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A esta pareja le preocupa el seguro de cuidados a largo plazo

¿Es mejor comprarlo ahora o arriesgarse? Para estas dos mujeres, es una decisión desconcertante.

Cynthia Cooper, izquierda, y Jody Morrison

Andrew Propp

Cynthia Cooper, a la izquierda, y Jody Morrison en su hogar en Baltimore.

El problema

In English | Cynthia Cooper, profesora de universidad, y Jody Morrison, bibliotecaria, son modelos de responsabilidad financiera. La pareja casada vive en Baltimore de manera austera; gastan $3,700 al mes con un pago neto de $4,400. Tienen fondos para emergencias, cuentas de jubilación, seguro de salud y seguro por discapacidad. Lo que no tienen: cobertura de cuidados a largo plazo por si en algún momento necesitaran un hogar de ancianos o cuidados en el hogar. El seguro de cuidados a largo plazo, dice Cynthia, "es mucho más costoso de lo que podemos pagar". Debido a que las mujeres tienden a vivir por más tiempo que los hombres, sus primas son más altas.

A Cynthia y Jody también les preocupa un fallo reciente del tribunal que permitió que un hogar de ancianos de Misuri rechazara a una pareja lesbiana. Ellas temen que ser excluidas de esa manera las podría obligar a pagar por cuidados más costosos. "Hemos hecho mucha planificación financiera", dice Cynthia, "pero esto me desvela por la noche".

El consejo

Cynthia no es la única que se preocupa por esto. La Encuesta de Confianza en la Jubilación del 2019 realizada por el Employee Benefit Research Institute demostró que, aunque el 72% de los trabajadores se sienten al menos un poco seguros de poder cubrir sus necesidades básicas en la jubilación, solo el 52% sienten lo mismo sobre los cuidados a largo plazo. Algo que he aprendido con el tiempo es que, debido a que los productos del seguro de cuidados a largo plazo están en constante cambio, necesitas consejos de las personas que trabajan con ellos a diario. Les pedimos ayuda a Scott Witt, un asesor de seguros en New Berlin, Wisconsin; Brandon Jones, un asesor financiero en Accredited Investors en Edina, Minnesota; y Peter Florek de MAGA Long Term Care Planning en Brannockburn, Illinois.


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De todas las opciones que surgieron, Cynthia y Jody sintieron que podían considerar tres:

El enfoque tradicional: La pareja elegiría una póliza convencional de cuidados a largo plazo, que costaría unos $7,600 al año del dinero que de otra manera iría a sus cuentas jubilatorias. La póliza brindaría un beneficio mensual de $5,000 que crecería por la inflación a una tasa del 3% anualmente. Si una de las cónyuges necesitara cuidados, hay un período de 90 días de espera para comenzar a recibir pagos. La póliza ofrecería 10 años de beneficios "compartidos" (es decir, si una cónyuge necesita 10 años de beneficios y la otra no necesita nada, pueden dividirlos así).

  • Ventaja: Gracias a la protección contra la inflación de la póliza, ese beneficio mensual de $5,000 alcanzaría los $10,000 en 25 años.
  • Desventajas: Tendrías que continuar pagando las costosas primas anuales hasta que hagas una reclamación. Y las primas podrían aumentar, como lo han hecho históricamente.

Una póliza híbrida: Esta es una póliza de seguro de vida que te permite usar los beneficios por fallecimiento para los cuidados a largo plazo mientras vives y pagar el resto a tus herederos cuando mueras. Cynthia y Jody tendrían que pagar una prima (suma única) de alrededor de $154,000 por adelantado; esta probablemente sería una combinación de dinero de sus ahorros y de sus cuentas jubilatorias. Después pagarían primas continuas de $2,500 al año. A cambio, cada una podría retirar $120,000 en cobertura de cuidados a largo plazo de su beneficio por fallecimiento de $330,000.

  • Ventaja: Los beneficios son valiosos aunque no los uses.
  • Desventajas: Esta pareja no tiene herederos que reciban el beneficio por fallecimiento. Debido a que no hay protección contra la inflación, el valor de los $120,000 podría ser de $66,000 en 25 años.

Ningún seguro: Si asumimos que Cynthia y Jody continúan haciendo contribuciones para la jubilación, dentro de 10 años podrían fácilmente retirar alrededor de $7,000 u $8,000 al mes para vivir. Y pueden añadir eso a sus beneficios del Seguro Social. Esto es substancialmente más de lo que gastan actualmente para vivir, lo que les debe brindar algún alivio.

  • Ventaja: No es un seguro, pero podría ser suficiente.
  • Desventaja: Puede que Cynthia continúe perdiendo el sueño.

El resultado

Inicialmente, la pareja optó por la tercera opción: depender de los ahorros en vez de un seguro para los cuidados a largo plazo. Pero se hizo evidente, al trabajar conmigo y con los asesores, que Cynthia y Jody ya habían ahorrado tan bien para la jubilación que podían reducir las contribuciones futuras y pagar por una póliza tradicional de cuidados a largo plazo en su lugar. En otras palabras, las primas que una vez parecían costosas, ahora eran asequibles.

Lo que selló el trato fue, como suele suceder, la experiencia personal. Mientras hablábamos de opciones, Jody tuvo que ir a Pensilvania para lidiar con las necesidades de cuidado continuo de sus padres —y sintió alivio al enterarse de que ellos habían comprado dos pólizas de cuidados a largo plazo que cubrían la mayoría del cuidado de salud que necesitaban—. Así que Cynthia y Jody decidieron obtener el seguro tradicional de cuidados a largo plazo. "Cuando vi los gastos de mis padres, decidí en ese momento que eso no nos ocurriría a nosotras", dice Jody. "No lo dejaríamos a la suerte; no íbamos a estar sin algún tipo de cobertura para controlar nuestros cuidados futuros".

¿Quieres que Jean Chatzky te ayude a resolver un problema financiero? Envía un correo electrónico a rescue@aarp.org