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Hitchcock/Truffaut: dos genios frente a frente

Un documental sobre la creación de un libro que es un hito en el estudio del cine.

François Truffaut y Alfred Hitchcock

Philippe Halsman/Courtesy of Cohen Media Group

François Truffaut y Alfred Hitchcock

DIRECTOR: Kent Jones

GUIÓN: Kent Jones y Serge Toubiana

ELENCO: Wes Anderson, Peter Bogdanovich, David Fincher, Kiyoshi Kurosawa 

Richard Linklater, Paul Schrader y Martin Scorsese.  

DURACIÓN: 80 minutos

El libro “HITCHCOCK/TRUFFAUT” es un clásico de la literatura fílmica; el documento definitivo sobre la carrera del llamado “mago del suspenso”, Alfred Hitchcock. Escrito en 1966, el libro sigue siendo materia obligada en todas las escuelas de cine. Hitchcock/Truffaut es ahora un documental que nos muestra lo que sucedió “tras bambalinas” en la creación de esta obra maestra. Además, Hitchcock/Truffaut nos permite avizorar al otro genio detrás del libro: el director francés François Truffaut. Pero más allá de lo anecdótico, la película nos acerca al momento emocional que los dos cineastas estaban viviendo; uno, en el ocaso de su carrera y el otro, en pleno ascenso.

Hitchcock tenía 67 años y vivía en Hollywood cuando un joven director francés le pidió que le concediera una entrevista en la que revisarían toda su obra hasta el momento. Truffaut tenía 34 años y apenas había realizado tres películas, pero su primera, Los 400 golpes, le había valido el premio al mejor director en el festival de Cannes (1959). Tanto el director británico como Truffaut se encontraban en un momento clave en su vida profesional. Hitchcock, a pesar de su exitosa carrera, seguía siendo visto por los críticos en Estados Unidos como poco más que su mote: un mago del suspenso. Y tal como había ocurrido en el pasado—por ejemplo con el escritor Edgar Allan Poe—y continúa hasta la fecha, la validación tuvo que venir de Francia. Truffaut era un incipiente cineasta, pero ya había dejado su marca como crítico de cine en la influyente revista “Cahiers du Cinema” (Cuadernos de cine). Era importante que quedara récord de por qué los franceses consideraban que Hitchcock era un genio, a pesar de todos los indicativos de lo contrario; es decir, la aparente sencillez y el arraigo popular de sus películas. Entender el contexto en el que se dio la entrevista que daría como resultado el libro, es una de las aportaciones importantes del documental.

El diálogo entre los dos directores se realizó a lo largo de una semana en un hotel de Los Ángeles sin más testigos que la traductora y un fotógrafo. Las charlas abarcaron de manera cronológica toda la obra de Hitchcock hasta el momento: Topaz es la última película que se discute. Si cupiera la menor duda acerca de la pertinencia de realizar un documental a estas alturas sobre un libro que es desde hace años parte del canon cinematográfico, la inclusión de las escenas a las que se hace alusión sería suficiente para justificarlo. Mientras que en el diálogo, Hitchcock no puede más que describir su uso de la edición, en Hitchcock/Truffaut podemos ver cuadro por cuadro el montaje de la famosa escena de la regadera en Psicosis (1960), por ejemplo. Podemos también cotejar con imagen algunos de los trucos que Hitchcock utilizaba para enfatizar elementos en cada escena. Vemos así la luz que el director puso para iluminar el vaso de leche que Cary Grant sube a su esposa y que podría o no estar envenenado en Suspicion (1941). O también queda ilustrada una de las frases más controvertidas del británico de que para él los actores no eran más que ganado. El documental nos muestra una secuencia clave en la cinta I Confess (1953) en la que la acción es impulsada por la mirada de Montgomery Clift. Es impensable imaginar que ese momento estuvo a punto de no darse porque Clift se rehusaba a alzar la vista porque no le parecía lógico. La falta de lógica y plausibilidad es una de las mayores críticas que recibían las películas del director. El documental ilustra con escenas de Vértigo (1958) y Sabotage (1936) que la lógica de Hitchcock era similar a la de los sueños.

Hitchcock/Truffaut sirve para entender la vigencia tanto del libro como del cineasta británico al incluir el impacto que ambos han tenido en directores contemporáneos. Así vemos desfilar entrevistas con directores de la talla de Martin Scorsese, Wes Anderson, David Fincher, Olivier Assayas, Paul Schrader, Peter Bogdanovich y Kiyoshi Kurosawa. En especial, Scorsese revela su erudición sobre el arte de Hitchcock y la profunda influencia que tuvo en su obra. El francés Assayas ubica el momento en el que se encontraron Hitchcock y Truffaut en los 60 como la década en la que el cine se estaba reconociendo a sí mismo como un arte y como tal, las enseñanzas del británico tuvieron su eco en el movimiento conocido como la “Nueva Ola.”

Si todo esto llevaría a pensar que Hitchcock/Truffaut podría ser únicamente de interés para estudiantes de cine o fanáticos del “mago de suspenso”, queda establecer que la película es también un documento que demuestra la importancia del diálogo intergeneracional. El joven Truffaut se acerca con reverencia a un director que estaba perdiendo su lustre y con ello fortalece sus convicciones acerca del cine que quiere hacer en el futuro. Hitchcock, por su parte, se siente honrado de saber que nuevas generaciones de directores en Europa lo tienen como un ejemplo a seguir. Y sobre todo, le dan el lugar como artista que Hollywood se rehusó a atribuirle hasta mucho tiempo después.

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