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Protege a los menores del abuso sexual

Estas son las pautas para conocer las conductas que podrían dar indicios del maltrato.

Conejo de peluche en un banco de un parque

Getty Images

Todas las personas adultas pueden prepararse para reconocer las señales de abuso, y así proteger siempre a los niños.

In English | Desgraciadamente, el abuso sexual de menores es un tema que siempre vuelve a hacer noticia.

Los titulares nos hacen recordar la vulnerabilidad de la niñez. A los pequeños les enseñamos a confiar en los adultos y venerar a las grandes figuras que se cruzan por su camino —familiares, entrenadores, profesores, niñeras, religiosos y otros líderes de la comunidad—.

Pero algunas veces debemos proteger a nuestros hijos y nietos de esos mismos adultos.


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Todas las personas mayores —incluso los padres, abuelos y tíos— pueden desempeñar un papel importante para prevenir y reconocer las señales de abuso sexual en los menores. Toma en cuenta algunos pasos importantes a seguir y aprende a reconocer señales.

(Es importante que los abuelos, tíos u otros familiares consulten primero con los padres del menor antes de tomar cualquier medida).

Prevención

  • Infórmate en qué consiste el abuso sexual. Cuál es el ámbito de los actos sexuales de abuso, ya que puede tratarse de varias cosas: obligar a acariciar en lugares inapropiados y a tocar los órganos sexuales de un adulto; mantener relaciones sexuales o explotación sexual y prostitución forzada; obligar a posar para fotografías o películas pornográficas, exhibición impúdica o exhibicionismo, exponer a un menor a las relaciones sexuales, masturbación o pornografía. El maltrato sexual puede incluir la fuerza física, el soborno o la intimidación, pero también puede ser muy sutil.
  • Mantente atento. Tienes la obligación de saber dónde están tus hijos y nietos todo el tiempo. Infórmate si existen agresores sexuales en tu comunidad a través del National Sex Offender Public Website (Sitio Web Público Nacional de Delincuentes Sexuales).
  • Recuerde que cualquier persona, incluso de personas que formen parte de nuestras familias o comunidad —hermanos o primos mayores, familiares cercanos y lejanos o amistades íntimas, hombres o mujeres de todas las razas y niveles socioeconómicos—, puede ser un agresor sexual o pedófilo. También ten en cuenta que menores de cualquier edad pueden ser víctimas del abuso sexual, hasta los bebés o adolescentes fuertes.
  • Los casos de abuso sexual tienen en común el hecho de que las víctimas casi siempre conocen a la persona que abusó de ellos. Según los expertos, la mayoría de estos pedófilos son personas adultas en las que confían nuestros hijos. Conozca a los adultos que participan de alguna forma en sus vidas y observe las relaciones que se dan entre ellos. Si te das cuenta de que el niño se siente incómodo o inseguro cerca de algún adulto, puede ser una señal de alerta.
  • Habla detalladamente con los chicos sobre el comportamiento sexual adecuado. Cerciórate de que sepan decir "no" si alguien desea tocarlos indebidamente. Enséñeles cómo obtener ayuda si alguien los hace sentir incómodos, los asusta o toca de manera impropia. Realiza estas conversaciones a una edad muy temprana y repítalas frecuentemente; adapta el vocabulario y nivel de detalles según la edad. Si nuestros hijos o nietos se sienten cómodos de hablar de temas sexuales, por lo general también se sienten seguros de confiarnos cualquier detalle que pueda parecer un abuso.

Señales del abuso sexual

El abuso sexual generalmente se descubre cuando la víctima informa sobre el abuso; alguien presencia el abuso u observa alguna conducta sospechosa que da lugar a una investigación; o cuando un menor contrae una enfermedad de transmisión sexual o queda embarazada (en el caso de ser mujer). Las señales de abuso pueden variar según la edad del menor.

Estemos atentos a:

  • Los cambios en el comportamiento, como llorar excesivamente o más que de costumbre, temor a ciertas personas o lugares, retroceso en el comportamiento (como por ejemplo chuparse el dedo, sentir ansiedad ante desconocidos, conducta agresiva o dominante, falta de cooperación), comportarse como si fuera mayor de lo que es, depresión y retraimiento, pesadillas, sentimientos de vergüenza o culpabilidad, sobreprotección de los hermanos, escaparse de la casa o problemas escolares.
  • Los problemas de salud, como los vómitos, problemas intestinales, mojar la cama, trastornos del sueño, consumo de drogas u otras sustancias, desórdenes alimenticios, lavarse demasiado, dolores de cabeza o de estómago crónicos.
  • Las cuestiones sexuales. Los pedófilos con frecuencia preparan a sus víctimas a través de relaciones cotidianas que entablan con las víctimas, quienes se asustan debido al nivel de control que se ejerce sobre ellos. Los asusta tanto que no se atreven a decírselo a nadie. Dentro de todo lo que podemos hacer para proteger a los niños que amamos, lo más importante es ser abierto y consciente, escuchar y asegurarnos de que ellos se sienten seguros al hablar con nosotros de cuestiones sexuales o para informarnos del abuso. Si sospechas que alguien está abusando de un menor en tu familia, solicita inmediatamente una evaluación médica y psicológica del niño e informa a las autoridades del abuso.