Skip to content
 

Cuando los vecinos y las amistades se convierten en cuidadores

Pasos que los cuidadores a distancia pueden tomar para aprovechar estas redes sociales informales.

Mujer le lleva una canasta con víveres a una vecina

GETTY IMAGES

In English |  Las discusiones entre Fred y Sarah, su madre de 85 años, sobre su seguridad siempre eran las mismas, y él siempre terminaba perdiendo el argumento. Él vivía a dos estados de distancia y quería que ella se mudara de su hogar de tres plantas en el que vivía desde hacía 50 años, a un apartamento de una sola planta para adultos mayores cerca de él, donde sería menos probable que se cayera y lastimara. Durante sus llamadas semanales, él insistía en que ella necesitaba aceptar este cambio inevitable.

Pero Sarah se resistía tenazmente, y argumentaba que sus vecinos cercanos le estaban proporcionando todo lo que ella necesitaba para quedarse en el hogar que amaba. La joven familia vecina frecuentemente la visitaba y le traía un plato para cenar. Los voluntarios del departamento de bomberos al final de la cuadra la ayudaban con reparaciones a cambio de su pastel. Su grupo de la iglesia pasaba por su casa todos los domingos para conversar y tomar el té.

En una época en que las familias están dispersas por todo el país y las reuniones familiares suelen suceder más frecuentemente a través de FaceTime que alrededor de la mesa de la cocina, son los vecinos los que algunas veces se ofrecen para ayudar a los padres de mayor edad con las actividades cotidianas. Hacen sus compras en el mercado y recogen sus medicamentos regularmente. Palean nieve y cortan el césped sin siquiera tener que pedirlo. Se mantienen al tanto de los adultos mayores durante las olas de calor, frío y las malas tormentas. Su compromiso no es tan profundo ni duradero como el que se basa en una relación consanguínea. Pero su bondad puede hacerlos miembros integrales de equipos de cuidadores informales.


Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín


Sin embargo, la informalidad del arreglo es lo que algunas veces preocupa a los cuidadores a distancia. Los vecinos, ¿son responsables y de confianza? ¿De veras estarán ahí y sabrán qué hacer en caso de emergencia? Una cosa es comprarle un galón de leche o hasta levantar a alguien que se ha caído; otra cosa es permanecer sentado en la sala de emergencias por cuatro horas. ¿Y si se mudan mucho antes de eso? ¿O les surgen problemas y dejan de estar disponibles?

Pero el cuidado de familiares nunca ha sido estrictamente un asunto de familia. Vivimos en entornos sociales rodeados de redes de apoyo sociales. Si los cuidadores familiares como Fred le dedicaran tiempo a conocer las redes sociales más naturales de sus padres mayores —sus amistades y vecinos— entonces podrían coordinar sus esfuerzos con ellos. Los que reciben cuidados como Sarah probablemente no se opongan a eso. ¿Cómo pueden los cuidadores familiares lograr esta meta? Aquí presentamos algunas ideas:

Conocer a los "cinco titulares". Puede que ya conozcas las personas a quienes tus padres recurren cuando necesitan ayuda, o puedes preguntarles directamente, a través de una analogía de baloncesto, para averiguar quiénes son sus "cinco titulares"; las cinco personas en las que más dependen normalmente. Tú y otros familiares pueden encontrarse en esa lista de primeras figuras, pero también puede encontrarse el vecino de enfrente, el estudiante que pasea a su perro, una amiga íntima o el simpático repartidor de comidas a domicilio Meals on Wheels. Como con cualquier equipo de baloncesto, cada uno de ustedes desempeña un papel distinto. Pero a diferencia de los equipos de baloncesto, los miembros pueden apenas conocerse como los jugadores principales del equipo de tus padres.

La próxima vez que visites a tus padres, insiste en conocer individualmente a los cinco titulares. Ofrece tu agradecimiento por todo lo que han hecho y asegúrate de que se sientan cómodos en continuar desempeñando ese papel. Explica que son miembros valiosos de un equipo que ayuda a tus padres a vivir tan bien como les sea posible pero que el equipo necesita una estrategia y jugadas. Obtén su permiso para poder consultar con ellos regularmente sobre cómo tus padres parecen estar arreglándoselas. Entonces, no dejes de colmarlos de gratitud y quizás, de vez en cuando, envía una nota formal de agradecimiento. El equipo con el tiempo se coordinará mejor y se volverá más eficaz, algo especialmente importante si el nivel de funcionamiento de tus padres disminuye.

Busca foros comunitarios de intercambio de servicios. Más comunidades y congregaciones religiosas del país están estableciendo bancos de tiempo u otros foros en los que los vecinos pueden intercambiar servicios con otros vecinos. Por ejemplo, hoy tú puedes retirar la maleza del césped frente a la casa de mi mamá; mañana, yo llevo a tu mamá a su cita médica. Este intercambio directo (que no se basa en dinero) de servicios sencillos básicos puede ser la diferencia entre los adultos mayores que siguen viviendo en sus hogares y comunidades y los que se deben mudar. También anima a los que están reacios a aceptar ayuda a participar en un "dar y recibir". Llama a la Agencia del Área sobre el Envejecimiento local (www.eldercare.gov) (en inglés) para averiguar si la comunidad de tus padres tiene este tipo de foro de intercambio de servicios.

No pienses demasiado en la fuerza de los lazos familiares. Nunca debes molestarte con la familia vecina por su relación con tus padres. Rara vez se puede reemplazar a la verdadera familia pero ellos pueden ser ojos, oídos y brazos útiles sobre el terreno. Su apoyo extiende tu alcance y ayuda a tus seres queridos a vivir plenamente, tal como desean hacerlo.

Barry J. Jacobs, psicólogo clínico, terapeuta de familia y asesor del cuidado de la salud, es también coautor del libro AARP Meditations for Caregivers (Da Capo, 2016). Síguelo en Twitter @drbarryjacobs y en Facebook.