más contagiosas y podrían ocasionar una enfermedad más grave. En Estados Unidos, la principal variante de preocupación es ómicron y sus descendientes.
Pfizer y Moderna tienen nuevas vacunas de refuerzo que combaten mejor la variante ómicron. Las autoridades de salud pública recomiendan que todos los adultos completamente vacunados —sin importar cuántas vacunas de refuerzo se hayan administrado— reciban un refuerzo específico contra ómicron para ayudar a prevenir una enfermedad grave a causa de una infección por coronavirus.
¿Qué es la COVID prolongada?
Muchos sobrevivientes de COVID-19 enfrentan síntomas persistentes durante semanas o meses después de la infección, incluso si la infección inicial fue leve o asintomática. Tienen mareos, insomnio, confusión, taquicardia o una serie de otros efectos duraderos que les impiden reanudar su vida normal. Un informe publicado por los CDC (en inglés) encontró que hasta uno de cada cuatro adultos mayores con COVID-19 tenían síntomas nuevos o persistentes. Los expertos recomiendan que los pacientes que tuvieron COVID-19 y tienen síntomas prolongados procuren la atención de un proveedor médico. Varios hospitales y centros de investigación de Estados Unidos han establecido clínicas especiales y servicios de rehabilitación para sobrevivientes.
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