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¿Tiene calor?: Tenga cuidado con la deshidratación

Conozca los síntomas y evite daños mayores.

In English | El verano llegó y con ganas, cubriendo buena parte del país con un calor sofocante; en algunos casos, con temperaturas sin precedentes que no solamente son agobiantes, sino también peligrosas para la salud. Entre los adultos mayores, la deshidratación es uno de los peligros más comunes del clima cálido y húmedo.

Estudios recientes demuestren que hasta una deshidratación (en inglés) leve tiene grandes consecuencias, desde alteraciones del humor y los problemas de memoria hasta las jaquecas y el estreñimiento.

Hombre secándose el sudor con una toalla

Foto: MM Productions/Corbis

Aconsejan hidratarse antes de un entrenamiento físico intenso.

Según el autor principal de uno de los estudios, los adultos mayores son más propensos a deshidratarse. Eso se debe a que, cuando se aproxima los 50 años, nuestra capacidad para reconocer la sed disminuye y nuestros riñones pierden precisión para regular el suministro de agua al organismo, sostiene Lawrence Armstrong, investigador del laboratorio del Human Performance Laboratory de University of Connecticut. Algunos medicamentos comunes, como los diuréticos (administrados para la hipertensión), antihistamínicos y ciertos fármacos psiquiátricos, agravan el problema. Por último, las personas que comienzan a beber menos debido a problemas para controlar su vejiga corren más riesgos todavía.

Es un mito que uno solamente se deshidrata por transpirar profusamente, señala Michael Bergeron, director ejecutivo del National Institute for Athletic Health & Performance del Sanford USD Medical Center, de Sioux Falls, Dakota del Sur. Un individuo que tratara de evitar ingerir líquidos “podría deshidratarse aun cuando pasara la mayor parte del día sentado en una habitación con aire acondicionado”.

Cómo saber si uno no está bebiendo lo suficiente. Una manera de hacerlo es controlando el color de su orina. Cualquier tonalidad más oscura que un amarillo suave o ámbar podría significar que debe tomar más líquido. (Nota: la vitamina B12 oscurece el tono de la orina). El Institute of Medicine recomienda que la mujer tome unas 11 tazas de líquidos por día, y que los hombres beban unos 15, pero eso también incluye los líquidos contenidos en los alimentos. Las frutas y verduras suman, ya que en la mayoría, el 80 % de su peso es agua. Una taza de sandía, por ejemplo, contiene alrededor de media taza de agua. Su mejor salvaguarda es beber ocho vasos de 8 onzas de agua por día, dice Armstrong.

Aun así, con el calor sofocante, es fundamental comprender los indicios y síntomas de la deshidratación.

Calambres musculares. Los calambres no solamente afectan a jóvenes maratonistas. “Veo personas activas de setenta y tantos años que regularmente juegan al tenis o cortan el césped de su jardín que sufren los mismos calambres musculares que aquellas que hacen ejercicios más intensos”, dice Bergeron. La razón: los adultos mayores, especialmente si están en buena forma física, transpiran más de lo que creen. El organismo solamente tiene el líquido suficiente para las funciones normales, y cuando uno transpira, su cuerpo prioriza, reteniendo el líquido donde es más vital: el sistema circulatorio, el cerebro y otros órganos vitales. “Cuando los nervios que llegan a los músculos no tienen el agua y el sodio que necesitan”, se tornan hipersensibles, haciendo que los músculos se contraigan involuntariamente o convulsionen, explica Bergeron.

Afortunadamente, los calambres musculares por lo general se pueden evitar fácilmente. Si usted sabe que va a tener un día activo, exponiéndose a altas temperaturas, tome una bebida para deportistas con sodio, ya sea la noche anterior o durante el desayuno. Eso es aparte de los ocho vasos de agua diarios recomendados. Este consumo adicional de sal no debe preocupar a las personas hipertensas, pues el sodio que contiene la bebida solamente va a reponer la dosis de sodio que perderan, agrega Bergeron.

Mareos. La sensación de inestabilidad sucede con más frecuencia durante o inmediatamente después de realizar alguna actividad física intensa, cuando el cuerpo envía mucha sangre a los músculos. “De repente, su organismo no puede mantener el flujo de sangre suficiente en el cerebro. Al mismo tiempo, usted está haciendo un gran esfuerzo y eso aumenta la temperatura corporal y el ritmo respiratorio, lo que hace dilatar los vasos sanguíneos de su cerebro”, provocando el mareo, explica Bergeron.

Jaquecas. “Cualquier cambio que altere el equilibrio natural del organismo, como la deshidratación, genera estrés, y eso puede provocar una jaqueca. De hecho, las jaquecas son el sistema de alarma de su organismo. Le está indicando que ha perdido su equilibrio fisiológico”, sostiene Juline Bryson, M.D., neuróloga del Headache Institute, en el St. Luke's-Roosevelt Hospital Center de Manhattan. Asimismo, cuando a uno le falta líquido, la sangre aumenta su concentración, lo que provoca que las proteínas inflamatorias que circulan por la sangre irriten los nervios que rodean el cerebro.

Problemas con la memoria y la concentración. Si bien las razones de estos síntomas no están claras, investigadores del Human Performance Laboratory de University of Connecticut notan que la deshidratación cambia el equilibrio electrolítico de la sangre, lo que afecta directamente partes del cerebro relacionadas con el razonamiento. Los cambios en los niveles electrolíticos (en inglés) también pueden alterar los niveles de serotonina en el cerebro, lo que afecta el humor.

Estreñimiento. Cuando estamos deshidratados, el colon redirige líquido al flujo sanguíneo. Esto hace que las heces se tornen más duras y sean más difíciles de eliminar, explica Nadya Swedan, M.D., especialista en rehabilitación que trabaja en el sector privado, en Manhattan. Irónicamente, cuando uno está deshidratado, si intenta contrarrestar el estreñimiento comiendo alimentos ricos en fibras, como frutas, verduras y cereales integrales, solamente logrará empeorar la situación. La fibra estimula las contracciones ondulantes que hacen desplazar a los alimentos a través del tracto digestivo, pero solamente cuando hay una cantidad de líquido adecuada. “Si no está bebiendo lo suficiente, estos alimentos ricos en fibra simplemente se asentarán en su intestino”, indica Swedan.

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