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Gobernador de Colorado firma ley de importación de medicamentos recetados

Otros estados presentan propuestas que permitirían a los consumidores comprar medicamentos más económicos de Canadá.

Bandera de Canadá junto a varias pastillas

Alamy

El gobernador de Colorado Jared Polis (D) firmó legislación el jueves que autoriza al estado a importar medicamentos recetados de Canadá, lo que potencialmente reduciría el costo de medicamentos vitales que millones de personas toman diariamente.

Se espera que el gobernador de Florida Ron DeSantis (R) firme un proyecto de ley similar pronto. Vermont fue el primer estado del país en aprobar una ley de importación de fármacos. Los tres estados necesitan la aprobación federal del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), en inglés, para comenzar sus programas. A pesar de que los funcionarios del HHS se han opuesto a estas medidas en el pasado, el presidente Trump recientemente impartió instrucciones al secretario de ese departamento, Alex Azar, para que trabaje con Florida en su programa, y le comunicó al gobernador de Colorado en una llamada telefónica que apoyaba la iniciativa de su estado.

Bajo la nueva ley de Colorado, el estado crearía una lista de medicamentos costosos que son más asequibles en Canadá. El estado, a través de una compañía privada, compraría entonces los medicamentos a Canadá y los vendería a las farmacias participantes, las que a su vez los pondrían a disposición de los consumidores. Los medicamentos importados tendrían que cumplir con los estándares de seguridad y eficacia establecidos por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU.

Vermont aprobó la ley el año pasado pero todavía no ha solicitado la aprobación del Gobierno federal para comenzar el programa. La ley de Colorado establece que el estado debe solicitar la aprobación federal no más tarde de septiembre del 2020, y la ley aprobada por la legislatura de Florida requiere que se radique una solicitud ante el HHS a más tardar en julio del 2020. Una disposición en la ley de medicamentos recetados de Medicare parte D del 2003 permite la importación de medicamentos, pero el HHS nunca otorgó la aprobación de este programa.

La National Academy of State Health Policy ha identificado una serie de medicamentos recetados costosos y ampliamente utilizados en los que los consumidores podrían ahorrar mucho dinero si pudieran comprarlos en Canadá. Por ejemplo, en el 2017, una cápsula de Lyrica, un tratamiento común para el daño en los nervios, costaba $6.04 en Estados Unidos y $0.63 en Canadá. Y el precio de una tableta de Xarelto, que se utiliza para prevenir y tratar los coágulos sanguíneos, era de $12.44 en Estados Unidos y $2.11 en Canadá. Los precios de los fármacos en Canadá son más bajos en parte porque el Gobierno ayuda a asegurar que no sean excesivos.

Los funcionarios estatales en Estados Unidos señalan que los consumidores no ahorrarían la diferencia total en el costo debido a los gastos asociados con la importación del producto. Pero confían en que, bajo estos planes de importación, los consumidores ahorrarían una cantidad de dinero importante. La ley de Colorado estipula que solo podrían importarse medicamentos que generen ahorros de costos.

Los defensores de esta ley, incluida AARP, ven la importación de medicamentos como un importante primer paso en una campaña nacional para reducir el alto costo de los medicamentos recetados.

"Esto demuestra que los funcionarios públicos en todo el país están dispuestos a comenzar a tomar decisiones sobre este asunto y están abordando el problema de manera proactiva", dijo John Hishta, vicepresidente sénior de Campañas, de AARP. "De muchas maneras, los estados están mostrándole el camino al Gobierno federal".

Las encuestas de opinión pública anteriores y posteriores a las elecciones del 2018 han mostrado continuamente que reducir el costo de los medicamentos recetados ha sido una prioridad para la gran mayoría de las personas en el país. Esta primavera, AARP lanzó su campaña Basta con medicamentos costosos (Stop Rx Greed), diseñada para inducir a los funcionarios estatales y federales a actuar sobre esta situación.

Los legisladores, dijo Hishta, "están reaccionando ante el enojo que perciben en sus electores por el alto precio que deben pagar por los medicamentos recetados. Estamos empezando a ver un dinamismo generalizado en todo el país. Cuando un gobernador o legislador actúa, otros ven que pueden tener éxito y siguen el ejemplo".

Hishta dijo que más de 20 estados están creando propuestas legislativas relacionadas con el alto precio de los medicamentos recetados. Por ejemplo, la Legislatura de Nueva York está considerando medidas que permitirían al estado importar medicamentos recetados, obligarían a los fabricantes de medicamentos a revelar cualquier acuerdo que tengan con los fabricantes de fármacos genéricos para retrasar la entrada al mercado de estos medicamentos y facultarían al fiscal general del estado para procesar legalmente a los fabricantes de medicamentos por manipulación de precios.

Ya varios estados han aprobado este año medidas para ayudar a reducir el precio que los consumidores pagan por medicamentos vitales. Por ejemplo, Nebraska, Wyoming y Montana aprobaron leyes que prohíben las llamadas "cláusulas de mordaza" que impiden que los farmacéuticos informen a los pacientes que pagar en efectivo por una receta podría ser menos costoso que usar su seguro. El Congreso aprobó una ley similar el otoño pasado que entrará en vigor en el 2020, pero estas medidas estatales hacen efectivas estas prohibiciones de inmediato.

Nuevo México autorizó una ley que establece un concejo de compras para revisar y coordinar estrategias para la compra de medicamentos recetados de manera más económica en las agencias estatales.

Y en California, el gobernador Gavin Newsom (D) firmó una orden ejecutiva que ordena al estado a comenzar a negociar el precio de medicamentos para los 13 millones de afiliados de Medi-Cal, el programa de Medicaid más grande del país, antes del 2021. Su Administración también estudiará formas en que las agencias estatales podrían unirse para comprar medicamentos recetados al por mayor y permitir la participación de empresas privadas. Uno de los pilares de la campaña Basta con medicamentos costosos (Stop Rx Greed), de AARP es permitir que el programa Medicare negocie directamente los precios de los medicamentos con los fabricantes, lo que ahorraría dinero a los beneficiarios de Medicare y a los contribuyentes.