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10 causas sorprendentes de ataques cardíacos

Desde los dolores de cabeza hasta los medicamentos para la acidez, cuídate de los agentes inesperados.

In English | Muchos conocemos las causas que más probabilidades tienen de provocar un ataque cardíaco: la obesidad, la falta de ejercicio, la hipertensión, el estrés y fumar. Pero según nuevas investigaciones, otros factores menos comunes también pueden poner el corazón en riesgo.

Mujer utilizando un inhalador

Getty Images

Los asmáticos corren un mayor riesgo de pasar por alto los indicios de un ataque cardíaco.

1. El asma que exige tratamiento con fármacos de control diario

Las personas que padecen de un asma persistente, que es el asma lo suficientemente grave como para exigir tratamiento con fármacos de control diario, corren un riesgo 60% mayor de sufrir un ataque cardíaco, derrame cerebral o muerte por enfermedades cardiovasculares, según nuevas investigaciones publicadas en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology.

"Los niveles altos de inflamación provocan asma y enfermedades cardiovasculares", explica Matthew Tattersall, investigador principal y profesor adjunto de medicina en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la University of Wisconsin.

Además, debido a que la opresión en el pecho frecuentemente es uno de los síntomas del asma, los asmáticos podrían pasar por alto los indicios de un ataque cardíaco y aplazar su tratamiento. Para disminuir el riesgo cardiovascular a largo plazo, Tattersall opina que es esencial mantener un seguimiento estricto. "Si padeces de un asma persistente, podrías necesitar un cuidado preventivo más intensivo y agresivo", dice él.

2. Ciertos medicamentos para la acidez

Las personas que padecen de reflujo gastroesofágico y toman medicamentos inhibidores de la bomba de protones (IBP) —incluidos los medicamentos Prilosec, Nexium y Prevacid— corren un riesgo 16 a 21% mayor de sufrir un ataque cardíaco, según un importante estudio nuevo llevado a cabo por Stanford University que analizó los datos de casi 3 millones de pacientes.

El estudio no encontró relación, sin embargo, entre los ataques cardíacos y otro tipo, muy conocido, de medicamento para la acidez, los antagonistas H2 tales como los medicamentos Tagamet, Pepcid y Zantac.

Entonces, ¿por qué son distintos los medicamentos IBP? Investigaciones anteriores sugieren que podrían reducir la producción de óxido nítrico, una molécula importante que ayuda a mantener la salud del revestimiento interior de los vasos sanguíneos. Cuando hay niveles bajos de óxido nítrico, se pueden acelerar las enfermedades cardíacas.

Según los investigadores, aunque el aumento en el riesgo es moderado, las personas con trastornos cardíacos que toman medicamentos IBP deben consultar con sus médicos.

Hombre con sus manos en la cara en senal de cansancio visual

Imagen de fotostock RM/Getty Images

Mantente activo y disminuye el riesgo de sufrir migrañas con aura.

3. Sufrir migrañas con aura

Las mujeres de mediana edad y mayores que sufren migrañas con aura, o sea que con frecuencia padecen de síntomas visuales tales como destellos de luz o puntos ciegos antes de que comience el dolor de cabeza, corren un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos, según un análisis realizado en el 2013 de 28,000 mujeres participantes en el Women's Health Study (Estudio de Salud de las Mujeres), un estudio en curso a nivel nacional.

De hecho, sufrir una migraña con aura es el segundo mayor factor contribuyente al riesgo de sufrir ataques cardíacos y derrames cerebrales, siendo el mayor factor la hipertensión, según el médico e investigador Tobias Kurth del hospital Brigham and Women's Hospital en Boston y el French National Institute of Health (Instituto Nacional de Salud de Francia).

Esto no significa que todas las personas que padecen de este tipo de migraña sufrirán un ataque cardíaco o derrame cerebral, acota Kurth, sino que dichas personas deben intentar encontrar otras formas de disminuir el riesgo, tales como no fumar, mantenerse activas y controlar la presión arterial.

4. No vacunarse contra la gripe

La vacuna antigripal no te protege solamente contra ese peligroso virus. Investigaciones recientes han demostrado que también ayuda al corazón; en comparación con las personas que no se vacunan, en el año siguiente tras recibir la vacuna la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco se reduce en un 50%. Ahora un estudio publicado en la revista Vaccine nos da la explicación.

"Descubrimos que los anticuerpos que se producen después de recibir la vacuna activan procesos a nivel molecular, que protegen y fortalecen el sistema cardiovascular", explica el coautor del estudio Veljko Veljkovic, del Vinca Institute of Nuclear Sciences (Instituto de Ciencias Nucleares Vinca) de la Universidad de Belgrado, Serbia.

Al vacunarte contra la gripe, dice Velijkovic, recibes un beneficio doble: protección contra la gripe y los ataques cardíacos.

Mujer sentada con sus manos juntas sobre sus piernas cruzadas

BURGER/Corbis

Según investigadores, existe una relación entre la fuerza con la que das un apretón de manos y la salud cardíaca.

5. Una fuerza de prensión débil

¿Qué tiene que ver tu apretón de manos con la salud cardíaca? Más de lo que te imaginas, según investigaciones publicadas en internet en mayo del 2015 por la revista Lancet.

Los investigadores hallaron que la fuerza de prensión, o la fuerza que se emplea cuando se aprieta algo con la mano tanto como sea posible, es un pronosticador del riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Al medir la fuerza de agarre con un dispositivo especial denominado un dinamómetro de mano, los científicos hallaron que por cada disminución de 5 kilogramos (11 libras), hay un riesgo 17% mayor de muerte por enfermedades cardiovasculares y un riesgo 7% mayor de sufrir un ataque cardíaco.

"Como pronosticador de la muerte cardíaca, la fuerza de prensión es tan potente como la presión arterial", nota Darryl Leong, profesor adjunto de medicina en McMaster University en Canadá y autor principal.
Aunque no se conoce la causa de la relación, Leong sospecha que podría existir una conexión entre la fuerza muscular y una mejor función vascular.

6. El horario de verano

Ajustar los relojes una hora (adelantarlos o atrasarlos) hace más que interrumpir el sueño.

La interrupción del ritmo circadiano —o reloj biológico— también parece afectar el corazón. Según investigaciones presentadas en la 63.º Sesión Científica Anual del American College of Cardiology (Colegio Estadounidense de Cardiología), se notó un aumento de un 25% en el número de ataques cardíacos el lunes siguiente al cambio de hora —o "adelanto primaveral"— cuando perdemos una hora, en comparación con otros días lunes durante el año. En contraste, hay una reducción de un 21% en el número de ataques cardíacos el martes siguiente al atraso del reloj en el otoño, cuando ganamos una hora.

La interrupción del sueño causado por el cambio de hora en la primavera estresa al organismo, cosa que el médico e investigador Hitinder Gurm, cardiólogo intervencionista y profesor adjunto en la University of Michigan, piensa puede provocar ataques cardíacos en pacientes susceptibles. "Vivimos en una sociedad privada de sueño y estos datos sugieren indirectamente que hasta una pequeña interrupción en el sueño puede ser nocivo para la salud", dice Gurm.

Martini servido en un bar

Getty Images

Beber alcohol podría provocar un aumento temporal en el riesgo de sufrir ataques cardíacos.

7. La hora de cóctel

A la hora de decidir si el alcohol ayuda o perjudica la salud cardíaca, todo es cuestión de elegir el momento oportuno. Según investigaciones publicadas en el ejemplar de marzo del 2015 de la revista Epidemiology, la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco aumenta un 72% en la primera hora luego de beber alcohol. "El ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan dentro de la primera hora tras beber, y la sangre se vuelve más pegajosa, aumentando la probabilidad de formar coágulos", explica la autora principal Elizabeth Mostofsky, del centro médico Beth Israel Deaconess Medical Center y la Harvard School of Public Health. Sin embargo, dentro de las 24 horas tras beber, el riesgo general de sufrir un ataque cardíaco disminuye un 14%.

Aunque con el tiempo el alcohol podría tener un efecto protector, también podría causar un aumento temporal en el riesgo de sufrir ataques cardíacos, dice Mostofsky. Por esa razón, "consumir alcohol puede ser beneficioso, pero debe limitarse a pequeñas cantidades: no más de un trago al día para las mujeres y dos para los hombres".

8. Problemas de ira

Si te enojas por cualquier cosa, el riesgo de sufrir un ataque cardíaco aumenta vertiginosamente a causa de esos arrebatos de ira.

Según un estudio realizado en el 2014 publicado en la revista European Heart Journal, en los pacientes que describen sentirse "furiosos" o "rabiosos", el riesgo de sufrir un ataque cardíaco aumenta casi cinco veces en las dos horas tras experimentar un arrebato de ira. "El mensaje clave es que aunque no puedas evitar la ira por completo, reducir cuán a menudo te enojas o la intensidad puede ayudar a disminuir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco", dice Mostofsky, coautora del estudio.

Hombre preocupado

Joel Sartore/Corbis

Intenta reducir el nivel de estrés después de un suceso traumático para disminuir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

9. Los sucesos traumáticos

No es una exageración decir que los sucesos que rompen corazones de veras rompen el corazón, especialmente para las mujeres.

Según investigaciones presentadas en las Sesiones Científicas del 2015 de la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón), los sucesos traumáticos tales como la muerte de un ser querido o una enfermedad potencialmente mortal aumentan casi un 70% el riesgo de sufrir un ataque cardíaco en las mujeres de mediana edad o mayores.

Las investigaciones no estudiaron las razones por las que algunas mujeres son más vulnerables a los efectos de los sucesos extremadamente angustiosos en sus vidas, pero la coautora y doctora Michelle A. Albert, profesora de medicina en la University of California San Francisco, teoriza que las experiencias negativas podrían afectar la reacción del cuerpo ante el estrés, aumentando la inflamación y las hormonas del estrés, que se han relacionado a la susceptibilidad a los ataques cardíacos.

Los médicos y pacientes deben conversar sobre las formas de reducir el estrés psicológico tras un suceso traumático personal, agrega Albert, con el fin de disminuir el riesgo cardiovascular.

10. Tomar analgésicos comunes

Puede que no hayas notado la letra pequeña, pero el ibuprofeno y el naproxeno (marcas tales como Advil, Motrin y Aleve), analgésicos de venta al público con o sin receta médica de uso extendido, incluyen advertencias sobre posibles ataques cardíacos y derrames cerebrales.

Hasta el momento, la advertencia ha declarado que estos antiinflamatorios no esteroides (AINES, o NSAIDs en inglés) sin aspirina "podrían causar" un mayor riesgo de sufrir trastornos cardíacos, pero los nuevos datos han convencido a la Food and Drug Administration (FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos) a reforzar el texto e indicar que estos medicamentos "causan" un mayor riesgo. La agencia advirtió que las personas deben utilizar los fármacos con moderación por poco tiempo, a la menor dosis posible.

Según la FDA, nuevos estudios muestran que el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o derrame cerebral puede aumentar aun tras utilizar los AINES por poco tiempo. El riesgo también parece ser mayor a dosis mayores.

"Todas las personas podrían estar en riesgo, hasta aquellas sin un riesgo subyacente de enfermedades cardiovasculares", dijo la Dra. Judy Racoosin, subdirectora de la División de Anestesia, Analgesia y Productos Adictivos de la FDA, en una explicación escrita de la nueva advertencia.

Las personas con enfermedades cardíacas, especialmente las que hace poco han sufrido un ataque cardíaco o se han sometido a una cirugía de revascularización coronaria, corren el mayor riesgo y deben consultar la toma de estos medicamentos con sus médicos.

Jodi Helmer aporta artículos de salud para AARP con regularidad.