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5 pasos para evitar que los cuidadores cometan errores económicos

Sé considerado, pero protege con sensatez tu dinero.

Ilustración que muestra un plan financiero para una persona que recibe cuidados

JOEL HOLLAND

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Si viajas en avión tanto como yo, podrás recitar de memoria el anuncio de seguridad, en particular la parte que dice que debes ponerte la máscara de oxígeno tú antes de ayudar a otras personas. El mismo tipo de advertencia se debería dar a los aproximadamente 48 millones de personas que cuidan de algún familiar o amigo, especialmente en lo que se refiere a sus propias finanzas.

El 20% de los cuidadores familiares deben ausentarse del trabajo sin goce de sueldo debido a sus responsabilidades como cuidadores, reveló un análisis de AARP del 2021. Un estudio de Met Life del 2011 (en inglés) estimó que el costo promedio para los cuidadores en pérdidas salariales y reducciones de los beneficios de pensión y del Seguro Social a lo largo de la vida fue de $304,000. Eso asciende a $388,000, según el valor actual del dólar.

Y esa cifra no incluye los más de $7,200 que la mayoría de los cuidadores —en promedio— gastan de su propio bolsillo cada año en vivienda, cuidado de la salud y otras necesidades de los seres queridos a quienes cuidan, según el informe de AARP.

“¿Cómo puede alguien renunciar a tanto y aun así jubilarse?”, pregunta Ken Dychtwald, director ejecutivo de Age Wave, una empresa de investigación y asesoramiento especializada en temas relacionados con la edad.

Si piensas que tendrás que desempeñarte como cuidador en el futuro —algo que probablemente suceda si eres hija, hijo único o “el que siempre responde”—, toma tiempo ahora para proteger tus finanzas.


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Paso 1: calcula el déficit financiero

¿Piensas que tú o tus padres no necesitarán atención a largo plazo? Piénsalo otra vez. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos estima que el 70% de los adultos que llegan a los 65 años requieren atención a largo plazo con el tiempo, y casi la mitad requiere atención remunerada.

Eso puede ser muy costoso. El costo promedio de un auxiliar de cuidados en el hogar a tiempo completo es de casi $62,000 al año, según los datos más recientes de la compañía de seguros Genworth Financial. Una habitación semiprivada en un hogar de ancianos cuesta alrededor de $95,000.

Pregúntales a tus padres cuánto dinero tienen ahorrado, con qué rapidez lo están gastando, si tienen seguro de cuidados a largo plazo y cuál es el valor neto de su vivienda. Si ellos no quieren hablar de esos temas, un asesor financiero comprensivo podría facilitar ese diálogo.

Si comparas los activos de tus padres con sus gastos proyectados podrás determinar la carencia financiera que existe.

Paso 2: encuentra soluciones para suplir la falta de fondos sin arruinarte

Busca recursos gratuitos: usa la herramienta BenefitsCheckUp (en inglés) del Consejo Nacional sobre el Envejecimiento para encontrar programas de beneficios federales, estatales o privados que se apliquen en tu situación.

Haz un presupuesto: calcula cuánto puedes contribuir, físicamente y en dinero, para reducir el déficit. Un estudio de Northwestern Mutual del 2018 (en inglés) reveló que el 48% de los futuros cuidadores no crean ningún tipo de plan para lidiar con la carga financiera. La calculadora de cuidados de largo plazo de AARP (en inglés) puede ayudarte a estimar los posibles costos en tu área.

Pregunta a tus hermanos cómo pueden colaborar: el hecho de que tú te ocupes del cuidado no significa que todos los gastos deban correr por tu cuenta. Tú puedes guardar cada dólar que no gastes para el futuro, de modo de no perpetuar este ciclo con tus propios hijos.

Paso 3: si todavía no hay suficientes recursos económicos, considera Medicaid

Medicaid puede cubrir los cuidados a largo plazo, pero es posible que tu padre o tu madre deban reducir sus activos para poder beneficiarse de este servicio. En la mayoría de los estados, un residente soltero de un hogar de ancianos puede tener solo $2,000 en activos contables; el límite para una pareja casada en la que ambos solicitan el beneficio es de $3,000.

Si solo uno de los padres se encuentra en un hogar de ancianos, el otro cónyuge por lo general puede conservar la mitad de los activos, por un total de hasta $137,400 (sin incluir su vivienda). Pero las normas varían de estado a estado y los cálculos pueden ser complicados. Busca la ayuda de un abogado especializado en los derechos de los adultos mayores. Puedes encontrar uno en el sitio Elder Law Answers o en el directorio en línea (enlaces en inglés) de la National Academy of Elder Law Attorneys (NAELA).

Paso 4: independientemente de cuál sea el déficit, considera recibir compensación como cuidador

Si tus padres tienen recursos suficientes, considera hablar con ellos sobre recibir compensación por cuidarlos. Pero habla primero con un abogado sobre la redacción de un contrato, aconseja Miles P. Hurley, un abogado certificado en derechos de adultos mayores residente en Atlanta.

Ese documento debería aclarar cuestiones como la cantidad de horas diarias que dedicarás al cuidado de tu ser querido y si para hacerlo deberás dejar un empleo, dice Hurley.

Es importante que el acuerdo de prestación de cuidados esté redactado cuidadosamente para que no infrinja las normas de Medicaid sobre la reducción de activos. (Sin documentación que indique que los pagos de un padre a un hijo son por servicios de cuidados, Medicaid podría considerar que ese dinero es un regalo en vez de una transferencia legítima de activos). Por eso es mejor trabajar con un abogado, preferiblemente en el estado donde viven tus padres.

Hay programas gubernamentales que ofrecen otra posibilidad de recibir remuneración como cuidador familiar, especialmente si tu padre o madre prestó servicio en las Fuerzas Armadas.

El Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos (VA) tiene dos programas que brindan asistencia financiera y recursos a los cuidadores de militares: el Programa de Asistencia Integral para Cuidadores Familiares (PCAFC)  y el Programa de Servicios Generales de Apoyo al Cuidador (PGCSS) (enlaces en inglés). Puedes obtener información sobre estos programas en sus sitios web o llamando a la línea de asistencia a cuidadores del VA, 855-260-3274.

Medicaid también puede remunerar a los cuidadores familiares en ciertas circunstancias, pero los requisitos y beneficios varían de un estado a otro. Comunícate con el programa de Medicaid en tu estado (en inglés) para obtener información.

Paso 5: protege tu capacidad de generar ingresos

Si estás en mitad de tu carrera profesional, es muy difícil dejar un trabajo debido a responsabilidades familiares —como puede ser el cuidado de un ser querido— y luego reintegrarte a la fuerza laboral con el mismo nivel de salario, observa C. Grace Whiting, directora ejecutiva de NAELA.

“A veces, ocuparse físicamente de una persona que lo necesita puede parecer la única opción”, reconoce, pero sería más sensato continuar trabajando mientras estás a cargo del cuidado de alguien.

"La pandemia y la Gran Renuncia han dejado bien en claro cuán importante es facilitar la vida de los empleados que cuidan de alguien", agrega Whiting. "Los empleadores se están dando cuenta de que deberían enfocarse en el panorama a largo plazo en vez de adoptar un enfoque que ignora el valor de tener trabajadores que también son cuidadores, porque en su afán de cuidar tanto el dinero ahora, acaban gastando mucho más”.

Investigaciones realizadas por la Society for Human Resource Management hallaron que reemplazar a un empleado cuesta entre seis y nueve meses de salario, por lo que no es sorprendente que muchos empleadores opinen que es más económico ser flexibles con quienes son cuidadores.

“Decirle a tu empleador ‘yo soy cuidador familiar’ no es tan tabú como lo era antes”, dice Lisa Winstel, directora de operaciones de Caregiver Action Network. “Los empleadores se están dando cuenta de que muchos empleados equilibran las responsabilidades laborales y las de cuidador de un cónyuge, un padre o incluso un hijo con necesidades médicas considerables”.

Cómo evitar el estrés financiero

 

Jean Chatzky es una galardonada periodista especializada en finanzas personales y autora de varios libros, entre ellos Women with Money: The Judgment-Free Guide to Creating the Joyful, Less Stressed, Purposeful (and Yes, Rich) Life You Deserve.

Nota de redacción: Patrick J. Kiger aportó información para actualizar este artículo, que se publicó originalmente el 27 de noviembre del 2017. Esta actualización incluye datos más recientes sobre el aspecto económico de la prestación de cuidados.