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Productos frescos y cerca de casa

Las ferias agrícolas pueden abrirle paso a una vida más saludable a los consumidores.

In English | A Martha Gomez le gusta comer una ensalada con su cena, y dice que usualmente sabe mejor cuando los ingredientes son del mercado agrícola local. "La lechuga es más firme; las zanahorias son más dulces, y los pepinos, más jugosos", dice esta banquera de Brownsville, Texas, que recuerda los mercados de su Colombia natal.

Pero Gomez, de 53 años, no visita el mercado solamente para comprar alimentos sabrosos. A ella le gusta apoyar a los agricultores locales, intercambiar consejos de cocina y socializar. "Te mezclas con la gente y, mientras examinas las verduras, la persona que está a tu lado te puede preguntar cómo cocinarlas", dice Gomez . "Todos parecen muy felices, y yo siempre espero con ansias la ocasión de ir allí".

En todo el país, la gente está disfrutando de los mercados agrícolas, que pueden abrirle paso a una vida más saludable al consumidor y oportunidades de ingreso al agricultor. Según el Departamento de Agricultura de EE.UU., en octubre de 2009 había 5.274 mercados en todo el país, lo que representa un incremento del 13% con respecto al año anterior. Y muchos operan en estados con un alto número de latinos; California, por ejemplo, cuenta con más de 500.

Diversas tendencias podrían estar alimentando este fenómeno. Según Mintel, una compañía de investigación de mercados, se está volviendo cada vez más popular consumir alimentos orgánicos y cocinarlos en casa. Su investigación también descubrió que mucha gente compra localmente para apoyar a sus comunidades. Del mismo modo, muchos participantes consideran que los alimentos producidos localmente —que no han estado deteriorándose en los contaminantes camiones que transportan mercadería a los supermercados— son más sabrosos y nutritivos y mejores para el medio ambiente.

Pero en Brownsville, donde el 89% de los residentes son mexicano-estadounidenses, el mercado no abrió a petición de los habitantes. Aunque Gomez y otras personas disfrutan de frutas y verduras, la investigación demostró que las dietas de muchas familias no las incluyen. El Brownsville Farmers' Market (Mercado Agrícola de Brownsville) fue creado en 2008 por dirigentes de la comunidad que deseaban mejorar la salud de esta ciudad fronteriza. Según la University of Texas School of Public Health (Escuela de Salud Pública de la Universidad de Texas), allí los mexicanos-estadounidenses adultos presentan mayores tasas de obesidad y diabetes que en el resto de la nación.

Los organizadores del mercado pensaron en un lugar que sirviera tanto para comprar productos frescos como para educar a la población acerca de opciones para comer en forma saludable y llevar una vida activa. En la actualidad, alrededor del 80% de los clientes del mercado son latinos, y cerca de la mitad de ellos son mayores de 45 años. El año pasado, una encuesta informal entre los clientes del mercado descubrió que el 79% había aumentado el consumo de frutas y verduras. "Ya estamos viendo pequeños cambios en la conducta y, con el tiempo, estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia", dice Belinda Reininger, DrPH, profesora adjunta de ciencias del comportamiento en la University of Texas School of Public Health, y una de las organizadoras.

Cuando el mercado está abierto —los sábados por la mañana desde noviembre hasta marzo—, los clientes pueden consultar a profesionales de la salud, llevarse folletos en inglés y español sobre temas sanitarios, ver demostraciones de cocina y hacerse exámenes de salud. Las familias de bajos ingresos pueden recibir vales de alimentos para comprar productos a precios generalmente comparables con los de los supermercados locales.

Los clientes obtienen más que ingredientes básicos. La vendedora Diana Garcia-Padilla, de Yahweh's All Natural Farm and Garden, ofrece recetas con sus productos libres de sustancias químicas, como acelgas, calabacines, brócoli, tomates y papaya. Esta ex chef, que se estableció cerca de Harlingen, Texas, comparte ideas para incorporar verduras a las comidas que los clientes consumen regularmente; por ejemplo, añadir zapallos y cebollas saltadas a las quesadillas.

Y muchas veces sus clientes comparten sus historias con ella. "Vienen muchos latinos mayores que eran agricultores, o cuyos padres lo eran", dice Garcia-Padilla, de 46 años, nacida en Chicago y de raíces puertorriqueñas. "Ellos recuerdan lo sabrosos que eran los alimentos frescos y vienen a buscar huevos, porque saben que son de esa semana".