El plato clásico italoamericano
Esta receta le ha dado la vuelta al mundo.
Yo me atrevería a asegurar que a todos los niños les gusta el espagueti con albóndigas. El plato clásico italoamericano le ha dado la vuelta al mundo. Recuerdo que de pequeña, como a mi mamá no le gustaba cocinar, me servía mi espagueti con albóndigas, pero sacado de la lata y aún así yo me los devoraba. ¡Con lo fácil que es preparar esta delicia en un dos por tres!
Hoy día yo sigo siendo amante de este sencillo y rico plato y tengo una versión que quiero compartir con ustedes, albóndigas de pavo en salsa de tomate rústica.
Escogí pechuga de pavo porque al ser magra, es decir, tiene menos grasa que otros cortes de carne, es más saludable. Como es una carne de poco sabor, le he añadido ajo, nuez moscada, perejil, orégano, comino, paprika dulce y alcaparras pequeñas. La combinación resulta en unas albóndigas delicadas, jugosas y sabrosas. Claro está, la salsa tiene mucho que ver y ahí es donde yo despliego mi creatividad para lograr un perfecto complemento a mis albondiguillas de pavo.
Mi salsa rústica, la llamo así porque los ingredientes están cortados en trozos medianos que se dejan cocinar largo rato como hacían nuestras abuelas, resulta en una salsa espesa y casera, hasta un poco campestre y con mucho sabor.
Si prefiere hacer su plato con la tradicional carne de res, una buena sustitución es que la compre 90% magra o limpia de grasa. Hay mil combinaciones, no hay una receta de albóndigas que se parezca a la otra; usted incluso puede combinar las carnes para adquirir el sabor que quiera, para reducir las grasas o simplemente para ahorrar. Siempre que pueda, escoja su corte de carne y pídale al carnicero que se la muela. Así garantiza frescura y que no le den gato por liebre.
A la hora de escoger acompañante para mis albóndigas, yo prefiero la pasta integral, sobre todo el espagueti, pero use la que a usted más le guste. La pasta integral tiene más fibra y vitaminas que la regular y practicamente no hay diferencia de sabor.
Por cierto, no se sabe el origen exacto de esta combinación de espagueti con albóndigas. Unos le atribuyen la invención a los italianos que llegaron a Nueva York a principios del siglo XX y otros lo contradicen, asegurando que en regiones toscanas ya ese plato se viene saboreando por generaciones.
Lo que es indiscutible, es que las albóndigas son muy populares en toda Europa y el Oriente Medio, aunque estas bolitas se cocinan en cada país a su estilo propio y con diferentes ingredientes y salsas. La cocina turca se “lleva el premio” porque tiene más de 80 variedades. En Dinamarca se fríen y usualmente tienen como ingrediente principal el cerdo. En Albania incluyen queso feta, y en Suecia se acompañan de conserva de arándano rojo.
A mí como me gusta mi espagueti con albóndigas es con una cubierta de queso parmesano rallado, una rica ensalada fresca, mi buena copa de vino tinto y agradable compañía.
Eso es, como diría el reconocido comediante mexicano Clavillazo: “¡Pura vida!”