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Esta 'entrometida' es una intrusa bienvenida

Susan Sarandon y J.K. Simmons hacen una linda pareja en ´The Meddler'.

Susan Sarandon y Rose Byrne en una escena de 'The Meddler'.

Cortesía de Sony Pictures Classics

Susan Sarandon y Rose Byrne protagonizan 'The Meddler'.

DIRECTORA: Lorene Scafaria
ELENCO: Rose Byrne, Susan Sarandon, J.K. Simmons
DURACIÓN:
100 minutos
CLASIFICACIÓN: PG-13 (Público general, mayor de 13 años)

In English | Divertida y sincera, la película The Meddler hace alarde de una actuación sobresaliente de Susan Sarandon en el papel de Marnie, una mujer que intenta sublimar el amor que tenía por su difunto marido asfixiando a su hija adulta con un afecto agobiante.

Cuando eso no satisface sus anhelos maternales, Marnie temerariamente prodiga su generosidad en un creciente círculo de conocidos, y luego de desconocidos. No es sino hasta que conoce al tipo que podría ser el próximo hombre de sus sueños (J.K. Simmons) que Marnie se da cuenta de que ella misma también podría ser merecedora de recibir amor.

En su esencia The Meddler es una compleja relación entre Marnie y su hija Lori (la adorable Rose Byrne), una guionista y directora de televisión que intenta dejar su marca en Hollywood. La película inicia cuando Marnie recién se ha mudado de Nueva Jersey a Los Ángeles, aparentemente para un cambio de aires tras la muerte de su marido, pero de manera transparente para estar cerca de su única hija.

Marnie y Lori claramente no han establecido sus límites; aunque Marnie no los respetaría si existieran. Ella aparece por la casa de su hija a diario, la llama y le envía mensajes de texto cada hora, e incluso ha comenzado a ver al mismo terapeuta: "Llámame para saber que llegaste bien", le ordena Marnie a Lori en un correo de voz. "¡Ah! Y recuérdame que te cuente lo que me dijo tu terapeuta!" Para cuando conocemos a Lori, su exasperación ha alcanzado el límite de aguante, con toda justificación.

Si esta fuera una comedia de televisión, la situación desataría una cadena interminable de simples chistes insultantes entre madre e hija. (Para asegurarse de que entendamos la idea, Lori dirige una comedia en la que una hija explotada debe defenderse de sus dominantes padres). Pero la directora Lorene Scafaria, que basó la película en su propia experiencia familiar, tiene un objetivo más laudable: intenta llegar al fondo de la dinámica entre madre e hija. Marnie y Lori se quieren intensamente, aunque también desesperadamente, por lo que no lastimarían los sentimientos de la otra al propósito. Sin embargo, su proximidad física —sin mencionar su intimidad emocional— no puede evitar provocar el ocasional encuentro explosivo. Tales escenas entre Sarandon y Byrne terminan a menudo en portazos y ceños fruncidos, pero nunca en enemistad.

A esta mezcla se une un encantador expolicía, interpretado por Simmons (Whiplash) con la misma labia de Sam Elliott. Simmons, que siempre aporta una agradable presencia, también le agrega una pizca de testosterona a la situación, al ayudar a Marnie a verse a sí misma como algo más —algo más saludable— que una viuda en duelo y una madre. Los dos pasan una larga noche juntos en su Harley, recorriendo las playas y los cañones de Malibú. A medida que Marnie redescubre la alegría de la compañía de otro adulto, Zipper (sí, así se llama) se pierde en los diáfanos ojos de Sarandon.

En un año que ya ha tenido su cuota de películas románticas encantadoras para adultos, esta es quizás la más embriagantemente dulce. Esta es solo una razón más para abrir la puerta y dejar que la entrometida entre en tu vida.

Bill Newcott es escritor, redactor y crítico cinematográfico para AARP Media.

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