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'Once Upon a Time... in Hollywood': un viaje en el tiempo a 1969

Brad Pitt supera a Leonardo DiCaprio en una oda al verano de Charles Manson dirigida por Tarantino.

Clasificación: R

Duración: 2 horas y 39 minutos

Actores: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Bruce Dern

Director: Quentin Tarantino

In English | La meditación de Quentin Tarantino sobre el verano de asesinatos de Manson en 1969 es fabulosa —literalmente, es una fábula que transforma a los personajes en arquetipos cuyas historias se entrelazan ingeniosamente en la amistad de los hombres protagonistas ficticios—. Leonardo DiCaprio, de 44 años, interpreta a Rick, la exestrella de un programa de TV parecido a Gunsmoke de los 1950; Rick ahora es un actor acabado que odia a los hippies. Brad Pitt, de 55 años, es Cliff, su doble de acción, chófer (debido a que Rick condujo borracho) y amigo —"más que un amigo y un poco menos que una esposa"—. Tiene el estilo lento y brillante de Once Upon a Time in the West, de 1969, un homenaje melancólico de "spaghetti western" a las películas clásicas de vaqueros de EE.UU. Pero aunque esta película comparte ese tono elegíaco, es también muy cómica, y la violencia no es tan terrible como es de esperar.

Si te acuerdas de 1969, la infinidad de canciones estupendas, los detalles vívidamente evocativos de época y la cinematografía despampanante harán que cobre vida de nuevo. Cuando Rick baila con las bailarinas de Hullabaloo, sus movimientos exuberantes y bufonescos son coreografiados por la coreógrafa de Shindig!, Toni Basil, quien ahora tiene 75 años. Esta película es un viaje en el tiempo tan meticulosamente repleta del pasado como Mad Men, pero también expresa lo que le faltaba a ese programa: lo emocionante y aterrador que era ser joven en los años 60.


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DiCaprio está en una posición perfecta para recibir un Óscar, pero Pitt se roba el espectáculo en su papel más emocionante desde Inglourious Basterds de Tarantino. Sus gloriosos abdominales son casi tan impresionantes como en su debut en Thelma and Louise. Y la actitud afable e imperturbable de Cliff y su heroísmo informal equilibran perfectamente la inseguridad sudorosa e inquieta de Rick. Rick vive por encima de sus posibilidades en Cielo Drive, un paraíso sobre Hollywood Hills, en espera de que sus vecinos —Sharon Tate (Margot Robbie) y Roman Polanski (Rafal Zawierucha)— revivan su carrera. Cliff se conforma con compartir un tráiler en el desierto con su amado pit bull.

Charles Manson (Damon Herriman) aparece brevemente cuando visita (como en realidad lo hacía) la casa de Tate en busca del hijo de Doris Day, que solía vivir ahí, Terry Melcher, quien era productor de los Beach Boys y rechazó el álbum de demostración de Manson. Así que, el vengativo Manson envió a sus chicas asesinas a Cielo Drive para asustar a Terry (que se salvó de la masacre, pero murió joven a causa del trauma psicológico).

La tragedia acecha la historia: en la banda sonora, Mick Jagger canta ominosamente, "Baby, you're out of time". Pero la película define a Tate por su vida, no su final. Ella va a fiestas en la mansión de Playboy con Mama Cass Elliot (Rachel Redleaf) y Steve McQueen (un superconvincente Damian Lewis), baila extáticamente cuando suena Paul Revere and the Raiders (otra banda de Terry Melcher) y se mira a sí misma victoriosamente (una grabación de la verdadera Tate) en una proyección de The Wrecking Crew de Dean Martin.

Hay más de una docena de brillantes interpretaciones lapidarias en partes cortas y resplandecientes. Al Pacino es el agente de Rick, que le aconseja sabiamente hacer un "spaghetti western" (como lo hizo la estrella acabada de Rawhide, Clint Eastwood, y se volvió rico y famoso). Y luego está Luke Perry, en su último papel, como el compañero pistolero de Rick en la TV; Kurt Russell, como el jefe del doble de acción Cliff; Bruce Dern, como George Spahn, cuyo rancho era un set de películas de vaqueros en los años 50 invadido por la familia de Manson; Dakota Fanning, como Squeaky Fromme, la espeluznante secuaz de Manson (que luego intentó asesinar a Gerald Ford), quien fingió ser la novia de Spahn para que él tolerara la invasión; Margaret Qualley, como una autoestopista menor de edad, seguidora de Manson, que atrae a Cliff al rancho Spahn; y Julia Butters, como una niña coprotagonista ambiciosa cuya precisión precoz hace llorar a Rick.

Once Upon a Time no representa el fabuloso Hollywood que les agrada a todos. Si te aburrió la obra maestra de Tarantino, Jackie Brown, te preguntarás después de dos horas y media si esta historia desordenada se resolverá en algún momento. Y si pensaste que Inglourious Basterds fue una versión inadecuada y engañosa de la historia trágica, quizás te sientas igual sobre Once Upon a Time. El final será controversial. Pero para este adulto que tenía 13 años en 1969, lanzó un irresistible hechizo.