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Las probabilidades de un segundo cheque de estímulo en el 2020 se desvanecen

Las nuevas medidas de alivio ante la pandemia de COVID no logran obtener respaldo de los legisladores.

Primer plano de la cúpula del edificio del Capitolio de Estados Unidos

Sipa via AP Images

In English | Ahora que los legisladores federales vuelven a entrar en sesión para la recta final antes del día de las elecciones, las próximas dos semanas serán fundamentales para determinar si se aprueba una nueva ronda de respaldo económico y si formará parte de esta una segunda serie de cheques de estímulo. Pero no será fácil salir del estancamiento que ha frustrado la nueva legislación hasta ahora.

"No creo que lleguemos a un acuerdo antes de finales de septiembre", dice Tamara Fucile, asesora principal de asuntos gubernamentales del Center on Budget and Policy Priorities, en Washington, D.C. "Y después de eso, creo que será cada vez más difícil".

En marzo, cuando la pandemia de coronavirus llegó por primera vez a Estados Unidos, los legisladores actuaron rápidamente para aprobar la ley CARES, que proporcionó varios tipos de ayuda a las personas que tenían dificultades económicas debido al cierre temporal de empresas. Esa ayuda incluía un pago único de respaldo económico —conocido como cheques de estímulo— de hasta $1,200 por cada adulto que reuniera los requisitos. Esos pagos, emitidos mediante depósito directo en una cuenta bancaria, cheque o tarjeta de débito, fueron un éxito entre los destinatarios y los legisladores, y muchos dijeron que una segunda ronda de cheques podría estar en camino.


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Sin embargo, ha sido difícil llegar a un acuerdo que haga posible esos cheques. A finales de mayo, la Cámara de Representantes aprobó la ley HEROES de $3.3 billones, que incluía una segunda ronda de pagos e incluso aumentaba la cantidad que podían recibir los dependientes que reunieran los requisitos. (La ley HEROES proponía $1,200 por dependiente, y la ley CARES pagaba $500 por hijo dependiente que reuniera los requisitos). El Senado no votó por ese proyecto de la Cámara, y no fueron aprobadas las dos propuestas del Senado para una nueva legislación de alivio económico —la ley HEALS de $1 billón (que incluía un cheque de estímulo) y un paquete reducido de $500,000 millones (que no avanzó)—.

Las próximas elecciones presentan un posible obstáculo para las negociaciones

Esta semana, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, prometió que la Cámara permanecería en sesión hasta las elecciones para llegar a un acuerdo sobre una nueva ronda de legislación de estímulo. "Nos comprometemos a permanecer aquí hasta que tengamos un acuerdo que satisfaga las necesidades de las personas en este país", dijo durante una entrevista en CNBC. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, también expresó su voluntad de continuar las negociaciones sobre un nuevo paquete de ayuda bipartidista. "Creo que hay muchas áreas de esto donde [hay] un acuerdo entre los demócratas y los republicanos, y algunas de las áreas en las que tenemos diferencias en cuanto a los montos", dijo el lunes. "Le he dicho a la presidenta de la Cámara que estoy disponible para negociar en cualquier momento".

El 15 de septiembre, un grupo bipartidista de 50 miembros del Congreso, llamado el Problem Solvers Caucus, presentó una propuesta de un paquete de estímulo de $1.5 billones. Esa legislación ofrecería una segunda ronda de cheques de estímulo de $1,200, entre otras medidas. Pero parece poco probable que la propuesta siga adelante.

"No creo que el Congreso vote tan pronto", dice Fucile. "Pero es posible que este esfuerzo ayude a romper el estancamiento, para que los negociadores vuelvan a la mesa".

Las próximas elecciones podrían complicar aún más la posibilidad de que los legisladores elaboren un paquete de medidas de alivio en las próximas semanas o incluso al final del año calendario. Es posible que algunos legisladores que se presentan a la reelección estén menos dispuestos a comprometerse por temor a lo que puedan pensar sus partidarios.

"Cuanto más te acercas a las elecciones, creo que es más difícil conseguir un acuerdo", dice Fucile. "Y después de las elecciones, dependiendo de los resultados, podría ser muy difícil llegar a un acuerdo antes de que comience el próximo período administrativo".