7 cosas que debes saber para nombrar un albacea testamentario

1. Obtener un certificado de defunción, encontrar el testamento y contratar un abogado, si es necesario. El certificado de defunción será necesario en el proceso de liquidación del patrimonio. Debe expedirlo el condado donde vives y firmarlo el profesional médico que verificó tu fallecimiento. 

Si has dejado un testamento válido, tus bienes se distribuirán entre las personas designadas, así como en los fideicomisos que hayas establecido. Ten en cuenta que los beneficiarios que hayas designado en tus pólizas de seguro, cuentas de jubilación y otras cuentas financieras tendrán prioridad sobre los que hayas designado en tu testamento. Dado que la vida y las circunstancias cambian, te conviene repasar todas las designaciones de beneficiarios con regularidad y actualizarlas cuando sea necesario. 

¿Será necesario contratar a un abogado? Eso depende del valor de tu patrimonio, del estado en que vivas y del tipo de relación que mantengas con tus familiares. Ten en cuenta que el albacea tiene una obligación fiduciaria con el patrimonio, señala Nicholas Bunio, planificador financiero certificado de Brookstone Wealth Advisors, en Downingtown, Pensilvania: “Si [los albaceas] no saben lo que hacen, deben encontrar un abogado que sepa hacerlo. De otro modo, los beneficiarios de la herencia podrían demandar al albacea”. 

2. Notificar al tribunal de sucesiones. El proceso sucesorio es la distribución de tus bienes después de tu fallecimiento. El albacea deberá solicitarlo al tribunal de sucesiones de la zona donde vivías. Para ello, deberá llenar un formulario para obtener una carta de administración o testamentaria que necesitará para tener acceso a tus cuentas y otros bienes. En internet puedes encontrar tanto ese formulario como directorios de tribunales de sucesión de cada estado. 

3. Informar a todas las partes interesadas. Es posible que tu empleador, tus compañeros de trabajo y tus amigos ya sepan que has fallecido si han visto un obituario en internet o han asistido a tu funeral. Sin embargo, hay que comunicar tu fallecimiento al Seguro Social, a los bancos y a otras entidades financieras donde tengas cuentas.   

4. Pagar todas las deudas y declarar todos los impuestos. Tu albacea debe liquidar todas tus deudas con tus acreedores, y presentar tu declaración de impuestos sobre los ingresos y sobre sucesiones o herencias, si corresponde. 

5. Hacer un inventario de tus bienes y planificar su distribución. Tu albacea debe determinar no solo tus bienes sucesorios, sino también los que no se incluyen en la sucesión, es decir, los bienes, cuentas financieras o inversiones que no tienen que pasar por un proceso sucesorio porque son de propiedad conjunta o están depositados en un fideicomiso que tú estableciste. Luego, el albacea deberá determinar los bienes que se venderán, los que se conservarán y los que se descartarán, según el testamento que hayas dejado.

6. Distribuir los bienes entre tus beneficiarios. Una vez pagadas todas las facturas y los impuestos, el albacea distribuirá tus bienes según lo dispuesto en tu testamento. 

7. Realizar la contabilidad final y cumplimentar todos los formularios necesarios. Por último, el albacea se encargará de liquidar todas las cuentas existentes y de verificar que el tribunal disponga de todo lo necesario para concluir la liquidación del patrimonio. 

7 formas de facilitar la tarea 

Si eres como la mayoría de la gente, no deseas convertirte en una carga para nadie mientras vivas ni después de fallecer. Si tomas estas medidas, el albacea testamentario y tus seres queridos podrán ocuparse de todo con la mayor facilidad posible y eliminar costos innecesarios.

1. Es importante dejar un testamento legal o un plan patrimonial. De lo contrario, morirás “intestado”, y tus bienes quedarán bloqueados hasta que el tribunal examine detenidamente la sucesión y decida el modo en que se distribuirán tus bienes. Esto puede dificultar y prolongar mucho el proceso para tus familiares. 

“Las encuestas demuestran que entre el 60 y el 70% de la población del país ni siquiera tiene testamento”, indica Patti Black, planificadora financiera certificada de Bridgeworth LLC, en Birmingham, Alabama. “Los familiares que sobreviven pueden acabar gastando más dinero en remediar la falta de planificación que si la persona fallecida hubiera contratado a un abogado para preparar un testamento, un poder notarial y directivas anticipadas para la atención médica”. 

¿Quién recibirá cada parte de tu herencia? Cada estado tiene normas distintas para distribuir los bienes cuando no hay testamento. Lo más frecuente es que el cónyuge tenga prioridad, y luego los hijos, nietos, padres y hermanos. 

2. Deja instrucciones claras. Los albaceas posiblemente no tengan conocimiento de tus cuentas de corretaje, pólizas de seguro de vida, contraseñas de internet, etc., explica Frisch. Ser organizado y dejar instrucciones detalladas le facilitará la tarea a tu albacea. 

3. Asegúrate de que el albacea esté preparado para la tarea. Busca a una persona que sea honrada, digna de confianza, organizada, responsable y capaz de tolerar el posible estrés y el compromiso de tiempo, sugiere Wojtkowski. “No necesita tener conocimientos específicos en materia de derecho o finanzas, pero es útil. Es más importante comunicarse con eficacia, tomar decisiones difíciles y llevar registros con precisión”.

Según Frisch, “En algunos casos, puede ser mejor tener coalbaceas o contar con ayuda profesional”.

4. Pide el consentimiento del futuro albacea y deja en claro sus responsabilidades. “Dado que la liquidación de un patrimonio puede ser un proceso largo y complicado, quizá lo más importante sea elegir a alguien que esté dispuesto a desempeñar todas las diversas funciones que implica”, señala Peter Palion, planificador financiero certificado de Master Plan Advisory, en East Norwich, Nueva York. 

Valecka dice que tal vez escriba un libro sobre la función del albacea para ayudar a sus clientes a comprender el tiempo y el esfuerzo que puede suponer. Por ejemplo, tuvo que conseguir el certificado de matrimonio original para presentarlo ante el Seguro Social y que la viuda pudiera cobrar el beneficio más alto de su difunto esposo. “Los pequeños trámites, como tener que solicitar documentación original, llevan su tiempo”. 

5. Considera el valor de tu patrimonio. Si el total de tu patrimonio es de $500,000, nombrar a un familiar puede ser adecuado, tal vez con la ayuda de un abogado, según Bunio. “Pero si hablamos de $1 millón o más, yo no designaría a un familiar como albacea, sino a un abogado o un estudio jurídico. También podrías nombrar a un familiar con la condición de que se contrate a un abogado”. 

6. Sugiere el modo de obtener ayuda si contratar a un abogado es demasiado costoso. “Tu albacea podría pedir al tribunal que te busque uno o solicitar ayuda al estado”, dice Bunio. “He oído hablar de organizaciones benéficas y empresas que ofrecen ayuda de forma gratuita en estos casos”. 

7. Por último, designa a un albacea suplente, si es posible. “Por lo general, es mejor nombrar a una segunda persona como suplente en caso de que la primera no pueda cumplir su función por motivo de incapacidad o fallecimiento”, sugiere Palion.