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'One Chance', un perdedor que le ganó a la vida

La increíble historia de Paul Potts quien cautivó al mundo con su voz en Britain's Got Talent.

DIRECTOR: David Frankel
GUIÓN
: Justin Zachman
ELENCO: James Corden, Julie Walters, Alexandra Roach, Mackenzie Crook, Colm Meaney y Jemima Rooper
DURACIÓN: 103 minutos

Paul Potts había nacido para perder. Nadie se hubiera imaginado que algún día alcanzaría el éxito cantando ópera en el concurso de talentos Britain's Got Talent. Nadie, empezando por el mismo Potts, un modesto empleado en una tienda de celulares. De igual manera, pocos se podrían imaginar que una película basada en su historia podría ser algo más que una lacrimógena telenovela con final feliz más apta para la televisión abierta que para el cine. Y sin embargo, One Chance supera —al igual que lo hiciera su personaje central— cualquier expectativa. El filme logra mucho más que solamente ilustrar la historia de un “Ceniciento” moderno y confirma de paso que el éxito es la mejor venganza.

Y Potts (interpretado por James Corden) sí que tenía motivos para vengarse. Desde niño, su sobrepeso y torpeza social lo habían hecho victima fácil de los “bullies”. Sus compañeros de escuela y del barrio en Gales donde nació no solo se burlaban de él, sino que lo agredían físicamente. Su único desahogo era escuchar y cantar ópera. Solamente su madre lo apoyaba en lo que a todas luces era una “excentricidad” en el rudo ambiente industrial de Port Talbot. Su propio padre, trabajador en una fábrica de acero, esperaba que siguiera sus pasos y dejara atrás su sensibilidad artística que, ante sus ojos, lo hacía menos hombre.  

James Corden, película One Chance

CORTESÍA THE WEINSTEIN COMPANY

James Corden en una escena de 'One Chance'.

Finalmente Potts encuentra en el amor otro escape de su miseria. A través del internet conoce a una dulce muchacha, Julie-Ann (interpretada por Alexandra Roach) quien lo anima a realizar su sueño de convertirse en cantante. En el centro de One Chance está el romance entre Potts y Julie-Ann y es en buena medida la química entre Corden y Roach lo que hace funcionar a la historia.

Además de demostrar que la realidad puede ser más increíble que la ficción, One Chance combina atinadamente la música con el desarrollo de la trama. Potts, por ejemplo, se expone a cantar en público por primera vez en un bar donde los machos del pueblo se reúnen. Cuando aparece vestido de payaso, Potts es recibido con carcajadas e insultos. Sin embargo, al escuchar las primeras notas de Vesti la giubba (Ponte el disfraz) de la ópera “Pagliacci” de Ruggero Leoncavallo, los deja sin aliento. El mismo Paul Potts dobla todas las escenas de canto de Corden. De igual manera, tenemos eventualmente la oportunidad de escucharlo interpretando Nessun Dorma de “Turandot,” la pieza que le valió ganar Britan’s got Talent.

El director, David Frankel, logra darle a la historia una tónica que mezcla afortunadamente el humor, el dolor  y el romance, y parece tomar su inspiración de la fabulosa cinta Billy Elliot (Dir. Stephen Daldry, 2000), en la que un niño es despreciado por su afición al ballet en un pueblo de trabajadores de fábrica. Tal vez por su experiencia en manejar tanto la brutalidad como el humor ácido en cintas como The Devil Wears Prada (2006) y Marley & Me (2008),  Frankel evita caer en el sentimentalismo. Al igual que su protagonista, One Chance excede la medida de sus modestas pretensiones. 

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