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3 grandes factores de riesgo de demencia que debes evitar

El envejecimiento y la genética son inevitables, pero un nuevo estudio identifica un trío de peligros que se pueden controlar.


spinner image Ilustración de un cerebro rodeado de conductas y factores ambientales que afectan la salud cerebral
AARP (Fuente: GETTY IMAGES (2),SHUTTERSTOCK (2))

Si bien hay algunos factores de riesgo para la demencia que no puedes controlar —como la edad y los antecedentes familiares—, cada vez más investigaciones demuestran que hay varios que se pueden cambiar a lo largo de la vida. Y un nuevo estudio sugiere que tres de estos llamados factores de riesgo modificables pueden tener un gran impacto en un cerebro que envejece.

La diabetes, el consumo de alcohol (medido por la frecuencia) y la exposición a la contaminación del aire son los factores de riesgo modificables más dañinos para la demencia, de los 15 que se estudiaron en un nuevo informe publicado en la revista Nature Communications (en inglés). Un equipo de investigadores examinó escaneos cerebrales de casi 40,000 participantes de Biobank en el Reino Unido y descubrió que las partes del cerebro asociadas con la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, que son más propensas al envejecimiento más temprano y acelerado, se vieron más afectadas por estos tres factores.

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“Sabemos que una gran cantidad de regiones cerebrales se degenera más temprano con el envejecimiento, y en este nuevo estudio hemos demostrado que estas partes específicas del cerebro son más vulnerables a la diabetes y a la contaminación del aire relacionada con el tráfico —cada vez más importante en la demencia— y el alcohol, de todos los factores de riesgo comunes para la demencia”, dijo en un comunicado el coautor del estudio Gwenaëlle Douaud, profesora adjunta de la Universidad de Oxford.

Otros factores de riesgo modificables conocidos estudiados fueron la presión arterial, el colesterol, peso, tabaquismo, depresión, inflamación, audición, sueño, socialización, dieta, actividad física y educación.

Una mirada más cercana a los tres principales

Los hallazgos del estudio no son sorprendentes, dice Andrew Bender, investigador de neuroimágenes en el Cleveland Clinic Lou Ruvo Center for Brain Health. 

El consumo excesivo de alcohol —definido como más de 21 bebidas por semana— se encuentra entre los 12 factores de riesgo modificables de demencia que se mencionan en un informe del 2020 publicado por Lancet Commission. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que con el tiempo, el exceso de alcohol puede causar problemas de aprendizaje y de memoria, incluida la demencia.

Y Bender, quien no participó en el último estudio, dice que “la diabetes es un factor de riesgo muy bien estudiado y conocido”. Si la diabetes no está bien controlada y queda demasiado azúcar en la sangre, puede dañar los órganos con el tiempo, incluido el cerebro, explica la Alzheimer’s Association. Los niveles altos de azúcar en la sangre también están relacionados con la inflamación y las enfermedades cardiovasculares, las cuales pueden contribuir a la salud cerebral en deterioro.

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La investigación sobre los efectos de la contaminación del aire en la salud es más reciente, pero se ha ido acumulando en los últimos años. Un estudio del 2023 publicado en JAMA Internal Medicine (en inglés) analizó datos de más de 27,000 adultos mayores de 50 años y encontró que quienes desarrollaron demencia tenían más probabilidades de vivir en lugares con niveles más altos de partículas finas. Este tipo de contaminación del aire puede provenir de vehículos y fábricas, aunque en este estudio en particular, las partículas finas de la agricultura y los incendios forestales se asociaron específicamente con un mayor riesgo de demencia. 

Otro estudio publicado este año en la revista Neurology (en inglés) encontró que las personas con mayor exposición a la contaminación del aire relacionada con el tráfico tenían más probabilidades de tener altos niveles de placas amiloides en el cerebro después de su muerte. Estas placas son un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer.

La inflamación podría ayudar a explicar el vínculo emergente entre la contaminación del aire y la salud cerebral. Algunos estudios en animales sugieren que “existe una relación entre la materia particulada en la contaminación y la inflamación en el cerebro”, dice Bender. Los investigadores también han descubierto que las partículas de contaminación diminutas —del tipo que podrías inhalar por el humo o los gases de escape en el aire— pueden circular en la sangre y entrar en el cerebro, donde pueden causar daño directo.

Controlar el riesgo de demencia

En el estudio, los investigadores también analizaron los factores genéticos que pueden estar asociados con la demencia y otros cambios cerebrales. Bender dice que esta área de investigación podría influir algún día en cómo evaluamos y manejamos nuestros riesgos individuales.

“Creo que con el tiempo, es probable que tengamos un enfoque más personalizado para evaluar el riesgo de demencia que incluya no solo estos factores modificables, sino también cómo pueden interactuar con el perfil genético de alguien”, dice Bender. “Sin duda todavía no estamos ahí, pero son estudios como este los que ayudan a liderar el camino para proporcionar la información necesaria para traducir estos hallazgos en algo que se pueda aplicar clínicamente en el futuro”.

Por ahora, dice, la conclusión es que las personas tienen cierto control sobre su riesgo de demencia. De hecho, los expertos dicen que casi el 40% de los casos de demencia pueden prevenirse o retrasarse con cambios en el estilo de vida y el comportamiento.

La contaminación del aire es un factor de riesgo que es menos modificable, ya que muchas personas tienen más restricciones a la hora de elegir dónde viven o trabajan. Pero otros, como el consumo de alcohol y las enfermedades crónicas como la diabetes, “son factores realmente bien establecidos [para la demencia] que se controlan individualmente”, dice Bender. “Además, otras cosas como fumar, hacer ejercicio cardiovascular con regularidad y [socializar] están asociadas con la reducción de los resultados de la demencia”.

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