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Cómo brindar cuidados a una persona diabética

Puedes hacer mucho para mejorar la calidad de su vida.


spinner image Una enfermera tomando los niveles de azúcar en el dedo de un paciente.
GETTY IMAGES

Cuando Diane Burk se casó con su esposo, Jack, a los 57 años, una de las primeras cosas que hizo fue tomar clases de cocina, pero no porque nunca hubiera aprendido a cocinar.

Lo que quería era aprender a cocinar para Jack, que tenía dificultades para controlar su diabetes tipo 2. “No solo era recién casada, sino que de pronto tuve que aprender a alimentar a una persona que tenía diabetes”, nos cuenta Burk, que ahora tiene 69 años y vive en Hammond, Indiana.

Gracias a esa clase que ofrecía un hospital y a mucha práctica, logró que su esposo, que ahora también tiene 69 años, redujera el nivel de glucosa en sangre a valores mucho más saludables. Sin embargo, en mayo del 2023 Jack recibió un diagnóstico de insuficiencia renal en etapa avanzada. En consecuencia, Diane debió volver a modificar la dieta que había elaborado con tanto esmero.

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Cuidar a un ser querido que padece diabetes ha sido “un largo proceso”, dice, que no deja de evolucionar.

Muchos cuidadores viven procesos similares. Esto se debe a que casi 40 millones de personas en el país —es decir, casi el 12% de la población y el 29% de las personas mayores de 65 años— padecen diabetes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC).  

Si estás a cargo del cuidado de una persona diabética, puedes ayudarla a vivir de la mejor manera posible con estos consejos de los expertos.  

Información básica sobre la diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica que produce niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre. El problema de fondo radica en una hormona llamada insulina que se elabora en el páncreas. La insulina interviene en el paso de la glucosa del torrente sanguíneo a las células, lo que aporta energía. Cuando tienes diabetes, el organismo produce muy poca insulina o no la emplea tan bien como debería. De ese modo, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo y causa problemas de salud.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmunitaria que suele comenzar en la infancia o al principio de la edad adulta, pero puede aparecer a cualquier edad. Sin embargo, el 90-95% de las personas que padecen diabetes tienen el tipo 2, según los CDC. Es el tipo de diabetes que aparece con más frecuencia después de los 45 años.  Las personas que tienen sobrepeso o son inactivas corren un mayor riesgo de padecerla.

Una vez que alguien tiene diabetes, corre un mayor riesgo de padecer muchos otros problemas de salud, como enfermedades cardíacas, pérdida de la vista, daños neurológicos y enfermedades renales.

No obstante, tener diabetes hoy no es lo mismo que tener diabetes en la generación anterior, explica Barbara Eichorst, vicepresidenta de programas de atención médica de la Asociación Americana de la Diabetes.

“En muchos casos, los cuidadores parten de suposiciones previas” que son anticuadas y demasiado pesimistas, añade. Con los medicamentos actuales, las herramientas de control y los cambios de estilo de vida que han demostrado su eficacia, “una persona diabética puede realmente llevar una vida muy saludable”, comenta.

Una de las mejores formas de obtener más información es asistir a un programa de educación y apoyo para aprender a controlar la diabetes (en inglés), sugiere Eichorst. Estos programas están disponibles en más de 3,000 centros en todo el país y están cubiertos por Medicare cuando recibes el primer diagnóstico y en otros momentos, señala. Las compañías de seguro privadas y Medicaid también suelen cubrir estos programas.

Según Eichorst, los cuidadores pueden asistir para aprender junto a sus seres queridos sobre alimentación saludable, actividad física, medicación, análisis de glucosa en sangre y otros aspectos esenciales. El médico de tu ser querido puede derivarlo a uno de estos programas.

spinner image diane burk and her husband jack in a family photo taken at the grand canyon
Diane y Jack Burk visitan el Gran Cañón.
CORTESÍA DE DIANE BURK

Conoce el plan de control de la diabetes de tu ser querido

No todas las personas que tienen diabetes reciben el mismo plan de control, por lo que los cuidadores deben asegurarse de comprender los detalles, advierte Neil Skolnik, médico de familia y copresentador del pódcast Diabetes Day by Day (en inglés) de la Asociación Americana de la Diabetes.

“Es importante que los cuidadores sepan cuáles son las preguntas adecuadas que deben plantear”, dice. Skolnik sugiere comenzar con las siguientes: “¿Cuál es nuestro plan con respecto a la dieta? ¿Cuál es nuestro plan con respecto a la actividad física? ¿Y cuáles son los medicamentos adecuados que vamos a utilizar?”.

Según Skolnik, es importante darse cuenta de que “los medicamentos no son como en los viejos tiempos... cuando el único objetivo era reducir el nivel de azúcar. Ahora vivimos en un mundo diferente”. En la actualidad, los medicamentos se adaptan no solo a los niveles de azúcar en sangre, sino también a otros riesgos y trastornos de salud de cada persona, como las enfermedades cardíacas y la obesidad, explica.

Otro aspecto que varía son los análisis de glucosa en sangre. Los cuidadores deben saber si su ser querido debe controlar los niveles en casa y con qué frecuencia, y también cada cuánto tiempo debe acudir a un laboratorio para hacerse un análisis A1C, que mide los niveles de glucosa en sangre de los tres meses anteriores. Según la Asociación Americana de la Diabetes, es posible que un médico no recomiende que alguien que controla la diabetes con una dosis mínima de medicación o únicamente con dieta y ejercicio se mida con frecuencia el nivel de glucosa.

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Por otro lado, el nivel ideal de glucosa en sangre también varía según cada persona, según Skolnik. El nivel mínimo ideal para una persona bastante saludable de 65 años puede ser demasiado peligroso para una persona delicada de 95 años, explica. Los riesgos de reducir demasiado la glucemia incluyen confusión mental, convulsiones y caídas.  

Poner en práctica un plan puede suponer un gran esfuerzo para un cuidador, dice Angélica Herrera-Venson, una gerontóloga que dirige un sitio web sobre cuidados llamado Kapok y es directora adjunta de Administración de datos y evaluación en el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento. Los cuidadores suelen convertirse en “planificadores expertos” que se ocupan de las citas, los medicamentos y los suministros, comenta. También se convierten en “superdetectives”, dice, para determinar lo que resulta eficaz.

Diane Burk puede corroborarlo. Nos dice que aprendió, por ejemplo, que “cuatro uvas” elevan el nivel de glucosa en sangre de su esposo, pero no así un par de panqueques. La mitad de una papa grande no causa problemas, dice, pero una papa entera sí.

Video: Hábitos diarios que podrían aumentar tu riesgo de diabetes

Brinda apoyo, no vigilancia

Cuando se trata de hacer cambios en la dieta, modificar las actividades, tomar medicamentos y hacerse los análisis de rutina, los cuidadores y sus seres queridos no siempre están de acuerdo.

Entonces, ¿qué puedes hacer cuando tu esposo insiste en tomar un helado que le subirá el nivel de azúcar en sangre o cuando tu madre no hace su caminata diaria?

“La clave es ser respetuoso”, sugiere Eichorst. “La gente cambia a su manera. No es fácil hacer muchos cambios en el estilo de vida”.

Eichorst propone pedir a tu ser querido que se centre en un hábito a la vez, como desayunar alimentos más saludables una semana y caminar unos pasos más la semana siguiente. Y luego celebrar esos logros.

Según Herrera-Venson, puede ser de ayuda mostrarles la forma de mantener sus comidas favoritas en la dieta. Hay libros de cocina adecuados para diabéticos sobre todo tipo de comida, desde la mexicana hasta la soul, comenta. Los aficionados al helado pueden conformarse con una porción más pequeña, una versión con pocos carbohidratos u otro postre, y hay más opciones saludables de lo que la gente imagina, añade.

“Antes se hablaba de una dieta para diabéticos. Ahora no existe nada de eso”, dice Skolnik. “Hay una dieta saludable”. Una dieta de este tipo contiene pocos azúcares añadidos y alimentos procesados, e incluye muchas verduras sin almidón (como brócoli y zanahorias) además de frutas, grasas saludables y proteínas procedentes de carnes magras o fuentes vegetales, según la Asociación Americana de la Diabetes. No elimina los hidratos de carbono, que todos necesitamos para vivir, indica Eichorst.

Si vives con una persona diabética, puedes ayudarla si consumes los mismos alimentos saludables, señala Skolnik: “Damos lo mejor de nosotros mismos cuando participamos todos juntos”.

Diane Burk nos cuenta que consume lo mismo que su esposo —“No preparo dos comidas”—, pero que se da el gusto de comer espaguetis o macarrones con queso cuando come sola o sale con amigos.

Intenta prevenir complicaciones y adapta lo necesario

Para reducir el riesgo cardíaco que conlleva la diabetes, quizá te digan que tu ser querido debe cumplir con lo siguiente, según los CDC:

1: Hacerse análisis A1C con regularidad

2: Mantener la presión arterial por debajo del valor que el médico indique

3: Controlar el colesterol 

4: No fumar

La diabetes también puede causar daños oculares, por lo que es probable que tu ser querido necesite exámenes frecuentes de la vista. También puede producir daños en los nervios, que pueden causar problemas como llagas en los pies que pasan desapercibidas y se infectan de gravedad. Si tu ser querido no puede revisarse los pies, quizá debas hacerlo tú todos los días, aconseja Herrera-Venson.

Según Eichorst, una forma importante de prevenir las complicaciones es evitar la “inercia terapéutica”, que significa no cambiar el tratamiento cuando no surte efecto. “Hay demasiadas personas diabéticas con un nivel de A1C superior al ideal, pero que continúan tomando la misma medicación”, señala. Si ese es el caso, debes consultar con el médico de tu ser querido.

Las complicaciones no son inevitables, afirma Skolnik. Las personas que reciben un diagnóstico nuevo y sus familiares suelen “estar muy preocupados” por todo lo que puede salir mal, explica.  Sin embargo, agrega, “la mayoría de las personas lo sobrelleva bien”. 

Considera el bienestar mental de tu ser querido y el tuyo

Tener diabetes duplica el riesgo de padecer depresión, señala Eichorst. Cuando una persona está deprimida, es menos probable que se cuide, observa Herrera-Venson. Por lo tanto, una persona que no toma sus medicamentos o que descuida su salud puede estar manifestando síntomas de depresión, nos dice. Herrera-Venson recomienda consultarlo con el médico de tu ser querido.

Los grupos de apoyo y los profesionales de la salud mental pueden ayudar tanto a la persona diabética como a los cuidadores a sobrellevar la situación, indican Eichorst y Herrera-Venson.

Actualizaciones tecnológicas para la diabetes

Hoy en día, el cuidado de una persona con diabetes es más fácil que antes: la tecnología para controlarla “sigue mejorando”, señala Angélica Herrera-Venson, una gerontóloga cuya hija padece diabetes tipo 1, y que además tiene varios familiares mayores que padecen diabetes tipo 2. El mayor cambio se observa en las pruebas que puede hacer uno mismo. Muchas personas diabéticas ahora pueden elegir entre medir su nivel de glucosa en sangre con:

• Un medidor de glucosa, un dispositivo que mide el nivel de azúcar a partir de una gota de sangre que casi siempre se obtiene de un pinchazo en el dedo. Muchos necesitan utilizar estos medidores varias veces al día.

• Un monitor continuo de glucosa, que utiliza un sensor colocado directamente bajo la piel para llevar un control continuo del nivel de glucosa en sangre. Este monitor puede enviar alertas —incluso a los cuidadores— si el nivel es demasiado alto o demasiado bajo.

Tu ser querido puede tener pocas opciones según la cobertura de seguro que tenga. Según la Asociación Americana de la Diabetes, los monitores continuos de glucosa son muy útiles para las personas que tienen dificultades para mantenerse en los intervalos deseados o que no suelen reconocer cuando los niveles bajan a niveles peligrosos. Medicare cubre el dispositivo para los beneficiarios que reúnen los requisitos.

Las personas que necesitan insulina para controlar la diabetes ahora también pueden optar por usar bombas portátiles o plumas de insulina combinadas con aplicaciones para teléfonos inteligentes que facilitan la administración de la dosis adecuada, según la Asociación.

De acuerdo con Herrara-Venson, los cuidadores también pueden encontrar aplicaciones que cuentan calorías, carbohidratos y otros nutrientes. Además, comenta, hay canales de YouTube muy instructivos que cubren desde el cuidado de los pies hasta la administración de los medicamentos.

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