Vida Sana
He tenido mucho apoyo de amigos y familiares a través de más de 35 años de cuidado familiar. Pero de vez en cuando, me han dicho cosas que realmente me frustran y me molestan. Así que me puse en contacto con otros cuidadores familiares y les pregunté si tenían frases que también deseaban que nunca les dijeran.
La gente no tiene la intención de ser ofensiva. Es posible que no entiendan las perspectivas de los cuidadores o que no hayan pensado cuidadosamente en lo que están diciendo. Si conoces a algún cuidador familiar, trata de evitar decir estas cosas que realmente no son útiles y que pueden ser dolorosas.
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Qué decir al dar consejos
"¡Estás haciendo un buen trabajo! Si tienes desafíos que estás tratando de resolver, con gusto te puedo ayudar a intercambiar ideas e investigar nuevos enfoques si eso te puede ser útil. No quiero sugerir cosas que ya has estado haciendo o que has descartado".
Qué no decir: "Deberías..." Cualquier frase que comience con este comentario nos hace sentir juzgados y a la defensiva.
Cuando proviene de personas que no están íntimamente involucradas en nuestras situaciones de cuidado y a menudo no tienen idea de las necesidades reales de nuestros seres queridos, hace que los cuidadores se sientan resentidos. Es muy frustrante cuando la gente asume que no sabemos algo obvio o que no hemos probado ya lo que nos sugieren.
Qué decir al comparar situaciones
"Estoy seguro de que manejar el cuidado familiar es difícil y sería un reto en cualquier familia". Ten en cuenta que cada familia y cada situación es única.
Qué no decir: "El cuidado se manejaría de forma distinta en mi familia".
¿De veras? ¿Cómo lo sabes? ¿Tu situación es idéntica? Eso no es posible. Todos desempeñamos diferentes papeles en nuestras familias, tenemos diferentes habilidades, situaciones financieras, enfermedades, relaciones y fortalezas.
A menos —o hasta— que te encuentres exactamente en la misma situación, no puedes saber realmente cómo la manejarías. Esto es más frustrante cuando las palabras provienen de personas que nunca han conocido a nuestros seres queridos. Compartir tus retos y soluciones de cuidado es útil; juzgar los nuestros no lo es.
Qué decir a un cuidador exhausto
"Déjame cocinar unas cuantas comidas para ti y para tu padre. ¿Cuáles son tus comidas favoritas?" O "¿A qué hora de la próxima semana podría venir para que puedas descansar unas horas?"
O "Te voy a regalar un masaje, y te ayudaré a conseguir cuidado mientras te relajas".
Qué no decir: "Te ves agotado. Tienes que cuidarte mejor".
Los cuidadores son conscientes de que están cansados, han aumentado de peso y tienen problemas de salud. No necesitan que lo señales una y otra vez. En vez de eso, di (y haz) algo que alivie su estrés.
Qué decir sobre estar demasiado ocupado
"Veo que estás reorganizando tu vida y haciendo malabares para involucrarte en el cuidado. Me doy cuenta de que, si yo fuera un cuidador, también tendría que cambiar mis prioridades".
O "Sé que estás haciendo muchos cambios en tu vida para cuidar de mamá. Voy a analizar mis prioridades y a asumir responsabilidades para ayudar yo también".
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