Vida Sana
La regla dorada —"Trata a otros igual que como quisieras ser tratado"— es el cimiento de cada tradición espiritual. Y aunque aspiremos a practicar la compasión diariamente en nuestras vidas, no siempre triunfamos.
Aún así, el esfuerzo vale la pena —para el beneficio de los demás, tanto como el nuestro—. Los estudios científicos demuestran que ayudar a los demás en efecto disminuye el estrés y mejora el bienestar psicológico. Como decía el Dalai Lama, "Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión".
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Las siguientes siete estrategias lo ayudarán a desarrollar la compasión.
1. Se empieza con uno mismo. Siempre hemos escuchado estos dichos: Ámese a sí mismo. Sea su mejor amigo. O en las palabras de Gandhi, Sé el cambio que quieres ver en el mundo. Hay una auténtica sabiduría en estas oraciones tan conocidas. Después de todo, si nos menospreciamos a nosotros mismos, ¿cómo esperamos poder mostrar compasión a los demás? La clave es la toma de conciencia. Cuando me encuentro lanzando invectivas contra mí mismo —¡Te ves gordo! ¡Eres un imbécil! ¡Tienes el cabello como una peluca espantosa! — me horrorizo. En estos momentos trato de imaginarme lo que le diría a un amigo que se expresara de esta forma tan sentenciosa y cruel —y me lo digo a mí mismo—.
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