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¿Qué pasará con Medicaid después de las elecciones?

Los políticos elegidos para servir en la Casa Blanca, el Congreso y los estados darán forma al futuro del programa.

Figuras de papel de una familia frente a su casa, bajo un paraguas de Medicaid

Getty Images

In English | Medicaid brinda beneficios a una de cada cinco personas en este país que no pueden pagar una consulta con un médico ni costear los servicios de cuidado de la salud a largo plazo que necesitan. Los políticos que los votantes elijan en noviembre para ocupar puestos en la Casa Blanca, el Congreso y las legislaturas estatales podrían determinar qué tipo de atención de salud recibirán las personas de bajos ingresos durante las próximas décadas.

¿Seguirá siendo Medicaid una red de seguridad médica, como lo ha sido durante 55 años? ¿Habrá más estados que se unan a los 37 que durante esta última década decidieron expandir el programa? ¿O habrá algunos estados que vayan en dirección contraria e implementen un nuevo programa de la Casa Blanca que podría limitar la cantidad de dinero que se gasta en Medicaid? Además, ¿añadirán los estados otros requisitos y límites de tiempo para  recibir los beneficios de Medicaid?

El futuro de Medicaid está en juego en las próximas elecciones, como lo demuestran estas preguntas. Por eso, los votantes deben prestar mucha atención a las posturas de los candidatos sobre este programa.


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“Se ha intentado cambiar fundamentalmente a Medicaid y la manera en la que funciona”, dice Bill Sweeney, vicepresidente sénior de AARP. “Nos preocupa que esas propuestas puedan traer consecuencias graves para las personas más vulnerables en esta nación”.

La Administración Trump anunció una de esas propuestas en enero. La opción “Healthy Adult Opportunity” (Oportunidad para adultos sanos) les permitiría a los estados crear un programa de Medicaid al estilo de las subvenciones en bloque, con el que pueden obtener una suma global anual de fondos del Gobierno federal para cubrir los gastos del programa o una cantidad fija por mes por cada persona a la que se proporcione cobertura. Según esto, los funcionarios estatales podrían cambiar los beneficios y modificar su programa de Medicaid sin supervisión federal.

En la actualidad, alrededor de un 60% del financiamiento para Medicaid —un programa de $600,000 millones que proporciona cobertura a más de 72 millones de personas— proviene del Gobierno federal. Los estados pagan el resto del dinero. El Gobierno federal emite pautas para Medicaid, pero cada estado diseña su propio programa.

El Congreso ha contemplado legislación para un programa de Medicaid con subvenciones en bloque, pero esto nunca ha pasado de la etapa de conversaciones. Se espera que la nueva opción que ofreció la Casa Blanca enfrente oposición en los tribunales.

“Los votantes deben preguntar a los candidatos qué es lo que harán para que el programa no se reduzca”, aconseja Megan O’Reilly, vicepresidenta de Asuntos Federales de Salud y Familia de AARP. “Deberían hacerles saber que se los hará responsables por la protección de los beneficios del pueblo”.

— Megan O'Reilly, vicepresidenta de Asuntos Federales de Salud y Familia de AARP.

Estas propuestas de subvenciones en bloque “podrían poner en peligro a quienes necesitan más atención de salud”, afirma Robin Rudowitz, codirectora del Program on Medicaid and the Uninsured de Kaiser Family Foundation.

A nivel federal y estatal, Medicaid muchas veces ha sido blanco de los recortes de presupuesto. Los servicios que siempre corren peligro incluyen los cuidados que las personas reciben en sus propios hogares y comunidades, es decir, la atención que los adultos mayores cada vez más necesitan y desean. Si bien Medicaid debe pagar para que quienes cumplen los requisitos reciban cuidados en un hogar de ancianos, los estados no están obligados a pagar por la atención en el hogar ni por los servicios comunitarios.

“A nivel estatal, nos concentramos en asegurar que los adultos mayores puedan envejecer en su hogar”, afirma Sweeney. 

Durante las elecciones en noviembre se estarán disputando los puestos de once gobernadores. Además, la composición de las legislaturas estatales afectará directamente si los estados que no han expandido Medicaid lo harán y si algunos estados implementarán la nueva opción de subvenciones en bloque.

Según la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio (ACA), aprobada hace 10 años, los estados deben expandir Medicaid para incluir a más familias de bajos ingresos; hasta ahora, aproximadamente tres cuartas partes de los estados ya lo hicieron. Hay iniciativas para expandir Medicaid en tres estados adicionales (Kansas, Misuri y Oklahoma), ya sea por medio de propuestas electorales o de la legislatura estatal.

Pero una demanda que se encuentra ante la Corte Suprema cuestiona la constitucionalidad de la ley ACA. Un tribunal federal de apelaciones derogó el mandato individual de la ley ACA y pidió a un tribunal inferior que examinara su decisión de que toda la ley es inconstitucional. La Corte Suprema escuchará los argumentos durante el otoño. Según lo que la corte decida, la expansión de Medicaid bajo la ley ACA podría correr peligro.

“Los votantes deben preguntar a los candidatos qué es lo que harán para que el programa no se reduzca”, aconseja Megan O’Reilly, vicepresidenta de Asuntos Federales de Salud y Familia de AARP. “Deberían hacerles saber que se los hará responsables por la protección de los beneficios del pueblo”.