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5 señales de que nunca te jubilarás

¿Te preocupa no poder permitirte dejar de trabajar? Prueba estas estrategias para lograrlo.


spinner image Dedos de una persona manipulan un juego de papel que predice tu futuro entre el retiro, la deuda, la hipoteca, los ahorros y el crédito.

Muchas personas que se acercan a la edad de jubilación tienen alguna idea del modo en que quisieran vivir, pero no están seguras de poder costearlo. Para ellas, la idea de disfrutar de una jubilación cómoda —o alguna jubilación— dista mucho de convertirse en realidad. 

“En este país, trabajas mucho, ahorras y te esfuerzas por alcanzar el sueño americano, y mereces tener una jubilación digna. Sin embargo, eso es un cuento de hadas”, dice Chad Parks, fundador y director general de Ubiquity Retirement + Savings, una entidad proveedora de planes 401(k) para pequeñas empresas. 

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Una encuesta reciente (en inglés) que realizó la empresa de administración de activos Schroders sobre la preparación para la jubilación aclara el problema. Entre los participantes de 60 a 67 años que continúan trabajando, solo uno de cada cuatro cree haber ahorrado lo suficiente para jubilarse. Los participantes de 45 años o más calculan que necesitarían un promedio de $1.1 millones para jubilarse con comodidad, pero solo el 21% piensan que lo conseguirán. Por otra parte, una encuesta de Axios/Ipsos de julio del 2023 (en inglés) reveló que una de cada cinco personas en el país piensa que no se jubilará nunca. 

¿Temes acabar en esa categoría? Si las cinco señales que se indican a continuación te resultan familiares, quizá haya llegado el momento de hacer algunos cambios en tu estilo de vida.

“Nunca es demasiado tarde para empezar a hacer modificaciones que permitan mejorar la situación”, señala Anne Lester, exdirectora de Soluciones para la Jubilación de J.P. Morgan Asset Management y cofundadora del Aspen Leadership Forum on Retirement Savings, del cual AARP es copatrocinadora. “Quizá no consigas lo que imaginaste, pero las cosas siempre pueden mejorar”. 

1. Gastas más de lo que ganas

El 58% de los adultos que trabajan viven al día, según la encuesta reciente Your Money Financial Confidence, (en inglés) de CNBC Momentive. Esa batalla mensual “significa que no controlas bien tu flujo de dinero”, explica Lester. Y si no puedes pagar tus facturas mientras trabajas, ¿qué seguridad tienes de poder hacerlo si te jubilas? 

¿Qué puedes hacer? “No existe una fórmula mágica para mejorar la realidad”, afirma Lester. “Tienes que gastar menos dinero del que ganas y empezar a ahorrar”.

Para algunas personas, eso podría ser tan sencillo como reducir ciertos lujos, como cenar fuera de casa, salir con frecuencia a comprar café y utilizar varios servicios de transmisión directa, o hacer más compras en tiendas de descuento y de segunda mano. Para otras, puede requerir cambios importantes en el estilo de vida, como encontrar un lugar más económico donde vivir (la vivienda representa un tercio de los gastos del hogar, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU.).

En ambos casos, lo primero es averiguar en qué gastas cada dólar y encontrar formas de reducir esos gastos. Intenta llevar un registro de tus gastos durante 30 o 60 días y anota cada compra y cada gasto. Eso te ayudará a crear un presupuesto al que puedas atenerte, que incluya el pago de deudas o el aumento de los ahorros, de ser posible. AARP Money Map puede ayudarte a trazar un plan para mejorar tu situación financiera.

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2. Te ahogas en deudas 

Si tienes muchas deudas, puede llevar años pagarlas, con un gran costo para ti y para tus planes de jubilación. Esto es particularmente cierto en el caso de las deudas que tienen intereses altos como las facturas de las tarjetas de crédito, que pueden ser cada vez mayores mientras más tiempo transcurra. 

Es un problema frecuente: el 51% de los consumidores encuestados por J.D. Power durante el año pasado dicen que tienen deudas renovables con interés alto en sus tarjetas de crédito. Esta cifra asciende al 69% entre los encuestados que la empresa ha determinado que tienen “finanzas deficientes” debido a sus hábitos de gasto y ahorro, su solvencia y otros criterios.

“La persona promedio se pregunta cómo puede ahorrar para la jubilación si tiene que pagar todas esas facturas y deudas”, explica Parks. “Esa es una señal de alarma”. 

¿Qué puedes hacer? Cuando se trata de pagar la deuda de las tarjetas de crédito, afortunadamente hay varias estrategias que puedes aplicar. La clave está en saber lo que te mantendrá motivado

Por ejemplo, está el método de la bola de nieve: primero pagas la deuda más baja y luego destinas el dinero que dedicabas a esa deuda a la siguiente más baja, y así sucesivamente hasta llegar a la más alta. Este método da buenos resultados para las personas que necesitan pequeñas victorias para mantenerse motivadas. También está el método de la avalancha, en el que pagas primero la deuda que tiene las tasas de interés más altas, y así con el tiempo reduces el pago de intereses.

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Si tu deuda es relativamente modesta pero continua, Parks recomienda aplicar una estrategia de 50/50: divide los ingresos disponibles entre los pagos de la deuda y los aportes a un plan de jubilación con beneficios fiscales, como un plan 401(k) o una cuenta individual de jubilación (IRA). “Quizá tardes un poco más [en pagar la deuda], pero por lo menos tendrás las dos cosas en marcha”, señala. “No te conviene pagar la deuda y luego empezar a ahorrar”. 

Cualquiera que sea el método que elijas, es importante que el presupuesto te permita pagar más que el pago mínimo mensual. Si tienes dificultad para pagar tus deudas y necesitas ayuda, la fundación sin fines de lucro National Foundation for Credit Counseling puede ayudarte a encontrar un asesor gratuito o de bajo costo en tu zona. 

3. No tienes ahorros

Es difícil ahorrar para la jubilación cuando hay una hipoteca, cuotas del automóvil, préstamos estudiantiles y toda una serie de gastos que afrontar. Si esta situación te resulta familiar, no eres el único. Según una encuesta reciente que realizó Credit Karma (en inglés), el 25% de los participantes de la generación X y el 27% de los baby boomers afirman no tener ningún ahorro para la jubilación. 

Sin embargo, si no tienes ahorros para la jubilación de donde retirar dinero, tendrás que depender en gran medida del Seguro Social —que solo reemplaza un promedio del 40% de los ingresos laborales, según la Administración del Seguro Social— y del valor de tu vivienda, si eres el propietario. ¿Alcanzará eso para mantenerte durante tus años de jubilación?

¿Qué puedes hacer? Nunca es demasiado tarde para empezar a ahorrar para la jubilación… y también para casos de emergencia, de modo que no tengas que recurrir a los fondos jubilatorios en caso de que ocurra una catástrofe. 

Los profesionales del sector financiero recomiendan tener un fondo de emergencia que cubra al menos entre tres y seis meses de gastos. Después de ahorrar esa cantidad, destina todo el dinero que puedas a un plan de ahorro para la jubilación, ya sea en el trabajo, como un plan 401(k), o a una cuenta personal, como una IRA. 

Aunque solo puedas ahorrar $50 de cada cheque de tu sueldo, eso es mucho mejor que nada debido al poder del interés compuesto: el dinero que inviertes genera rendimientos e intereses. Cuanto mayores sean tus ahorros, más rápido aumentarán.  

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“Necesitas tener un plan para saber cuáles serán los costos de tu jubilación cada año y los gastos que tendrás, y debes tener en cuenta la inflación”, sugiere Russell Gaiser III, asesor financiero de The Financial Guys, en el oeste de Nueva York. “Tienes que hacer cuentas y tener un plan. Quizá signifique hacer un pequeño sacrificio en el presente”.  

4. Tienes ahorros, pero no has alcanzado tu objetivo

Quizá hayas oído decir que para vivir cómodamente en la jubilación necesitas reemplazar al menos el 80% de tus ingresos laborales. También se dice que cuando tienes $1 millón en ahorros es el mejor momento para dejar de trabajar. Ambos objetivos pueden valer la pena, pero no tienen en cuenta tu situación particular. Cada persona tiene distintos objetivos, y mientras que una puede necesitar un millón, otra puede necesitar otra cantidad. 

“La gente no calcula con anterioridad la cantidad que necesita ahorrar”, explica Catherine Collinson, directora general y presidenta del Transamerica Institute, una organización de investigación sin fines de lucro financiada por Transamerica Life Insurance Company y sus filiales.  “Es imposible crear un plan de acción si no conoces el objetivo”.

¿Qué puedes hacer? No te empeñes en alcanzar una cifra artificial. Haz esta tarea: calcula la cantidad de dinero que necesitarás para tener la jubilación que deseas y el modo en que esa cantidad coincide con las fuentes de ingresos que tendrás. Si tienes una cifra realista, sabrás mejor si puedes dar el gran paso y jubilarte o si necesitas trabajar unos años más para reforzar tus finanzas. 

“La gente debe centrarse en los ingresos de toda la vida. No te preocupes tanto por una gran cifra. Debes preguntarte de qué puedes disponer para obtener ingresos”, dice Parks. “Las pensiones y el Seguro Social cuentan, los rendimientos de las inversiones cuentan, gastar un poco de tu capital cuenta, y conseguir un trabajo a tiempo parcial durante los primeros diez años de jubilación también cuenta”.  

5. La idea de no trabajar es deprimente 

Quizá hayas ahorrado todo lo necesario para la jubilación, pero la idea de no trabajar te produce estrés. Esa podría ser una señal de que no estás preparado para jubilarte, y tal vez nunca lo estés, pero está bien. 

¿Qué puedes hacer? El solo hecho de llegar a cierta edad no significa que tengas que dejar de trabajar. Si gozas de buena salud y tu trabajo te produce alegría, ¿por qué no continuar trabajando? Trabajar puede ser una forma de mantenerte ocupado, darte una sensación de autoestima y los medios y la oportunidad para socializar e interactuar con otras personas, todo lo cual puede ayudarte a evitar el aburrimiento y la soledad con el paso de los años. 

“Se trata de reflexionar sobre lo que da sentido a tu vida y no perderlo de vista”, comenta Lester. “Ten bien claro lo que haces por amor y lo que haces por dinero”.

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