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Chayote, justo para la época

El cambio de estación también es un tiempo para ajustar la dieta a la temporada.

Ya estamos en primavera y nuestra dieta comenzará a adaptarse a las condiciones climáticas de la estación. Atrás, al menos por un tiempo, quedan los potajes, los platos de cazuela, de cocción fuerte con ingredientes principales altos en calorías. La primavera es temporada de reajustes, no sólo en la dieta sino también en nuestra rutina. En las regiones del norte, donde el invierno es crudo, la llegada de esta estación es considerada un renacer en muchas áreas de la vida.

Pero comer sano no significa comer sin sabor. Nuestra receta de hoy es un buen ejemplo de cómo combinar ingredientes bajos en calorías pero a la vez nutritivos y sabrosos. El chayote, muy usado en todo Centroamérica y gran parte de América del Sur es una planta curcubitácea, familia del zapallo o calabaza, del pepino y de la sandía. Todo ese parentesco revela una cualidad única: alto contenido de agua y por tanto, nivel calórico bajo.

El chayote se puede rellenar con muchos ingredientes pero esta vez hemos optado por una combinación de carne de pavo molida con arroz salvaje y arroz basmati. ¿Interesante, verdad?

La carne de pavo molida, cuando ha sido bien sazonada, adquiere un sabor exquisito y no tiene nada de sequedad. Además, en nuestra receta, le agregamos caldo de pollo bajo en sal. Tenga cuidado con las proporciones en los ingredientes, pues la carne de pavo absorbe fácilmente cualquier sabor.

El componente más interesante de esta receta es, sin duda, el arroz salvaje. El arroz salvaje es oriundo de nuestra región, América del Norte, y fue en no pocas ocasiones motivo de disputa entre las tribus de indígenas del continente. Una gramínea que crece de manera silvestre ofrece un alto contenido proteínico, hidratos de carbono, fibra y minerales, y su nivel graso es bajo.

El arroz salvaje es crujiente y tiene un sabor que recuerda a la nuez o la avellana. Sin embargo, es un ingrediente que le da un toque de distinción a cualquier receta, tanto por su color como por su textura. Por su dureza, el arroz salvaje se debe dejar en remojo la noche anterior para evitar que consuma tanta agua al momento de su cocción. En realidad, consume más de cuatro veces el agua que consumiría la misma porción de arroz blanco.

Hoy en día es fácil encontrar el arroz salvaje en los supermercados locales. También podrá encontrar ahí los paquetes con mezcla de arroz basmati y arroz salvaje. El basmati es un arroz oriundo de la India y Pakistán, de grano largo y de un aroma especial. Será el basmati el encargado de darle a esta receta el nivel de intensidad que no tienen ni el chayote ni la carne de pavo. Estos dos granos, el basmati y el arroz salvaje aportarán sabor, aroma y textura.

Para cubrir cada mitad del chayote, usaremos el queso Oaxaca, muy parecido en su tipo al queso mozzarella, pero tal vez un poco más salado que la versión italiana. El queso derretido creará un manto sobre los ingredientes, ocultando en tono de sorpresa lo que puede encontrar el comensal. Aunque, si lo desea, puede servir un poco de relleno al lado. Le aseguro que le pedirán más.

Acompáñelo con una cerveza bien fría o una copita de sauvignon blanc.