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AARP apoya las iniciativas federales para proteger a los adultos mayores LGBT

Un grupo de activistas logra la atención de la Corte Suprema y el Senado.

Martillo de madera sobre una bandera con los colores del arco iris

Getty Images

In English | La Corte Suprema y el Congreso están listos para considerar si las leyes de los derechos civiles protegen a las personas contra la discriminación por orientación sexual o identidad de género. AARP y AARP Foundation han expresado su apoyo a los adultos LGBT.

En octubre, la Corte Suprema escuchará los argumentos orales en un caso en el que se determinará si la Ley de Derechos Civiles de 1964 hace que sea ilegal discriminar a alguien porque es gay o transexual. AARP Foundation, por su parte, ha radicado recientemente un amicus curiae (o amigo del tribunal), en el que apoya la idea de que las medidas de protección de la ley contra la discriminación por sexo también prohíben la discriminación por orientación sexual e identidad de género.


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El fallo de la Corte Suprema tendrá gran importancia para las personas mayores de 50 años. En el documento de AARP Foundation, se observa que “1 de cada 5 adultos mayores LGBT ha notificado la reciente pérdida involuntaria de su empleo debido, al menos en parte, a la percepción de su orientación sexual e identidad de género, y los trabajadores mayores LGBT posponen su jubilación a una tasa más alta que la de la población en general, posiblemente debido a una desventaja económica a lo largo de su vida”. AARP tiene más de 900,000 socios que se identifican a sí mismos como LGBT.

El caso que la corte escuchará incluye tres incidentes separados de presunta discriminación laboral por orientación sexual o identidad de género. En uno, Gerald Bostock comenzó a trabajar como coordinador de servicios de beneficencia infantil en el Tribunal de Menores del condado de Clayton, en Georgia, en el 2003. En el 2013, comenzó a jugar en un equipo deportivo gay y “en los meses siguientes, la participación del señor Bostock en la liga gay de softball y su orientación sexual fueron motivo de críticas abiertas de alguien con gran influencia en el sistema de tribunales del condado de Clayton”, según la petición que sus abogados radicaron en la corte. Se le despidió más tarde ese año. El Tribunal de Apelaciones del Decimoprimer Circuito falló a favor del condado de Clayton.

En un segundo incidente que considerará la corte, Donald Zarda trabajó como instructor de salto en paracaídas en Altitude Express en Nueva York. En el verano del 2010, una clienta manifestó que Zarda la tocó de forma inapropiada y coqueta mientras saltaban juntos, donde el instructor y la clienta están “atados con las caderas y los hombros juntos para que el instructor pueda abrir el paracaídas y supervisar la caída”, según la petición a la Corte. La mujer afirmó que Zarda le dijo que él era gay mientras se preparaban para saltar, se afirma en los documentos.

Altitude Express despidió a Zarda poco después de que se enteró del incidente. En el recurso que presentó ante la Equal Employment Comisión para la Igualdad de Oportunidades Laborales (EEOC), Zarda indicó que lo despidieron porque “se refirió sinceramente a [su] orientación sexual y no se ajustó al estereotipo de macho heterosexual”. El año pasado, el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos del Segundo Circuito falló a favor de Zarda.

La tercera parte del caso se trata de Aimee Stephens, una mujer transexual, que fue despedida de su trabajo en R.G & G.R. Harris Funeral Homes en Míchigan en el 2013 (en donde trabajó por seis años) después de revelarle a su empleador su identidad de género y su intención de comenzar a usar ropa de mujer para ir a trabajar. El Tribunal de Apelaciones del Sexto Circuito falló a favor de Stephens en marzo del 2018.

Además de lo que podría ser un fallo histórico de la Corte Suprema, el Congreso también está considerando cómo la ley federal debe abordar los derechos civiles de las personas LGBT de Estados Unidos. En mayo la Cámara de Representantes aprobó su versión de la Equality Act (Ley de Igualdad) con una votación de 236-173. La Equality Act modificaría la Civil Rights Act de 1964 para prohibir específicamente la discriminación de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, tanto en el sector público como en el privado.

En una carta enviada al Capitolio (en inglés) a finales del mes pasado, AARP le pidió al Senado que apruebe esa versión de la Equality Act.

“Los derechos civiles y la igualdad de oportunidades en el empleo, la vivienda, las instalaciones públicas y los servicios del Gobierno son fundamentales para fomentar comunidades en las que las personas de todas las edades puedan vivir y prosperar sin miedo a los prejuicios y la intolerancia”, dice en la carta Nancy LeaMond, vicepresidenta ejecutiva y directora de Activismo y Compromiso de AARP.