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Una escapada de cuatro días en Lisboa

Disfruta lo mejor de Europa en la hermosa capital de Portugal.

In English | Por suerte para los visitantes, Lisboa se ha mantenido menos concurrida que muchos otros destinos europeos, a pesar de lo mucho que tiene para ofrecer la ciudad. "Ha sido subestimada", dice el editor de guías y presentador de PBS, Rick Steves. "Tiene una rica cultura, un fascinante pasado de exploración marítima, gente amable y una hermosa costa".

Transporte popular en Lisboa, Portugal.

Jan Wlodarczyk/Alamy Stock Photo

Recorre Lisboa en el tranvía 28, que te permite subir y bajar mientras exploras la ciudad.

Día 1

Regístrate en tu hotel o alojamiento de Airbnb. (Antes de salir:  considera hacer una reserva en algún lugar del emergente barrio Chaido, donde la Casa do Barão es un punto de partida céntrico para explorar; las habitaciones del edificio elegantemente renovado del siglo XVIII incluyen desayuno). Compra una Lisbon Card, que puedes adquirir en línea, luego canjea el cupón que recibirás por una tarjeta en el aeropuerto u oficina de turismo una vez que llegues a la ciudad. Cuesta unos $45 por un pase de 72 horas y ofrece descuentos o entradas a muchas atracciones de la ciudad, así como transporte gratuito en tranvías, autobuses y metro. Oriéntate con un paseo en el tranvía 28, la famosa ruta pintoresca de tranvía que recorre las colinas de la ciudad. Para la cena, haz una parada en el Time Out Market, un nuevo y animado centro de comidas en un edificio del siglo XIX. Los mejores chefs de la ciudad ofrecen innovadoras muestras de especialidades como jamón, caballa y pulpo, todo a precios de ganga. Bebe una copa de refrescante vinho verde del país (vino verde o joven), una bebida espumante y ligera de verano.

Monasterio de Jerónimos (Jerónimos) en el distrito de Belem de Lisboa, Portugal.

Alpineguide/Alamy Stock Photo

En Belém, visita las tumbas del Monasterio de los Jerónimos, donde descansan muchas de las figuras más famosas de Portugal.

Día 2

Dirígete a unos pocas millas al norte hacia el distrito de Belém para ver el grandioso Monasterio de los Jerónimos, el lugar de descanso final de Vasco da Gama, quien navegó a la India y puso a Portugal en el mapa de los exploradores del mundo. Asegúrate de probar los pastéis de Belém, famosos en la ciudad, un pastel de crema, en la tienda del mismo nombre donde se inventaron en la década de 1830. Luego sumérgete en la Lisboa vanguardista en el impresionante Museo de la Colección Berardo, donde uno de los hombres más ricos del país exhibe su colección de arte del siglo XX, desde Picasso hasta Warhol y Pollock. Incluso si ya estás cansado de los museos, querrás recorrer el techo inclinado del MAAT (Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología), que encontrarás agazapado frente al mar con su deslumbrante arquitectura. Por lo noche, de vuelta en la ciudad, disfruta de una cena y un espectáculo de fado, la conmovedora respuesta de este país al blues. El restaurante y club O Faia es una buena opción.

Palacio da Pena en Sintra, Portugal.

Getty Images

El Palacio da Pena en Sintra, rodeado de exuberantes bosques, parece haber surgido de un cuento de hadas.

Día 3

Emprende un corto viaje en tren a Sintra, un refugio de montaña para el verano. Visita el Palacio da Pena, una fantasía romántica de un castillo, construido hace menos de 200 años. Luego pasea por los pasadizos subterráneos secretos y los encantadores jardines de Quinta de Regaleira, cuyos bosques parecen el escenario para el Sueño de una noche de verano. Toma un autobús de regreso a la ciudad y pasa por el ventoso Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa. De vuelta en Lisboa, prepárate para la cena en Cervejaria Ramiro, famosa por los langostinos al ajillo y prácticamente cualquier otro marisco. Si la fila es demasiado larga, a 15 minutos a pie se encuentra Solar dos Presuntos, un lugar de administración familiar también conocido por deliciosos platos de mariscos al estilo portugués. 

Acuario de Lisboa.

Tuul and Bruno Morandi/Alamy Stock Photo

El Oceanarium giratorio tiene dos pisos llenos de vida marina.

Día 4

Puedes finalizar tu visita de muchas formas diferentes, según tu estado de ánimo y tu disponibilidad. Una visita al Oceanarium de Lisboa, el acuario de clase mundial de la ciudad, ofrece la oportunidad de explorar el moderno Parque das Nações, el sitio de la Feria Mundial de 1998, que ahora cuenta con un puerto deportivo, viviendas y zonas comerciales. Otros querrán visitar sitios peculiares como el Museo Nacional del Azulejo, dedicado a la ornamentada cerámica que decora los edificios y las señales de las calles. O simplemente da un paseo por el Castillo de San Jorge y los barrios Baixa y Bairro Alto, para absorber la maravillosa energía de la ciudad por última vez.