¿Necesitas un implante auditivo?

Cómo funciona: el implante coclear híbrido combina las funciones de un audífono para mejorar la percepción de los tonos bajos con un implante —colocado bajo la piel y más arriba de la oreja— para estimular directamente las células nerviosas que perciben los sonidos de alta frecuencia.

Ventajas: puede devolver la audición de las frecuencias altas mientras que mejora la audición de las frecuencias bajas. Es posible que Medicare y las aseguradoras privadas cubran los costos del dispositivo.

Desventajas: es un procedimiento invasivo; requiere cirugía y tiempo de recuperación. El dispositivo debe activarse semanas después de la cirugía. La persona que lo tenga no puede someterse a una resonancia magnética.

Implante coclear

Quién se beneficia: las personas con pérdida auditiva profunda que no pueden beneficiarse de los audífonos tradicionales.

Cómo funciona: un implante coclear estándar consiste en una parte externa que parece un audífono para detrás de la oreja. Está conectada por un disco magnético a un segundo componente que se implanta quirúrgicamente bajo la piel y detrás de la oreja. El implante recibe el sonido de los componentes externos y lo convierte en energía eléctrica que estimula las células nerviosas que perciben los sonidos tanto de alta como de baja frecuencia.

Ventajas: es particularmente eficaz para adultos que perdieron la audición después de desarrollar el habla y las habilidades lingüísticas. Medicare y la mayoría de las aseguradoras privadas cubren los costos del dispositivo.

Desventajas: es un procedimiento invasivo; requiere cirugía y tiempo de recuperación. El dispositivo debe activarse semanas después de la cirugía. El costo total estimado, que incluye exámenes preoperatorios, cirugía y el implante, es $100,000. La persona que lo tenga no puede someterse a una resonancia magnética.

Implante auditivo osteointegrado

Quién se beneficia: las personas con sordera unilateral. La causa más común de la sordera unilateral es la sordera repentina —despertarse una mañana sin poder oír por un oído—. Un tumor benigno de lento crecimiento en el nervio auditivo conocido como neuroma del nervio acústico también puede causar la sordera unilateral.

Cómo funciona: es un dispositivo osteointegrado o anclado al hueso que también consiste en componentes externos e internos. Un tornillo pequeño de titanio con un pedestal percutáneo se implanta en el hueso del cráneo detrás de la oreja. Un procesador de sonido que se sujeta al tornillo a través del pedestal envía vibraciones sonoras al oído interno por medio de la conducción ósea directa.

Ventajas: Medicare y la mayoría de las aseguradoras privadas cubren los costos. Es prácticamente la única opción para quienes padecen sordera unilateral. La persona que lo tenga puede someterse a una resonancia magnética (el dispositivo no es magnético). No causa retroalimentación acústica.

Desventajas: es un procedimiento invasivo; requiere cirugía y tiempo de recuperación. El procesador se coloca tres meses después de la cirugía. Cuesta cerca de $20,000 por oreja.

Implante de oído medio

Quién se beneficia: quienes tienen pérdida auditiva entre moderada y grave, que han probado y rechazado los audífonos debido al efecto de oclusión —la sensación de tener el oído tapado— o a las molestias de la retroalimentación acústica —el irritante chillido que a veces proviene de tus audífonos—. “Un candidato para el implante de oído medio tendría que haber probado los otros audífonos antes de reunir los requisitos”, dice Parham.

Cómo funciona: por lo general, el componente implantado consiste en un receptor colocado justo debajo de la piel y otra parte adherida a uno de los huesos del oído medio. El procesador externo transmite el sonido al receptor, y luego de allí se transmite a la unidad interna, lo que hace que el hueso vibre y envíe señales al oído interno. Los nuevos dispositivos totalmente implantados integran todos los elementos en un sistema subcutáneo; la pila se debe reemplazar aproximadamente cada cinco años.

Ventajas: brinda una opción para quienes no obtienen beneficios óptimos de los audífonos. No causa retroalimentación acústica.

Desventajas: es un procedimiento invasivo; requiere cirugía y tiempo de recuperación. Cuesta aproximadamente entre $15,000 y $30,000 por oreja. Medicare no cubre los costos; es posible que algunas aseguradoras privadas los cubran. La persona que lo tenga no puede someterse a una resonancia magnética.