¿Se trata de dolor de garganta o de amigdalitis? Te decimos cómo diferenciarlos

Por otro lado, la tos, la secreción nasal, la conjuntivitis y la voz áspera o ronca son señales de que el dolor de garganta proviene de una infección viral y no es una infección por estreptococo, dicen los CDC. “Cuando comenzamos a ver todos esos otros síntomas, pensamos que es más probable que sea un virus que una bacteria”, dice Martinez-Bianchi.

¿Los adultos mayores pueden contraer estreptococo?  

Si bien el estreptococo a menudo se asocia con niños en edad escolar, los adultos no son inmunes a la enfermedad dolorosa y contagiosa. Según los CDC, aproximadamente uno de cada diez adultos con dolor de garganta tienen una infección por estreptococo.

“Muchas personas piensan: 'Pues soy un adulto mayor; no lo tengo, lo tuve de niño'”. Pero no es una de esas cosas que si lo tuviste una vez no lo vas a volver a padecer”, dice Martinez-Bianchi. Por lo tanto, si estuviste cerca de alguien con faringitis estreptocócica y luego presentas síntomas, hazte una prueba de detección.

El estreptococo se propaga muy fácilmente y de la misma manera que muchas enfermedades: a través de gotitas respiratorias —por ejemplo, de la tos y los estornudos— y el contacto directo con una persona infectada.

Debido a que la infección por estreptococo es causada por una infección bacteriana, se trata con antibióticos. Si no se trata, la infección puede causar complicaciones, como inflamación renal, una infección en el torrente sanguíneo y fiebre reumática, una enfermedad grave que puede dañar el corazón.

Mafi dice que si bien los adultos mayores no son necesariamente más susceptibles a enfermedades graves causadas por un infección por estreptococo, es importante recordar que “cuanto más edad tengas, más probable es que cualquier infección pueda causar complicaciones”.

Cuándo acudir al médico

Si crees que tienes una infección por estreptococo, debes consultar a un médico para hacerte una prueba y recibir tratamiento. Los resultados de una prueba rápida están disponibles en minutos. Sin embargo, incluso si crees que el dolor de garganta no se debe a una infección por estreptococo, hay casos que justifican una visita al médico.

Por ejemplo, los virus que causan la COVID-19 y la gripe pueden causar dolor de garganta, así que si sospechas que tienes una de estas enfermedades, llama a tu proveedor de atención médica. Existen tratamientos antivirales recetados tanto para la gripe y la COVID-19, y estos medicamentos pueden reducir el riesgo de síntomas graves que pueden ser especialmente peligrosos para los adultos mayores y que pueden causar otras complicaciones, como neumonía.  

El mensaje final, dice Mafi, es que “si eres mayor, tienes comorbilidades crónicas, eres vulnerable por diferentes razones, entonces deberías estar más alerta”.

Otra señal de advertencia de que necesitas atención médica es si tienes tanto dolor y problemas para tragar que estás babeando; esto podría ser una señal de un absceso, dice Martinez-Bianchi. El empeoramiento de los síntomas, como fiebre alta, dificultad para respirar, dolor en el pecho y sangre en la saliva o la mucosidad son otros signos de que debes consultar a un médico. 

Alivio para los síntomas del dolor de garganta

Si es un virus que causa dolor de garganta, los antibióticos no te ayudarán y, de hecho, pueden causar problemas de salud adicionales, como diarrea o sarpullido, dice Mafi. Pero según los CDC, hay varios otros remedios que pueden brindar alivio; entre ellos:

• Cubitos de hielo, paletas o pastillas
• Sal (para hacer gárgaras)
• Beber mucho líquido
• Analgésicos de venta libre, aunque siempre debes consultar con tu médico primero para hablar sobre cualquier efecto secundario o posible interacción con otros medicamentos.
• Descansa. “Realmente necesitas tomar al menos uno o dos días para que tu cuerpo descanse y se recupere”, dice Mafi.

Y no te olvides de la miel. Un gran análisis de estudios publicado en la revista BMJ Evidence-Based Medicine (en inglés) encontró que la miel es más eficaz que los medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas de tos y resfriado, incluido el dolor de garganta. “De hecho, recomiendo a mis pacientes que coman miel”, dice Mafi, aunque no se recomienda para las personas inmunodeprimidas ni para los bebés. “Pero, en general, es muy seguro y eficaz”.