Las abuelas glamorosas se apoderan de Florida
En el estado que hizo famoso el envejecer, las mujeres mayores redefinen ese mismo proceso.
In English | Florida —una vez el epicentro del universo sobrio para los adultos de 50 años o más— está siendo colonizada por una nueva ola de sexy boomers.
Quizás la generación del milenio se apoderó de Miami, pero en el resto del estado es imposible no observar la proliferación de mujeres mayores que poseen el espíritu de las amazonas. Estas mujeres modernas vuelan por la interestatal a 70 (tanto en millas por hora como en años en el planeta), se pasean por los supermercados Publix en jeans blancos y gafas de ojo de gato, y acechan los grandes centros comerciales de descuento en busca de blusas de moda y accesorios llamativos.
En otras palabras, ahora nosotras reinamos en la tierra de las abuelas glamorosas.
Si planeas dirigirte al sur, a continuación mencionamos cinco cosas que toda conocedora de Florida debe saber.
Florida no se lleva bien con el cabello. Las que luchan de manera perpetua contra el pelo encrespado o el daño del pelo tinturado necesitarán una estrategia para sobrevivir en el Estado del Sol. Por ejemplo, si tu cabello pierde su apariencia lisa al primer signo de humedad, aplícate un tratamiento de queratina de salón sin formaldehído. Te da un descanso de usar calor al peinarte durante tres meses, lo que te permite ducharte y secarte el pelo al aire. (Para retener la textura lisa del tratamiento por el mayor tiempo posible, cámbiate a champús y acondicionares sin contenido de sulfato). Y si te aplicas tinte, no eches a perder tu pelo: evita que tu cabellera se torne cobriza o apagada y usa un sombrero para la playa, piscina y en cualquier momento que estés al aire libre.
Prepárate para el aire del Ártico. Los lugares públicos —salas de cine, restaurantes, edificios de oficinas, consultorios y tiendas— tienen aire acondicionado a temperaturas bajo cero en Florida. Quienes han vivido allí por un tiempo parecen inmunes a este congelamiento intenso en interiores, pero las trasplantadas no deberían intentar ir a ninguna parte sin un suéter de moda, especialmente uno con estilo de frente drapeado o tipo chal; esta prenda sola hará que incluso la transición de temperatura más feroz sea una solución fácil y a la moda.
Convierte tu ropa interior en una resistente al sudor. Si sufres de sofocos o eres posmenopáusica, la combinación de calor y humedad aquí puede causar irritación, erupciones e incluso infecciones por candidiasis. Pero olvídate de rellenar tu sostén con pañuelos de papel o usar talco en tus puntos vulnerables; ambos métodos son desastrosos y poco fiables. En vez de ello, inserta protectores sanitarios pequeños y delgados en la parte baja de la copa del sostén para absorber la humedad. Para evitar las irritaciones, pasa una barra de antiperspirante por tu escote, debajo del sostén y entre los muslos. Cambiar los calzones por unos tipo pantaloncitos sedosos, respirables y de líneas más largas o una faja moldeadora de corte de motociclista con control liviano es también una solución preferida.
Usa esmaltes de uñas atrevidos. Cuando el sol brilla de esta manera, tus manos y pies están siempre a la vista; usando el teléfono celular o una tableta; o asomándose por las sandalias, chanclas y zapatos de punta abierta. Pero en estos días ya no se ve el color piel femenino ni el rojo simple. Los colores de uñas más atrevidos —ahora incluyen colores metálicos en tonos cromado, plateado, oro fundido, o azul oscuro y escarchado— proporcionan una apariencia sexy y atraen la mirada de los espectadores, alejándola de cualquier mancha de vejez.
Relájate un poco. ¿El calor se lleva tus inhibiciones? Eso podría explicar por qué nuestras compañeras tropicales parecen estar mucho menos preocupadas por exhibir sus cuerpos a medida que envejecen. Las turistas invernales y las jubiladas reasentadas se pavonean en blusas sin mangas, incluso de tipo regata, camisas con escote bajo y cuello en V. Dejan ver sus piernas con vestidos tubo por encima de la rodilla y minifaldas para golf o tenis, incluso cuando (como sospecho que es a menudo el caso) no jueguen ninguno de esos deportes. Y con los colores vibrantes y estampados salvajes que imperan por todas partes, es fácil identificar a cualquiera que vaya vestida de negro —eh, esa sería yo— como otra neoyorquina más que aún no ha aprendido que el pasatiempo oficial del estado es relajarse y pasarla bien.
Encuentra más consejos de belleza y moda para mujeres mayores de 50, en The Woman's Wakeup: How to Shake Up Your Looks, Life and Love After 50 (El despertar de la mujer: cómo renovar la apariencia, la vida y el amor después de los 50), así como en la revista digital de AARP Beauty & Style (la cual es gratis para socios en tabletas).
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