Los mejores libros nuevos de cocina
Nuestros seis favoritos sin lugar a dudas te complacerán. Te invitamos a probar cinco recetas de estos libros.
In English | Recientemente se han publicado varios libros de cocina, justo a tiempo para las fiestas de fin de año. Si necesitas ayuda a la hora de elegir uno no te preocupes —hemos leído y probado las recetas por ti—. (Échale un vistazo a las cinco recetas que incluimos más adelante).
Lee también: Recetas para las fiestas de fin de año.
Los siguientes seis libros son nuestros preferidos porque hacen dos cosas que nos encantan: nos inspiran a cocinar y aseguran que lo que estamos cocinando nos mantendrá saludables.
Para aquellas personas que han terminado de criar a sus hijos, los recién casados o cualquier persona que necesite inspirarse a la hora de preparar la cena: One Pan, Two Plates: More Than 70 Complete Weeknight Meals for Two (Una cacerola, dos platos: más de 70 comidas completas para dos, para entre semana) por Carla Snyder (Chronicle Books, $25)
Fue bastante difícil decidir cuáles de las tantas recetas fantásticas del libro probaría. Y todas las que por fin probé resultaron ser deliciosas. La experiencia de la autora, Carla Snyder, como proveedora de un servicio de comidas, maestra de escuelas culinarias y escritora sobre alimentos, verdaderamente sale a relucir. Sus recetas son claras, concisas, creativas —y deliciosas—. Además, solo usan una cacerola, así que la limpieza es rápida. Las recetas rinden dos porciones, pero podrían fácilmente doblarse para rendir cuatro porciones. El libro está organizado convenientemente en comidas a base de pasta, granos o sándwiches calientes; cenas a base de carne; cenas a base de aves; y cenas a base de pescado. A mi esposo le encantó el Pollo picante asado en una sartén, un plato elaborado con mostaza, pollo y vegetales.
Para el cocinero frugal, pero consciente de su salud: Root to Stalk Cooking: The Art of Using the Whole Vegetable (Desde la raíz hasta el tallo: el arte de utilizar todo el vegetal al cocinar) por Tara Duggan (Ten Speed Press, $22)
Las hojas de la zanahorias, los tallos de la col rizada y la acelga, los tronchos de brócoli —normalmente desechamos estas partes de las verduras, pero esto no solo es desperdiciar el dinero, es desperdiciar muy buenos nutrientes—. La escritora Tara Duggan de San Francisco, que también tiene una pequeña granja de verduras, ha ideado muchísimas maneras creativas de utilizar casi todas las partes de los vegetales. Por ejemplo, las hojas de color verde intenso de las zanahorias se pueden usar en lugar del perejil en salsas y la ensalada mediterránea de hierbas y trigo conocida como "tabbouleh". ¿Y los tallos de la col rizada y la acelga que normalmente desechamos? En el plato de Verduras guisadas con ajo, los tallos duros se suavizan al cocinarlos con un poco de pimienta roja, ajo y aceite de oliva antes de añadir las tiernas hojas picadas que se cocinan más rápidamente. Una ventaja que tiene este plato es que se puede servir como acompañamiento o mezclado con pasta.
Para los que les gustan los libros grandes y bellos: Bountiful: Recipes Inspired by Our Garden (Abundancia: recetas inspiradas por nuestro huerto) por Todd Porter y Diane Cu (Stewart Tabori & Chang, $35)
Este libro es precioso, cosa que no nos debe sorprender dado que Cu es fotógrafa profesional, Porter trabaja hace años para restaurantes, y juntos la pareja publica un blog sobre viajes y gastronomía (whiteonricecouple.com). Su primer libro está dedicado a sus abuelas, y las recetas reflejan una manera sencilla de cocinar a base de la cosecha de su huerto de verduras. Un buen ejemplo es su Sopa sustanciosa de raíz de apio y lentejas rojas, repleta de tocino, perfecta para estos meses fríos del invierno.
Para el cocinero sensato: Lidia's Commonsense Italian Cooking: 150 Delicious and Simple Recipes Anyone Can Master (La cocina italiana sensata de Lidia: 150 deliciosas y sencillas recetas que cualquier persona puede dominar) por Lidia Matticchio Bastianich (Knopf, $35)
Estrella de programas de cocina televisados por PBS, dueña de restaurantes, autora de libros de cocina, por no hablar de los 40 años de experiencia cocinando para familiares y amistades, Lidia Bastianich tiene un estilo práctico que les proporciona confianza a los cocineros y garantiza el éxito. Este libro, escrito con su hija Tanya, está dirigido a los cocineros que desean recetas rápidas, económicas y fáciles, pero sin sacrificar la sustancia y el intenso sabor que asociamos con la cocina italiana casera. Piensa en platos gratificantes a base de pasta como el Penne con ricota y champiñones.
Para los altruistas: Hedgebrook Cookbook: Celebrating Radical Hospitality (El libro de cocina de Hedgebrook: un homenaje a la hospitalidad extrema) por Denise Barr y Julie Rosten (She Writes Press, $24.95, disponible en cookbook.hedgebrook.org)
Si te agrada ayudar con donaciones a una buena causa, considera este noble libro. Hedgebrook, un retiro fundado en 1988, está ubicado en Whidbey Island, al norte de Seattle, y provee estadías de entre dos a seis semanas a escritoras de todo el mundo. Las mujeres se centran en su trabajo a solas durante el día, pero por las tardes y noches se reúnen en la cocina rústica para compartir una cena casera. Este libro es una compilación de algunas de las recetas más queridas de estas reuniones, desde los desayunos de los domingos hasta los postres, incluso un riquísimo Pan de banana y cardamomo con pasas de Corinto remojadas en ron y nueces.
Para los cocineros que les encanta el estilo clásico de la cocina tradicional: The Old World Kitchen: The Rich Tradition of European Peasant Cooking (La cocina clásica: la rica tradición rústica europea) por Elisabeth Luard (Melville House, $35)
Mark Bittman, escritor del New York Times y autor de libros de cocina, lo denomina "el mejor libro de cocina que nadie conoce" —pero no por mucho tiempo—. Publicado por primera vez en 1987 y reimpreso este año, esta colección definitiva de más de 500 recetas tradicionales de 25 países europeos le está ganando nuevos admiradores a Elisabeth Luard, la galardonada escritora británica. Luard, cuyo interés en la comida rústica comenzó durante los años que pasó en su niñez en el extranjero con sus padres diplomáticos, denomina esta colección "las recetas madres, fuentes de toda la cocina europea". Las recetas abarcan la gama desde las gambas a la parrilla españolas hasta el pastel del campo inglés y el guiso de pollo rumano. Los fragmentos de historia que están incluídos en cada receta son un extra.
Pollo picante asado en la sartén
Receta adaptada de One Pan, Two Plates: More Than 70 Complete Weeknight Meals for Two por Carla Snyder (Chronicle Books, 2013)
Rinde 2 porciones
La máxima "mientras más sencillo, mejor" resuena en este plato de pollo asado con vegetales. Una de las razones por las que tiene tan buen sabor podría ser que hoy día rara vez consumimos pollo cocinado con huesos y piel y se nos ha olvidado lo sabroso que puede ser. Una capa sencilla de mostaza conserva el sabor y contribuye un punto característico que contrasta con el sabor dulce de los vegetales que se cocinan bajo el pollo, empapándose con su sabor delicioso.
- 2 mitades de pechuga de pollo, con hueso y piel
- Sal y pimienta negra recién molida
- 1 cucharada de aceite de oliva, y más si hace falta
- 1 cebolla amarilla pequeña, cortada en 8 rodajas
- 2 papas pequeñas, limpias y cortadas a lo largo en 8 rodajas
- 2 zanahorias, cortadas a lo largo a la mitad y luego en 8 pedazos de aproximadamente 2 pulgadas de largo
- 2 chirivías, cortadas a lo largo a la mitad y luego en 8 pedazos de aproximadamente 2 pulgadas de largo
- 1 nabo, cortado a la mitad y luego en 8 pedazos de aproximadamente 2 pulgadas de largo
- 1 cucharadita de romero fresco picado (o 1/2 cucharadita de romero seco)
- 2 cucharaditas de mostaza Dijon o integral
- 1/3 taza de cerveza, caldo de pollo, vino blanco o agua
- 2 cucharaditas de perejil de hoja plana fresco picado
Precalienta el horno a 400ºF. Seca el pollo y sazónalo por todos lados con sal y pimienta.
Calienta una sartén a prueba de horno de 12 pulgadas a fuego medio alto y agrega el aceite de oliva. Cuando el aceite brille, agrega el pollo, con la piel hacia abajo, y dóralo por unos 4 minutos. No intentes voltear el pollo si está pegado a la sartén; una vez que se haya dorado lo suficiente, se despegará. Voltea el pollo con tenacillas y dóralo por el otro lado por unos 3 minutos. Traslada el pollo a un plato. (Todavía no estará cocinado totalmente, pero la piel debe estar bien dorada).
Si la sartén se encuentra seca, agrega un poco más de aceite de oliva. Agrega la cebolla, papas, zanahorias, chirivías, nabo, romero y 1/2 cucharadita de sal a la sartén caliente, rocía con pimienta y sofríe, revolviendo de vez en cuando, hasta que los vegetales comiencen a ablandarse, unos 4 minutos. Unta la mostaza sobre la piel de las mitades de pechuga de pollo y colócalas sobre los vegetales, con el lado con mostaza hacia arriba. Coloca la sartén en el horno y hornea por 10 minutos. Vierte la cerveza, vino, caldo o agua en la sartén y hornéalo todo hasta que el pollo se haya cocinado completamente y los vegetales estén blandos y dorados, unos 10 minutos más. Con un tenedor, pincha el pollo para verificar que esté tierno y con un termómetro de lectura instantánea verifica la temperatura de la parte más gruesa de las pechugas. Debe registrar 165ºF.
Reparte el pollo y los vegetales entre dos platos entibiados, adorna con el perejil y sirve caliente.
Verduras guisadas con ajo
Receta adaptada de Root to Stalk Cooking: The Art of Using the Whole Vegetable por Tara Duggan (Ten Speed Press)
Rinde de 2 a 4 porciones
Esta es una receta básica para cocinar col rizada o acelga como acompañamiento para carnes o pescado, o como base para salsas para pasta. Puedes elegir agregar los tallos o reservarlos para otra receta. Nota: las verduras de hojas como los nabos, las remolachas, los colirrábanos, las coles, la mostaza y las arvejas, todas se pueden preparar con la técnica utilizada en esta receta: primero se sofríen con ajo, hojuelas picantes de pimienta roja y aceite, y luego se terminan de cocinar al vapor hasta que estén bien tiernos.
- 2 ramilletes de col rizada o acelga, sin tallos (corta la parte gruesa de los tallos con un cuchillo, o sujeta el ramillete y con la mano desprende las hojas)
- 2 cucharadas de aceite de oliva extravirgen, más un tanto más para aderezar
- 3 dientes enteros de ajo, pelados y aplastados con la hoja de un cuchillo
- 1/8 cucharadita de hojuelas picantes de pimienta roja
- Sal kosher, a gusto
- Jugo de 1/2 limón
Lava las verduras y déjalas mojadas. Corta las hojas en pedazos del tamaño de un bocado y si piensas utilizar los tallos, córtalos en rebanadas de 1/4 pulgada; mantén las hojas y los tallos aparte. (Si deseas mezclar las verduras con pasta, corta las hojas en pedacitos de 1 pulgada para que cubran mejor la pasta).
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Agrega el ajo y hojuelas de pimienta roja y revuélvelos en el aceite caliente hasta que desprendan su aroma, unos 30 segundos. Agrega los tallos y fríe, revolviéndolos, por 1 minuto; tapa y cocina con un toque de agua hasta que estén bastante tiernos, 6 a 8 minutos.
Agrega unos cuantos puñados de las hojas y revuelve; a medida que se marchiten, agrega más hojas. Una vez que hayas agregado aproximadamente un tercio de las hojas, sazona con sal para ayudar a que se encojan las verduras y se sazonen uniformemente. Cuando todas las hojas se hayan marchitado, agrega un toque de agua (a no ser que las verduras estén muy mojadas). Tapa, baja el fuego y cocina a fuego lento hasta que estén tiernas, 3 a 5 minutos para la acelga y 8 a 10 minutos para la col rizada.
Sazona con sal y jugo de limón. Colócalas en una fuente para servir y adereza con aceite de oliva. Sirve caliente o a temperatura ambiente.
Penne con ricota y champiñones
Receta adaptada de Lidia's Commonsense Italian Cooking: 150 Delicious and Simple Recipes Anyone Can Master por Lidia Matticchio Bastianich y Tanya Bastianich Manuali (Knopf, 2013)
Rinde 6 porciones
Esta es una receta sencilla, repleta de sabor y una textura divina para el paladar. También se puede preparar en cualquier temporada del año, ya que los champiñones abundan en los mercados todo el año. Me encantan los champiñones; aportan muchísimo sabor y textura con muy pocas calorías. La cremosidad de la ricota contribuye a la complejidad del sabor y la pasta lo combina todo de forma deliciosa.
- 1 cucharadita de sal kosher, más un tanto más para la olla
- 1/4 taza de aceite de oliva extravirgen
- 6 dientes de ajo, pelados y rebanados
- 1 cucharadita de hojas de romero fresco picadas
- 1 libra de champiñones frescos variados
- 1 atado de cebollinos, recortados y picados
- 1 libra de penne
- 1-1/2 tazas de queso ricota fresco (aproximadamente 12 onzas)
- 1/4 taza de perejil fresco italiano, picado
- 1/2 taza de queso rallado, Parmigiano-Reggiano o Grana Padano
En una olla grande, hierve agua con sal para la pasta. En una sartén grande, a fuego medio, calienta el aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, agrega el ajo y cocina hasta que chisporrotee. Agrega el romero y cocina unos segundos hasta que desprenda su aroma. Sube el fuego a medio alto, agrega los champiñones y sazona con sal. Cocina hasta que los champiñones se doren y marchiten, unos 3 minutos. Agrega los cebollinos y cocina hasta que se marchiten, unos 2 minutos. Con un cucharón, agrega 1 taza del agua para la pasta, y cocina a fuego lento hasta que los champiñones estén tiernos, unos 10 minutos.
Mientras se cocina la salsa, cocina la pasta. Cuando la salsa esté lista y la pasta esté al dente, retira el penne con una espumadera y agrégalo directamente a la salsa. Incorpora el queso ricota y el perejil y cocina hasta que todos los ingredientes estén calientes. Retira la sartén del fuego, agrega y revuelve el queso rallado y sirve.
Pan de banana y cardamomo
Receta adaptada de Hedgebrook Cookbook: Celebrating Radical Hospitality por Denise Barr y Julie Rosten (She Writes Press, 2013)
Rinde un pan de 9 pulgadas
- 3/4 taza de pasas de Corinto
- 1/3 taza de ron oscuro
- 1-3/4 tazas de harina
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- 1 cucharadita de bicarbonato de soda
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de cardamomo molido (en su lugar se puede usar 1/2 cucharadita de canela y 1/4 cucharadita de nuez moscada)
- 3 bananas maduras, machacadas
- 1/3 taza de aceite de canola
- 3/4 taza de azúcar morena
- 2 huevos
- 1/2 taza de nueces, picadas
Precalienta el horno a 350ºF. Engrasa un molde para pan de 9 pulgadas.
En una cacerola pequeña, combina las pasas de Corinto y el ron. Calienta hasta que llegue al punto de ebullición, apaga el fuego y deja reposar la cacerola por 15 minutos. Mientras tanto, en un tazón pequeño, mezcla la harina, polvo de hornear, bicarbonato de soda, sal y cardamomo. Mezcla bien y deja aparte.
Haz un puré con las bananas y colócalas en un tazón grande para mezclar. Agrega el aceite y el azúcar morena y bate con una batidora eléctrica por varios minutos. Agrega los huevos y bate por otro minuto. Agrega la mezcla de harina a los ingredientes líquidos y mezcla justo hasta que se hayan combinado. A mano, incorpora las nueces, pasas de Corinto remojadas y su líquido.
Con una cuchara, vierte la mezcla en el molde de pan engrasado. Hornea por aproximadamente 1 hora o hasta que un palillo que se inserte en el centro salga limpio o con solo unas cuantas migas.
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Sopa de raíz de apio y lentejas rojas
Receta adaptada de Bountiful: Recipes Inspired by Our Garden por Todd Porter y Diane Cu (Stewart Tabori & Chang, 2013)
Rinde de 4 a 6 porciones
Preparar una sopa elaborada en un solo recipiente como cena —repleta de pedazos de raíz de apio, sazonada con tocino, perfumada con salvia y terminada con lentejas rojas de rápida cocción— es lo único que necesitamos para darle la bienvenida a los días fríos. Si nunca has consumido raíz de apio anteriormente, te animamos a probarlo. Tiene la textura de una papa, con el sabor intenso del apio verde fresco. Nota: para lograr una sopa más espesa, utiliza 1/2 taza de lentejas rojas.
- 1 raíz de apio mediana, aproximadamente 1 libra
- 4 tiras gruesas de tocino, cortadas en pedacitos
- 1 cebolla mediana, picada
- 5 dientes de ajo, picados
- 1 bulbo de jengibre fresco de 2 pulgadas, pelado y aplastado entero
- 2 a 3 hojas pequeñas de salvia
- 1/4 taza de lentejas rojas
- Sal
Corta la raíz de apio en pedazos pequeños.
Calienta una cacerola mediana a fuego medio, agrega el tocino, y cocina hasta que se derrita la grasa. Agrega la cebolla, el ajo, jengibre y las hojas de salvia. Cocina por 5 minutos, o hasta que la cebolla se vuelva translúcida.
Agrega 4 tazas de agua y la raíz de apio, y cuando llegue hasta el punto de ebullición, baja el fuego a lento.
Cocina por 15 minutos, o hasta que la raíz de apio esté casi blanda. Agrega las lentejas y cocina hasta que se ablanden, unos 20 minutos, y la raíz de apio esté completamente cocinada. (Algunos cocineros prefieren que las lentejas queden enteras y firmes en vez de muy blandas, así que adapta el tiempo de cocción conforme a tu gusto). Prueba los sabores y si hace falta, agrega sal. Sirve la sopa caliente.
Candy Sagon es redactora y escribe sobre temas de salud para AARP Media.