Cuando un desconocido te llama para ofrecerte una gran oportunidad de inversión
El sentido común puede determinar si una oferta es confiable.
In English | Creo que mi promedio es una llamada al día de alguien que me ofrece dejarme participar en una oportunidad de inversión. Y no se trata de fraudes del tipo de un príncipe nigeriano; en su mayoría, son oportunidades legítimas de inversión, con todos los registros adecuados.
Pero las inversiones legítimas a menudo se presentan de manera inexacta y tramposa. Pueden incluir participaciones en exploraciones de gas y petróleo, inversiones inmobiliarias privadas, ciertos productos de seguros, títulos valores u otros vehículos que generan ingresos.
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El siguiente es un ejemplo hipotético de este tipo de llamadas; y cómo yo sabía con seguridad que lo que me presentaban era falso. El discurso es el siguiente:
Hola, mi nombre es Tex, y lo estoy llamando de Odessa. ¿Tiene inversiones de alto rendimiento y seguras en el sector energético? Por tiempo muy limitado, Acme-Globex Oil está permitiendo que un grupo selecto de nuevos inversores entre a participar en nuestra asociación. Nuestra trayectoria incluye nunca haber dado con un pozo seco y producir ingresos anuales del 25%, y esos ingresos se mantienen por varias décadas. Debido a que el precio del petróleo está temporalmente bajo, ahora podemos explorar por un menor costo y es probable que nuestro rendimiento sea incluso superior al 25%. ¿Lo puedo apuntar con una participación de $100,000, o le gustaría que explorara si puedo conseguir un cupo mayor? No puedo prometerle más, pero lo intentaré.
Cada vez que escucho uno de estos discursos, confieso que una parte de mi cerebro fantasea, aunque sea brevemente. Un flujo de ingresos anuales seguros de $25,000 que mi esposa y yo podríamos disfrutar, y luego dejarle a nuestro hijo, es increíblemente atractivo para el lado emocional de mi cerebro. Pero el lado lógico no está convencido y comienza a producir señales de alerta. Por suerte, cada vez que la emoción y la lógica pelean en torno a mi toma de decisiones, la lógica prevalece; como lo hizo en este ejemplo, cuando no solo sospechaba que me decían algo impreciso, sino que lo sabía.
Usa el filtro de escepticismo
Hay un viejo dicho que dice: "Cualquier cosa que parezca demasiado buena para ser verdad, probablemente lo es". La palabra clave aquí es "probablemente", lo que significa que a pesar de que no sé a ciencia cierta, tengo todo el derecho a ser escéptico. Entonces, esta fue mi respuesta al desconocido que quería hacerme millonario:
Vaya, ¿el 25% de ingresos y Acme-Globex nunca ha dado con un pozo seco? Me imagino que si me dejaran entrar como nuevo inversor los inversores actuales no estarían muy contentos. ¿No acudirían ellos a esos generosos flujos de caja para ganar aún más? ¿Me puede explicar por qué Acme-Globex le está pagando a alguien como usted para hacer llamadas de ventas no solicitadas? [Clic.]
Ese fue el clic del desconocido al colgarme el teléfono.
Mi consejo
Estas personas son muy hábiles en el uso de las emociones para quitarte tu dinero. Te acarician el ego asegurándote que estás entre los pocos inversores a quienes se les permite tener esta oportunidad. Luego calman tu miedo y la sensación de urgencia al advertirte que el riesgo es bajo, que las oportunidades de alto rendimiento son limitadas y que tienes que actuar con rapidez o perderás la oportunidad. Como regla general, mientras más te ablanden el oído y te despejen las dudas en el discurso de ventas, menor será la probabilidad de que recibas una imagen precisa de la inversión.
Pon tus emociones a un lado y pregúntate por qué, si una inversión es tan buena, una empresa tendría que pagar grandes comisiones para que los vendedores hagan llamadas de ventas no solicitadas. Los inversores institucionales podrían fácilmente girar un solo cheque por cientos de millones de dólares, que lo harían sin pensarlo si esos rendimientos atractivos y la trayectoria de las exploraciones en realidad fueran así.
Por último, nunca pienses que eres demasiado sofisticado como para caer en alguna de estas trampas de venta. He visto a personas brillantes dejarse convencer. Por lo tanto, si Tex o algún otro desconocido te llama, mi consejo es que cuelgues.
Allan Roth es fundador de Wealth Logic, una empresa de servicios de planificación financiera por hora radicada en Colorado Springs, Colorado. Ha dado clases sobre inversiones y finanzas en universidades y ha escrito para la revista Money, el Wall Street Journal y otras publicaciones. Sus contribuciones no tienen el fin de comunicar consejos específicos de inversión.