Vida Sana
A las 10:03 a.m. del 11 de septiembre del 2001, el vuelo 93 de United Airlines, que se dirigía de Newark, Nueva Jersey, a San Francisco, se estrelló en un campo remoto a las afueras de Shanksville, Pensilvania, un pequeño distrito de unos 313 habitantes situado a 60 millas al sureste de Pittsburgh. Y aunque el Monumento Nacional al Vuelo 93 (en inglés) ofrece una visión minuto a minuto de lo que ocurrió ese día en Pensilvania y en todo el país, nunca deja que los visitantes olviden que la verdadera historia se encuentra en el heroísmo de los 33 pasajeros y los siete miembros de la tripulación que dieron su vida para proteger a los demás.
El monumento, administrado por el Servicio de Parques Nacionales, rinde homenaje a esas almas valientes que, al enfrentarse a una muerte segura, decidieron detener a cuatro terroristas que pretendían desviar el avión hacia Washington D.C. con el objetivo de estrellarlo contra el Capitolio de Estados Unidos. Cuando se dieron cuenta de que habían secuestrado el avión, los pasajeros y la tripulación tomaron una dolorosa decisión. "Realizaron una votación para decidir si recuperar el avión", dice el guardaparques Robert Franz, al describir los acontecimientos de aquel día. "Este monumento honra su valor y su fortaleza, y el profundo amor que sentían por los demás".
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El Congreso instauró el monumento en el 2002, y Paul Murdoch Architects junto con Nelson Byrd Woltz Landscape Architects lo construyeron en etapas, tras un concurso internacional de diseño al que se presentaron unas 1,100 participaciones. La obra se inició en el 2011 y el complejo del centro de visitantes se inauguró finalmente en el 2015, en el emplazamiento de una antigua mina a cielo abierto. Se encuentra en el borde de un campo sereno, en forma de tazón, rodeado por una media luna de 40 arboledas de 40 arces y robles que se extienden hacia el exterior.
Visitas
Si planeas ir
Ubicación: el Monumento Nacional al Vuelo 93 se encuentra situado en 6424 de Lincoln Highway, en Stoystown, Pensilvania (introduce esta dirección en tu GPS porque si buscas solo por el nombre del monumento, puede que no te lleve a la entrada correcta).
Horario: está abierto todos los días desde el amanecer hasta el atardecer, excepto los días festivos principales.
Estacionamiento: tiene un amplio estacionamiento, y las carreteras y los caminos pavimentados conectan todas las partes del monumento.
Precio: la entrada es gratis y tienen visitas guiadas con audio; además, los guardaparques ofrecen programas especiales diarios que se centran en la historia del vuelo 93 y la Torre de las Voces.
Al conducir hacia el lugar de 2,200 acres, lo primero que encontrarás es la Torre de las Voces, un monumento espectacular de 93 pies de altura que contiene 40 campanillas de viento, cuyos sonidos pretenden ser "sutiles recordatorios" de las voces de los pasajeros y la tripulación; estas se agregaron al monumento después de su inauguración en el 2018. Más adelante, en el centro de visitantes, una acera de granito negro que sigue la trayectoria de vuelo del desafortunado avión conduce a un mirador sobre el lugar del accidente y el campo de escombros, donde se ve una roca de arenisca de 17 toneladas que marca el punto de impacto.
Un museo relata todos los detalles de ese día, entre los que se incluye una cronología de los acontecimientos de los cuatro vuelos secuestrados el 11 de Septiembre: el vuelo 93, los dos aviones que derribaron las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York y el que impactó al Pentágono en Arlington, Virginia. Entre los conmovedores objetos expuestos se encuentran los restos encontrados en el lugar del accidente de Pensilvania y las desgarradoras grabaciones de las llamadas telefónicas que los pasajeros y los miembros de la tripulación hicieron a sus seres queridos. Por ejemplo, la de Thomas E. Burnett Jr., que llamó a su esposa desde el avión para decirle: "Tenemos que hacer algo. No podemos esperar a las autoridades. ... Tenemos que hacerlo nosotros. Creo que podemos hacerlo".
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