Vida Sana
Los casos de COVID-19 están aumentando en muchas áreas del país. De hecho, algunos expertos predicen un aumento inminente, lo que podría significar otro invierno sin apretones de manos y abrazos, o al menos, muchos menos.
“En ciertas formas, las personas se sienten un poco más seguras al salir”, especialmente si recibieron las vacunas y la dosis de refuerzo, dice la Dra. Ruth Benca, directora de Psiquiatría y Medicina del Comportamiento en Atrium Health Wake Forest Baptist. “Sin embargo, el problema es que todavía estamos en una pandemia”, agrega. Y con la amenaza de infecciones posvacunación, variantes amenazadoras y resistencia a las vacunas, “muchas personas simplemente no se sienten cómodas apresurándose y fingiendo que ya estamos de vuelta a la normalidad”.
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Riesgos del aislamiento social para la salud
El aislamiento y la soledad están asociados con tasas más altas de:
- Enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardíacas
- Sistema inmunitario debilitado
- Depresión y ansiedad
- Demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer
- Muerte
Fuente: Administración para la Vida Comunitaria
Sin embargo, otro invierno sin reuniones en el interior con familiares y amigos conlleva sus propios riesgos para la salud. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el aislamiento social se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales e incluso la muerte. Un estudio encontró que vivir sin relaciones sociales significativas equivale a fumar 15 cigarrillos al día.
Desconectarse de otros también es malo para el cerebro. Se ha asociado con una función cognitiva más deficiente y un riesgo de demencia un 50% mayor.
Un gran problema es que es algo generalizado Dos tercios de los adultos informaron haber experimentado aislamiento social y altos niveles de ansiedad desde el comienzo de la pandemia, según reveló un informe de AARP Foundation (en inglés) en octubre del 2020. Y a diferencia del coronavirus, para estas enfermedades no hay una vacuna que alivie la carga.
“Estudio tras estudio sugiere que la conexión social y una mejor salud cerebral —incluida la cognición y un mejor bienestar mental— van de la mano”, dice Sarah Lenz Lock, vicepresidenta sénior de Políticas y Salud Cerebral de AARP y directora ejecutiva del Consejo Mundial sobre la Salud Cerebral (en inglés). “Las consecuencias de la soledad para la salud son reales, y la pandemia ha puesto al descubierto el efecto que la alienación social tiene en los adultos de todo el país”.
La buena noticia es que hay cosas que puedes hacer para minimizar tu riesgo de COVID y las consecuencias del aislamiento social. Estas son seis maneras de optimizar tu salud mental y física durante otro invierno de pandemia.
1. Aprovecha las oportunidades virtuales
No se puede negar que las mejores interacciones son en persona, dice Benca. Pero si todavía estás esperando a que los miembros más jóvenes de la familia se vacunen o a que las reuniones grupales en el interior se sientan más seguras, la próxima mejor opción es una conexión de video.
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