Protege tu dinero en un divorcio

3. Haz un inventario de los activos y las deudas

Con la ayuda de tu abogado, pide una divulgación completa de todos los activos financieros conjuntos e individuales para que sepas dónde está tu dinero y a dónde va. Haz copias de las cuentas de préstamos y tarjetas de crédito para protegerlas, así como la documentación de las líneas de crédito sobre el valor acumulado de la vivienda, las declaraciones de impuestos pasadas y las deudas comerciales. También se recomienda hacerte cargo de los “bienes no matrimoniales”, cosas que se consideran que pertenecen a un solo cónyuge, como bienes adquiridos antes del matrimonio, herencias y regalos que se dieron específicamente a una persona.

4. Usa un asesor financiero

La opinión de un asesor financiero durante el proceso de divorcio puede proporcionar una imagen más clara de cómo será tu vida financiera después del divorcio y ayudarte a elaborar un plan financiero. Sus consejos pueden ayudarte a considerar factores como la división de activos, los acuerdos de pensión alimentaria o manutención conyugal, las implicaciones fiscales y el posible impacto en las metas financieras a largo plazo.

5. Organiza los pagos de la hipoteca y del alquiler

Las compañías hipotecarias y los propietarios esperan que los pagos se hagan independientemente de cuál sea tu situación personal. Tal vez quieras mudarte a un lugar solo lo antes posible, incluso antes de un divorcio, pero eso podría perjudicar tu derecho al hogar (y todavía serás responsable de al menos la mitad del pago de la hipoteca). A veces, los dos cónyuges pueden llegar a un acuerdo sobre quién se queda con el hogar, pero a menudo tiene más sentido desde el punto de vista financiero venderlo.

6. Prepárate para compartir las cuentas de jubilación

Solo porque un plan 401(k) o una cuenta IRA esté a tu nombre no significa que no esté en juego. Estos fondos pueden considerarse como “bienes matrimoniales” y estar sujetos a negociación. La posible división de las cuentas 401(k), 403(b) y las pensiones se regirá por un documento legal llamado QDRO; la reorganización de las cuentas IRA se aborda en la sentencia de divorcio. Y no te olvides de actualizar a tus beneficiarios en tus cuentas de jubilación, ya que no querrás que tu excónyuge inadvertidamente reciba activos después de una ruptura contenciosa.

7. Modifica tu testamento

Cuando te prepares para un divorcio, o inmediatamente después de su acuerdo, actualiza tu testamento según sea necesario. En la mayoría de los estados, los excónyuges están automáticamente excluidos de servir como fideicomisarios o administradores patrimoniales, o de recibir algo de tu testamento. También es prudente actualizar otros documentos importantes, como el poder notarial y el representante para la atención médica.

8. Entiende la diferencia entre la propiedad comunitaria y la distribución equitativa

Antes de que tú y tu cónyuge sigan caminos distintos, tendrás que dividir los activos matrimoniales, como bienes raíces, ahorros, cuentas de inversión y cuentas de ahorros para la jubilación. La forma en que se dividirá tu propiedad depende del estado en el que vives.

Si vives en un estado de propiedad comunitaria, los bienes que obtengas o acumules durante el matrimonio se dividirán por igual, aproximadamente en una proporción de 50/50. Sin embargo, cualquier activo que tú o tu cónyuge hayan adquirido antes del matrimonio queda excluido de este tipo de acuerdo. Los estados de propiedad comunitaria son Arizona, California, Idaho, Luisiana, Nevada, Nuevo México, Texas, Washington y Wisconsin.

Por el contrario, si vives en un estado de distribución equitativa, el tribunal dividirá los bienes matrimoniales de una manera que considere justa, aunque eso no necesariamente significa que sea a partes iguales. Qué recibe cada cónyuge se basa en sus necesidades generales y circunstancias particulares. El tribunal examina aproximadamente una docena de factores a la hora de decidir cómo dividir los bienes.

Si no puedes llegar a un acuerdo con tu cónyuge sobre cómo se deben dividir los bienes, considera usar un mediador objetivo y de terceros, como un juez jubilado o un experto en derecho familiar, para decidir qué es equitativo. 

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