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Los protagonistas salvan los filmes 'Jobs' y 'Truth'

Como Steve Jobs, Michael Fassbender nos fascina; Robert Redford en el papel de Dan Rather nos hace creer lo inverosímil.

DIRECTOR: Danny Boyle
ELENCO: Jeff Daniels, Michael Fassbender, Seth Rogen, Kate Winslet
CLASIFICACIÓN: R
DURACIÓN: 122 minutos

In English | Cuando alguien interpreta a una figura famosa en una película, existen dos opciones: se puede intentar replicar las facciones y características del personaje bajo una máscara de masilla y prostéticos, o se puede rechazar el maquillaje y simplemente dejar que la persona actúe.

Dos de los mejores actores de la pantalla grande, Michael Fassbender y Robert Redford, siguen esta última opción en un par de películas nuevas. En cada uno de los casos, esa interpretación —Fassbender como Steve Jobs y Redford como Dan Rather— es la mejor parte de la película.

En Steve Jobs, Fassbender interpreta al visionario fundador de Apple. En el filme, basado en la biografía autorizada de Jobs escrita por Walter Isaacson, en lugar de presentar un relato desde el principio hasta el final de la vida de Jobs, el escritor Aaron Sorkin y el director Danny Boyle se centran en los sucesos tras bastidores de tres momentos fundamentales: el lanzamiento de la primera computadora Macintosh, la creación de su primera compañía tras haber sido despedido por Apple y la presentación de la revolucionaria y multifunción iMac.

Cada suceso tiene su propio drama intrínseco —eso es, si eres discípulo de Apple—. Con Sorkin al teclado, sin embargo, puedes esperar escuchar numerosas palabras apasionadas e igual número de discursos fervientes antes de que Steve Jobs se termine.

A medida que se desarrolla cada episodio, vemos a Job entre bastidores, esperando su turno en el escenario para dar a conocer su última profecía. Pero en cada caso, primero debe enfrentarse, una por una, a las personas más importantes de su vida. Parecen ser un equipo de fantasmas de Dickens.

Y así conocemos a la permanentemente ingenua exnovia de Jobs (Katherine Waterston). Luego conocemos a la hija de ambos (interpretada por tres actrices jóvenes de edad adecuada), una hija cuya paternidad Jobs nunca totalmente reconoce. A continuación, Boyle y Sorkin nos presentan al socio experto en informática cuyo genio Jobs se niega a reconocer (Seth Rogen como Steve Wozniak). El más formidable de todos —el fantasma de las crisis por venir— es el director ejecutivo de Apple, John Sculley (Jeff Daniels), quien es a la vez el máximo defensor de Jobs y el instrumento de su expulsión de la propia compañía que creó.

La mayoría de estas visitas son polémicas, lo que incita los famosos sermones y contraargumentos defensivos de Sorkin. Y porque en general todos tienen básicamente las mismas quejas sobre Jobs —que es un sociópata que carece de emociones— Steve Jobs se vuelve bastante monótona al final.

Aun así, no te cansarás de ver a Fassbender canalizar al titán. En el Festival de Cine de Nueva York este mes, Fassbender recordó haberle dicho a Boyle, "Pero, ¡Christian Bale se parece mucho más a Steve Jobs que yo!" A pesar de no parecerse físicamente, Fassbender interpreta perfectamente al personaje frío, distraído y curiosamente perdido que Isaacson pintó en su libro. De hecho, en las últimas escenas Fassbender tiene un parecido al actor Ed Harris como el manipulador productor de televisión de The Truman Show (1998), cuyo aspecto siempre sospeché fue inspirado por la imagen pública de Jobs.

Cate Blanchett y Robert Redford protagonizan 'Truth'

Cortesía Sony Pictures Classics

Cate Blanchett y Robert Redford protagonizan 'Truth'

DIRECTOR: James Vanderbilt
ELENCO: Cate Blanchett, Dennis Quaid, Robert Redford
CLASIFICACIÓN: R
DURACIÓN: 121 minutos

Si se sentaran Robert Redford y Dan Rather juntos a cenar en tu casa, sería pan comido saber exactamente cuál de los dos sería más propenso a mirarte directamente y decir, gravemente, "Valor". En su interpretación de Rather en el drama de periodismo Truth, Redford realmente no se esfuerza por disfrazarse, solo adopta un suave acento tejano que no se parece al acento de Rather, que escuchamos durante sus 24 años como presentador principal del noticiero CBS Evening News.

Redford logra realizar cierto tipo de metamorfosis: encorva levemente el hombro, aprieta los labios al sonreírse, hasta que al final del filme comenzamos a pensar que en realidad sí se parece a Rather —al que físicamente no se parece en absoluto—.

"Me encanta la idea de un ícono interpretando a otro ícono", me dice el escritor y director James Vanderbilt. "No le iba a pedir a Robert Redford que utilizara una nariz prostética. Él interpreta la esencia de Dan Rather".

Gracias al genio especial de Redford y la sólida interpretación de Cate Blanchett como la productora de 60 Minutes Mary Mapes —el filme se basa en sus memorias— Truth se desarrolla a buen ritmo. El problema se encuentra en el argumento central de la película: Mapes y Rather publicaron un informe en el 2004 en el que alegaban que el presidente en aquel entonces, George W. Bush, estaba ocultando la verdad acerca de su permanencia en la Guardia Nacional Aérea de Texas en los años 1970. Según afirmaban ciertas fuentes, Bush, conocido como Dubya, se había ausentado sin permiso —y supuestamente dichas fuentes tenían las pruebas para demostrarlo—.

Días después de haberse publicado el informe, sin embargo, surgieron dudas acerca de la autenticidad de dichos documentos. CBS retractó el informe, Rather se disculpó ante las cámaras y Mapes perdió su empleo. Unos meses después, Rather repentinamente se jubiló y dejó su puesto como presentador de las noticias vespertinas.

Con una banda sonora vibrante, Truth sigue el equipo de periodistas intrépidos de Mapes mientras investigan los detalles del reportaje. Luego, este persiste a medida que el equipo pierde el apoyo de CBS, supuestamente a petición de la Casa Blanca. Gracias a la dirección experta de Vanderbilt, compartimos el sentido de urgencia cada vez mayor de los miembros del equipo durante la primera mitad del filme —y luego, su creciente desesperación—. Entonces, ¿por qué nos inquieta sentir que el escándalo inicial es, a lo más, insignificante? ¿Podría ser porque sabemos que la pérdida de su empleo es el peor resultado posible para cualquiera de estos personajes?

Estilísticamente, Truth aspira ser como la película All the President's Men. Temáticamente, recuerda más a Election, la sátira clásica de secundaria donde Matthew Broderick conspira intensamente para socavar las ambiciones de Reese Witherspoon para la presidencia de la clase.

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