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Limón y jengibre, un buen matrimonio

Excelente combinación para resaltar el sabor de un pescado tan delicado y exquisito como el lenguado.

El jengibre y el limón son como un buen matrimonio, se entienden, se complementan, y juntos se resaltan en perfecta armonía. ¡Si todas las uniones fueran así!

Hoy combiné estos dos ingredientes indispensables en mi cocina, para resaltar el sabor de un pescado tan delicado y exquisito como el lenguado.

Esta receta es ideal para el verano, es de rápida confección y elegante a la vista y al paladar. Pero entre nos, este plato cumple también la función de darle pescado a mi familia al menos una vez a la semana que es lo recomendado para nuestra nutrición y salud.

Para esta receta en ocasiones uso la corvina o tilapia, pero por la temporada y su frescura en el mercado esta vez preferí el lenguado (flounder) que es un pescado blanco de muy pocas espinas y del que se sacan magníficos filetes.

Hay trucos y consejos que van a convertir en un placer el uso de este alimento apetitoso y nutritivo. Por ejemplo, recuerde siempre que pueda comprar pescado fresco, que no tenga ningún olor y cuya textura sea firme con buen color. Si lo compra congelado, a la hora de descongelarlo hágalo siempre en el refrigerador, nunca a temperatura ambiente. Seque sus filetes con papel toalla antes de sazonarlos y tenga su sartén y aceite calientes antes de colocar los filetes, así se sella el sabor. Los filetes son de cocción rápida, no los sobre cocine.

El saludable hábito de comer pescado se puede disfrutar en sus múltiples variantes. Esta vez es mi sencilla sazón la que hace la gran diferencia: limón y jengibre.

Yo adoro el jengibre y por suerte esta raíz de origen asiático es fácil de encontrar en los mercados y en sus varias formas: cruda, encurtida, envasada en vinagre como se utiliza para acompañar al sushi. El jengibre en polvo es menos perfumado y menos picante y se usa en caldos, carnes y ensaladas y el jengibre caramelizado y en almíbar es excelente para preparar postres. El jengibre verde, que se compra en las fruterías, seco, debe remojarse. Lo puede usar como condimento y hasta como un té para resfriados como hacía mi abuela.

Otro toquecito oriental que quiero darle a este plato son las vainitas chinas tiernas y de sabor neutro que combinan perfectamente con el pescado y además aportan el sabor y valor nutritivo vegetal a la receta. Y ni qué hablar del aceite de ajonjolí que además de su agradabilísimo sabor aporta muchos beneficios, entre ellos ayuda a reducir el colesterol, también ayuda en la prevención de la hipertensión y la humectación de la piel.

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