Skip to content
 

Personas mayores serían protegidas por la industria de valores

Corredores de inversiones buscan herramientas para proteger a sus clientes.

In English | Un grupo de la industria de valores hace poco propuso que se cambiara la manera en la que los corredores de inversiones y sus empresas manejan las cuentas, para proteger a los consumidores mayores y a los clientes vulnerables contra el fraude.

A las empresas de inversiones les preocupa cada vez más la explotación financiera de los clientes mayores, en particular quienes pueden padecer demencia y otros tipos de deterioro cognitivo. Sin embargo, muchas empresas dicen que están limitadas por la normativa que regula cuánto pueden intervenir.

En la actualidad, la normativa exige que las empresas protejan la privacidad del cliente, y por eso puede que no estén muy dispuestas a comunicarse con la familia del cliente cuando hay sospechas de fraude. Y se supone que las empresas cumplan la orden de un cliente de manera oportuna, incluso cuando se trata de una mala decisión financiera.

Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín


Ahora, la Financial Industry Regulatory Authority, o FINRA (Autoridad Reguladora de la Industria Financiera), está proponiendo un cambio en las reglas que daría mayor libertad de acción a los corredores y sus empresas para ayudar a los clientes vulnerables.

Según la propuesta de la FINRA, las empresas que abran una cuenta nueva deben intentar obtener del cliente la información de contacto de un adulto de confianza con quien poder comunicarse en caso de que surjan problemas. (Para los clientes existentes, las empresas tendrían que intentar obtener esta información cuando actualicen las cuentas).

Además, la FINRA desea permitir a las empresas retrasar un desembolso de fondos de una cuenta —hasta por 15 días— si creen que alguien se está aprovechando financieramente del cliente. Esto aplicaría en casos en los que el cliente tiene 65 años o más o es un inversionista más joven con una discapacidad física o mental debido a la cual el cliente no puede velar por sus propios intereses, dice la FINRA.

Durante los 15 días, las empresas tendrían que investigar la sospecha de explotación y notificar al cliente. También tendrían que comunicarse con el contacto “de confianza” del cliente, a menos que se sospeche que esa persona es quien intenta sacar provecho, según la FINRA.

La FINRA dice que notó la necesidad de realizar estos cambios después de lanzar una línea gratuita de asistencia con títulos/valores para personas mayores (844-574-3577) en abril y enterarse de los asuntos que enfrentan las empresas al trabajar con clientes mayores que pueden haber sido víctimas de explotación financiera.

En la actualidad, la FINRA busca comentarios del público sobre las reglas que propone.

Mientras tanto, otros grupos y empresas de inversiones también están intentando superar este problema, el cual prevén que aumentará a medida que las personas viven por más años y es más probable que padezcan problemas cognitivos. En la actualidad, por lo menos tres estados permiten que las empresas de inversiones retrasen la liberación de fondos en casos en los que se sospecha explotación financiera, lo que da a las empresas tiempo para comunicarse con las autoridades y los familiares.