Gazpacho, mezcla de sopa y ensalada
La experta Denisse Oller habla de su primera vez con el gazpacho, una delicia culinaria de España.
Sopa, aperitivo, coctel de lujo, bebida refrescante, todo eso y más es el protagonista de nuestra receta de hoy. Lo saboreé por primera vez en Andalucía, muy apropiadamente, en un recorrido veraniego por esas tierras de espectacular belleza e intenso calor. Una parada en Córdoba, a media tarde con mi amor de juventud, pedía a gritos algo refrescante que contuviera la sed y apaciguara el hambre. ¡Eureka! Ese “algo” existe y se llama ¡gazpacho!
El resto de mi estancia lo pasé probando las muchas versiones de los deliciosos gazpachos que abundan en España, aunque vale destacar que el más popular e internacionalmente conocido es el denominado gazpacho andaluz, región que aparentemente es su cuna.
El origen del gazpacho (mezcla de pan desmigado, aceite de oliva y vinagre) data de la época del al-Ándalus, tiempo en que los musulmanes ocuparon una parte de la Península Ibérica. Durante siglos fue alimento de los campesinos españoles, hasta que en el siglo XIX pasó a las mesas de las clases más adineradas con la variante de agregarle pequeños trozos de hortalizas y carnes según el gusto.
El actual gazpacho andaluz, el más popular y conocido internacionalmente, suele ser definido por algunos especialistas culinarios como una mezcla entre sopa y ensalada. Se sirve fresco como una bebida/comida de aromas agradables y reconfortantes.
Yo a partir de aquel viaje soy fanática de este caldo español que es muy fácil de preparar y sobre todo me permite experimentar con muchísimas variantes. Un ejemplo es mi gazpacho “andaqueño” (andaluz-puertorriqueño) donde con mucho cariño incorporo algunos ingredientes como el cilantro, propio del sabor de mi isla Puerto Rico.
Está de más recomendar los beneficios de este plato muy estimado en la saludable “dieta mediterránea”. El gazpacho es una increíble fuente de vitaminas y, balanceando bien sus ingredientes, usted puede lograr un alimento tan nutritivo que le ayudará a emprender cualquier tarea agotadora.
En esta ocasión les traigo dos recetas de gazpacho, el “andaqueño” y el gazpacho de tomates amarillos, ambos refrescantes y deliciosos, ambos platos tienen su personalidad y color propio; pero si se le antoja, puede echarle trocitos de verduras o carnes de su predilección, lo cual no será mal visto ya que es una costumbre muy practicada en España. Y si le sobra alguna cantidad de este rico caldo, lo puede congelar y más adelante tomarlo fresco. Ahora disfrútelo y ¡Olé!