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‘The Interview’, la película que hizo estallar la polémica

Comedia protagonizada por James Franco y Seth Rogen.

DIRECTOR: Seth Rogen y Evan Goldberg   
GUIÓN
: Dan Sterling, Seth Rogen e Evan Goldberg
ELENCO: James Franco, Seth Rogen, Lizzy Caplan, Randall Park, Diana Bang, Timothy Simons y James Yi
DURACIÓN: 111 minutos

¿Quien la tiene más grande (la bomba)? ¿Corea del Norte o Estados Unidos? A eso se reduce en el humor sexual y escatológico de los creadores de la película The Interview; un juego de adolescentes híper sexuados cuya misión política parece más bien un “spring break”. Aunque inofensiva y  anodina comparada  con las amenazas que ha recibido, The Interview tiene sus buenos momentos, unos en los que —irónicamente— el que sale mejor librado es Kim Jong-un, principal blanco de la comedia. Interpretado por Randall Park, el dictador resulta un villano inofensivo que disfruta, a escondidas de sus súbditos, de la música de Katy Perry y de otros productos del “decadente” imperio estadounidense al que deplora en público.

La crisis diplomática que desató la película comenzó en  junio pasado cuando Corea del Norte amenazó a la productora Columbia Pictures con terribles represalias. Columbia las tomó tan en serio como para retrasar el estreno programado para el 10 de octubre para el 25 de diciembre, lo cual supuestamente le dio tiempo para reeditarla a modo de hacerla menos ofensiva.  En noviembre, el sistema computacional de Sony Pictures (compañía asociada de Columbia), fue infiltrado por "Guardians of Peace", un grupo que, se sospecha, tiene vínculos con Corea del Norte. El terrorismo cibernético no solo reveló mensajes privados e información financiera, sino que permitió el libre acceso a películas no estrenadas (entre ellas Annie, Mr. Turner, Still Alice y To Write Love on Her Arms).

James Franco, Seth Rogen, en la película The Interview

COLUMBIA PICTURES/CORTESÍA EVERETT COLLECTION

James Franco y Seth Rogen protagonizan ´The Interview

Ante las amenazas de cometer ataques terroristas contra las salas de cine donde se presentara The Interview, varias cadenas estadounidenses cancelaron su exhibición. El mismo presidente Barack Obama dijo que la productora hizo muy mal en ceder a los chantajes de Pyongyang. Sony, quien había anunciado que ya no estrenaría la cinta, anuncio que estaría disponible para verse en línea a partir del 24 de diciembre, y para exhibición en un número limitado de salas a partir del 25. Hasta el momento, nadie ha padecido las consecuencias y la publicidad más bien ha servido para atraer al público a lo que finalmente es una comedia inocua.

El argumento no es tan emocionante como lo que rodeó al estreno de The Interview y va así: Corea del Norte lanza un misil nuclear de prueba en una isla inhabitada del Pacifico. El gobierno de Estados Unidos se preocupa dado que teme por la cordura del líder norcoreano. Por otra parte, la CIA se entera de que  Kim Jong-un le ha concedió una entrevista exclusiva a un frívolo programa de televisión, “Skylark Tonight”, conducido por el banal David Skylark (James Franco). Lacey (Lizzy Caplan), funcionaria de la agencia de espionaje contacta al conductor y al productor del programa para una misión muy especial: la idea es que Skylark aproveche la ocasión para asesinar al tirano. El conductor se especializa en entrevistas a personajes de la farándula, con noticias tan “impactantes” como que  el músico Eminem  es homosexual y Rob Lowe se ha quedado calvo. La iniciativa de entrevistar a Jong-un en realidad surge del productor de “Skylark Tonight”, Aaron Rapaport (Seth Rogen), quien sí tiene aspiraciones periodísticas.

La mejor parte de The Interview tiene lugar una vez que Dave y Aaron llegan a Pyongyang. Vancouver hizo las veces de la capital norcoreana y con ayuda de los efectos computacionales reprodujeron las estructuras monumentales y la iconografía que se asocia con el país aislado por sus montañas y su mentalidad totalitaria.  A tono con el tipo de comedia de Rogen (quien debutó como director el año pasado con This is the End), lo que más interesa a estos agentes es indagar sobre las excreciones de Jong-un. Al parecer, uno de los mitos más difundidos sobre el estatus cuasi-divino del líder es que ni orina, ni defeca.

Antes de realizar la entrevista, Dave tiene la oportunidad de conocer a Jong-un en privado y ahí se convence de que en realidad el tipo no es tan malo. Resulta que al líder de 34 años también le gusta tomar, jugar básquet y las mujeres, todo al mismo tiempo. Jong-un convence a Dave de que todo lo que se dice de él es propaganda capitalista y se muestra tan dispuesto a disfrutar de los placeres del cuerpo como el estadounidense más alivianado. El mensaje político, si alguno tiene The Interview, es que al sexo, las drogas y el rock and roll, emblemáticos del “libertinaje” capitalista, nadie se les resiste. Al final, lo único irreverente de The Interview es mostrar a Jong-un no como un tirano sino como hombre que —como todos los adolescentes perenes de este tipo de comedia— lo único que le interesa en el fondo, es divertirse.  

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